miércoles, 6 de febrero de 2013

The North Korean Human Rights Crisis






ONU podría investigar rol de líderes norcoreanos en abusos a derechos humanos

Ginebra (Reuters) - Los líderes de Corea del Norte probablemente serán blanco de una investigación de la ONU sobre su responsabilidad personal por violaciones, torturas, ejecuciones, arrestos arbitrarios y secuestros tras la publicación el martes de un informe de un experto.
El reporte de Marzuki Darusman, un abogado indonesio que es el relator especial de la ONU sobre derechos humanos en Corea del Norte, dijo que las violaciones a los derechos humanos "graves, sistemáticas y generalizadas" en ese país debían ser presentadas ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU y la Asamblea General de Naciones Unidas.
"La investigación debería examinar los temas de responsabilidad institucional y personal para dichas violaciones, en particular donde equivalen a crímenes contra la Humanidad, y hacer recomendaciones apropiadas a las autoridades de la República Democrática Popular de Corea (...) y de la comunidad internacional para más acciones", afirmó Darusman en su informe.
Cualquier recomendación de ese tipo no será vinculante y es improbable que sea acatada por el líder norcoreano, Kim Jong-un, que pertenece a la tercera generación de una dinastía que ha gobernado al Estado autoritario durante su historia.
En teoría, los abusos reportados en el informe podrían dar suficientes motivos legales para que el Consejo de Seguridad de la ONU derive a Corea del Norte a la Corte Penal Internacional.
Dicha acción probablemente será vetada por China, pero al igual que con la investigación de la ONU sobre los derechos humanos en Siria, la acumulación de información basada en testimonios de desertores y refugiados podría crear un dossier difícil de desestimar que las acusaciones individuales sobre abusos.
En una carta fechada el 28 de enero y vista por Reuters el martes, Corea del Norte rechazó a Darusman y a su mandato para escrutar el historial de derechos humanos de Pyongyang, calificando su papel como "un producto de confrontación política y un complot contra la República Democrática Popular de Corea".
"El 'relator especial' (...) no es nada más que una marioneta que corre aquí y allá para representar los propósitos maliciosos de los que tiran los hilos, como Estados Unidos, Japón y los estados miembros de la Unión Europea", decía la carta firmada por el embajador norcoreano So Se Pyong.
Durante décadas, Corea del Norte se ha rehusado a responder a acusaciones sobre supuestos crímenes contra la Humanidad o a permitir cualquier examen de un sistema de campamentos para prisioneros que se sospecha que albergan a 200.000 presos políticos.
Según Corea del Sur y otros observador, Pyongyang está a punto de realizar una tercera prueba nuclear, desafiando la censura de la ONU.
La jefa de Derechos Humanos de la ONU, Navi Pillay, llamó a una investigación internacional sobre Corea del Norte el mes pasado.
(Editado en español por Patricio Abusleme)

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