martes, 5 de febrero de 2013


Osmar Laffita
comunicacionesCuba actualidad, Capdevila, La Habana, (PD) Todos aquellos cubanos que de una forma u otra se conectan de manera periódica con Internet exclamaron ¡por fin! al leer la nota informativa aparecida en el periódico Granma el 24 de enero, que dio a conocer de manera sucinta que desde el 10 de enero esta totalmente operativo el cable submarino de fibra óptica que enlaza a Venezuela, Cuba y Jamaica.
Pero la mayoría de los cubanos se desayunaba con el anuncio, porque sobre este cable el gobierno cubano ha mantenido el más absoluto secreto.
Lo que no dijo la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba S.A. (ETCSA) en su información, es que dicho cable está operativo desde noviembre de 2011 y que desde esa fecha hasta el presente, presta servicio limitado a determinadas entidades del gobierno , principalmente al Ministerio del Interior.
Para que nadie se haga ilusiones con la liberación de Internet, ETECSA dejó claro en su nota que la conclusión del proceso de prueba, no implica la conexión automática a la red de redes, porque según explicó, para materializar ese propósito es necesario ejecutar inversiones en la infraectruturas de comunicaciones, y para ellos se requerirá de recursos en dólares, que se destinarían a pagar el servicio de Internet.
La conexión a Internet en estos momentos solo se brinda a un reducido sector, de manera gratuita, "con objetivos sociales".
Todo apunta a que ETECSA no tenia ninguna intención de darle a conocer al pueblo ninguna información referida al cable submarino de fibra óptica. Se vio forzada a hacerlo por la información que dio a conocer la empresa Remesys, radicada en New Hampshire, dedicada al monitoreo global de Internet, que recientemente confirmó que dicho cable submarino entró en funcionamiento de manera bi-direccional, sin necesidad de empleo de satélite para el retorno.
Remesys confirmó un cambio en los patrones del tráfico de Internet hacia y desde Cuba, los cuales han caído a 480 milisegundos (MS), lo que confirma el empleo de otros enlaces, por lo que confirmó el uso del susodicho cable submarino desde el 14 de enero.
La empresa española de Telecomunicaciones "Telefónica", aunque se desconoce cuando comenzó sus operaciones, es la que dirige el tráfico de Internet de su par cubana, con el fin de ofrecer a los usuarios un servicio con mayor calidad.
El acceso a las Tecnología de la Información y la Comunicaciones (TIC) para la mayoría de la población cubana que gana salarios mensuales de 17 dólares y tiene perentorias necesidades materiales, es algo muy distante.
Esa población al borde de la total pobreza, con esos míseros salarios, no pierde el tiempo en pensar en la compra de un teléfono móvil y muchos meno en pagar 30 dólares para la obtención de una línea. En cuanto a Internet, resulta una quimera, dado que para ello lo primero es tener un teléfono fijo, algo que en estos momentos es totalmente inalcanzable.
Resulta una pérdida de tiempo hablar de acceso libre a Internet, cuando el gobierno cubano últimamente ha arreciado sus prohibiciones que obstaculizan el acceso a las diferentes opciones que ofrecen las TIC.
Resulta un absurdo hablar de esperanza por parte de la población ante la puesta en servicio del cable submarino, que teóricamente facilitaría el acceso libre a Internet.
El gobierno cubano nunca ha reconocido públicamente que fue el gobierno venezolano el que corrió con el pago de los 70 millones de dólares que costó la inversión del tendido del cable submarino.
El cable tiene una longitud de 1 600 kilómetros y una velocidad de 360 gigabytes, lo que significa que la velocidad de conexión es 3 000 veces mayor que la que existía en Cuba.
Al pueblo cubano no se le ha informado las medidas disciplinarias tomadas contra un grupo de funcionarios del Ministerio de la Informática y las Comunicaciones y de ETECSA, que fueron acusados de haber incurrido en hechos de malversación y corrupción. Muchos de ellos fueron suspendidos de sus responsabilidades y encarcelados, pero se desconoce si fueron sentenciados o no.
Las alegaciones de ETECSA de que hacen falta muchos dólares para hacer las reconversiones tecnológicas en sus plantas telefónicas para poder brindar un servicio de Internet a la población, son totalmente falsas.
En estos momentos, la conexión del cable submarino con el cable que se extiende desde Santiago de Cuba hasta La Habana, funciona sin ningún problema.
Con respecto a las plantas telefónicas, en el caso de la capital, todas están digitalizadas con el equipamiento que permite la puesta en marcha de los servicio de Internet sin mayores problemas. Si hubiese que hacer alguna inversión, no sería muy costosa.
Lo que sí es seguro es que las limitaciones de las que habla ETECSA son más políticas que tecnológicas.
Para Cuba actualidad: ramsetgandhi@yahoo.com
Foto: Osmar Laffita
Ministerio de Informática y Comunicaciones

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