Los jubilados en las ciudades reciben un promedio de diez dólares por mes, mientras que a los viejos en el campo apenas alcanzan siete
martinoticias.com 07 de septiembre de 2011
Foto: EFE
Fotografía de archivo de un grupo de ancianas que realizan sus ejercicios cotidianos en La Habana. EFE/Alejandro Ernesto.
El gobierno cubano elevó la edad de jubilación en 2010 para tratar de enfrentar el envejecimiento que experimenta la población. Un hombre puede acogerse al retiro si cumplió 65 años de edad, y la mujer 60.
Según estadísticas gubernamentales dentro de 20 años cerca del 30 por ciento de los cubanos tendrá 60 años o más.
José Ramón Borges, residente en Sancti Spíritus, declaró a martinoticias.com que él espera que para esa época “ya la dictadura castrista no exista en Cuba (…) y el país se haya recuperado con la ayuda de la comunidad internacional” y logre salir a flote de la profunda crisis socioeconómica que atraviesa.
Borges dijo que envejecer hoy en la isla no resulta nada fácil, “porque un anciano está percibiendo alrededor de 10 dólares mensuales, unos 200 pesos cubanos”.
Agregó que hay muchos viejitos que reciben menos, “y más aquí en el campo (…) estamos hablando de unos 6 ó 7 dólares mensuales (…) los ancianos están aterrorizados”, porque el dinero no les alcanza para vivir.
El secretario ejecutivo de la Unión Cívica Spirituana dijo que muchos de los jóvenes, que serían los encargados de sacar a flote el país tras jubilarse las personas mayores, podrían dar al traste con la revolución castrista.
Señaló que “las nuevas generaciones en Cuba que han vivido todo este desastre que le llaman ‘Revolución cubana’ (…) serían las encargadas de asumir las riendas del país, pero al mismo tiempo podrían dar al traste con el gobierno castrista.
Borges considera que esos jóvenes que poco a poco comenzarán a heredar distintas posiciones gubernamentales y que carecen “de valores y de humanidad” le van a dar la estocada final al régimen. “La dictadura misma fabricó las personas que van a acabar con el Gobierno”.
Audio: José Ramón Borges
Raúl Risco, quien reside en Pinar del Río, manifestó a martinoticias.com que un gran número de jóvenes cubanos, prefieren no trabajar por los bajos salarios que paga el Gobierno.
“Las casas las están manteniendo en muchos casos esos ancianos jubilados, que están realizando otros trabajos (cuentapropismo), otros han firmado contratos con el Estado (…) y así se está paleando la situación de muchas viviendas”.
El responsable de Relaciones Públicas de la Alianza Democrática de Pinar del Río lamentó que el Gobierno esté despidiendo de sus centros de trabajo “a personas jóvenes, profesionales preparados u obreros calificados (…) y está dejando en puestos claves para la economía a personas pasadas de la edad de jubilación (…) que carecen de iniciativas e ideas frescas”.
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