jueves, 8 de septiembre de 2011
Elizabeth Taylor, Cantinflas y más rock
Escrito por Miguel Iturria Savon
El Cotorro, La Habana
8 de septiembre de 2011
(PD) Durante el pasado agosto las salas Chaplin y Charlot de la Cinemateca de Cuba dedicaron su programación a homenajear a dos mitos de la filmografía universal, la actriz estadounidense Elizabeth Taylor y el comediante mexicano Mario Moreno, quien trascendió con el personaje de Cantinflas. La cartelera fue completada por la segunda parte del ciclo Rock y cine, iniciado en febrero en locaciones de Cienfuegos, Santa Clara y La Habana, donde se repuso entonces Woodstock.
El homenaje a Elizabeth Taylor, recientemente desaparecida, incluyó una veintena de dramas, tragedias y comedias que revalidan grandes momentos de su filmografía, punteada por su talento histriónico, su intensidad vivencial y la capacidad de desdoblarse durante décadas ante directores de la talla de George Sanders, Richard Thorpe, William Dieterle, Richard Brooks, George Stevens, Edward Dmytryk, Joseph L. Mankiewicz, Daniel Mann, Anthony Asquith, Vicente Minnelli, Mike Nichols y Franco Zeffirelli, quienes regresan ahora a través del celuloide.
Entre las reposiciones de la Taylor exhibidas en la sala de video Charlot del primero al catorce, figuraron La mujer marcada, dirigida por Daniel Mann en 1960 y basada en la novela de John O’ Hara, con la cual obtuvo su primer Oscar; el multipremiado drama histórico Cleopatra (1963), del realizador Joseph Mankiewicz; ¿Quién le teme a Virginia Woolf?, versión fílmica del drama homónimo de Edward Albee, galardonada en 1967 con cinco estatuillas de Hollywood, una para la Taylor y otra para el director Mike Nichols; la comedia shakesperiana La fierecilla domada, donde actúa con el controversial Richard Burton bajo la batuta de Franco Zeffirelli, y otros símbolos del recuerdo como El árbol de la vida, La gata en el tejado de zinc caliente, De repente en el verano, Hotel internacional, Un lugar bajo el sol, El espejo roto, La furia de Ceilán, Ivanhoe, Ceremonia secreta, Fuego de juventud, La última vez que vi París y Los comediantes.
Si las interpretaciones de Elizabeth Taylor perpetuaron en imágenes sonoras fragmentos de la sociedad y la literatura anglo-americana, el ciclo por el centenario del comediante Mario Moreno –Cantinflas-, nacido en Cotija, Michoacán, en 1911, ofreció el entorno cultural de México e Hispanoamérica, donde el verbo cantinflear aún marca realidades sociolingüísticas propias de la pobreza y el absurdo satirizados por el actor.
La muestra incluyó 24 largometrajes y un documental sobre su carrera artística. Entre las comedias del “peladito pobre de traje precario, gabardina zurcida y hablar incoherente” fueron visionadas El supersabio, El mago, El siete machos, El bombero atómico, El señor fotógrafo, Abajo el telón, Sube y baja, El analfabeto, El señor doctor, Por mis pistolas, La conserje en condominio, El ministro y yo, y Cantinflas su excelencia.
Reconocido por Chaplin como uno de los grandes comediantes, Mario Moreno ganó popularidad en 1940 con Ahí está el detalle, bajo la dirección de Juan Bustillo Oro. Filmó después una película por año con dos incursiones sin trascendencia en la cinematografía norteamericana. A excepción de Ni sangre ni arena, del realizador Alejandro Galindo en 1941, en casi todas las demás estuvo bajo la batuta de Miguel M. Delgado para Posa Films.
Convertido en símbolo de México y Latinoamérica con Cantinflas, personaje agudo y entrañable en su aparente simplicidad, el actor se robó a las multitudes e instauró un estilo de actuación con seguidores en el continente. El rasgo esencial del protagonista, sostén de cada filme, radica en el modo de hablar: no dice nada pero transmite ideas sagaces que obligan a reír, pensar y asociar sus dicharachos con las circunstancias políticas.
La evocación del gran comediante alternó con el ciclo Más rock y cine, que repuso del 18 al 31 de agosto una decena de filmes de ficción, documentales y recitales sobre agrupaciones y figuras trascendentes que llenaron la sala Chaplin con los fanáticos de la música de la libertad.
Los rockeros disfrutaron de clásicos como “The song remains the same”, de Led Zeppelin; Paranoid, de un referente del heavy metal, Black Sabbath, producido en Estados Unidos en 2005 en homenaje al mítico guitarrista Tommy Iommi; el superconcierto Live Aid, filmado en cuatro partes; Deep Purple, Metálica: una especie de monstruo, Eric Clapton y sus amigos, Van Halen en vivo, Metal global, Metal: el viaje de un metalero, Cruce de caminos y materiales fílmicos acerca de otros hitos del rock como The Rolling Stones, Roger Waters y Maná.
culturakiss@yahoo.es
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