lunes, 13 de mayo de 2013


¿Descentralización o tomadura de pelo?

 | Por Moises Leonardo Rodriguez
ARTEMISA, Cuba, 13 de mayo de 2013, Moisés Leonardo Rodríguez/ www.cubanet.org.- El llamado de Ramiro Valdés Menéndez, miembro del Buro Político y vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, a “clasificar y resolver los problemas de la población en los propios municipios, involucrando a los hombres y mujeres en las soluciones…” es interpretado por muchos artemiseños como una falsa descentralización con la que se pretende quitar responsabilidades a los de “arriba”.
Esta propuesta, hecha durante la segunda sesión ordinaria del segundo mandato de la Asamblea Provincial del Poder Popular de Artemisa, que reportó la periodista Adianez Fernández en el semanario El Artemiseño, del 23 al 29 de abril, bajo el título de La Prioridad: resolver los problemas de la población, es considerada inviable por consultados al respecto .
La inviabilidad es fundamentada por el hecho de que los municipios apenas cuentan con recursos y poder de decisión para solucionar los problemas y que, para involucrar “a los hombres y mujeres en las soluciones”,  es necesario primero acabar con la apatía de la mayoría de la población que deriva de la falta de confianza en las instituciones y las políticas públicas impuestas por el gobierno.
Otro intento de culpar a la gente de a pie lo hizo Raúl Rodríguez Cartaya, jefe del Consejo de la Administración provincial, quien afirmó, al referirse al suministro de agua: “donde el operario es bueno y se mantiene en el puesto de trabajo, no hay apenas roturas y está todo pintado y arreglado; en cambio, las que frecuentemente se rompen, casi siempre es por descuido del operario…”.
Esta afirmación es desmentida por las continuas roturas del sistema de abasto de agua al poblado de Cabañas, que duran varios días y hasta semanas, a pesar de que las instalaciones están pintadas y arregladas y los operarios cumplen su misión.
En los últimos meses, las interrupciones se debieron a la rotura de cajas de bola del motor de bombeo, a transformadores eléctricos quemados y otros desperfectos técnicos no imputables a los operadores. La demora en restaurar el servicio se debe a que las municipales no cuentan con repuestos y a que las gestiones de sus dirigentes no son atendidas por los niveles superiores con la urgencia requerida.
La rotura del motor de bombeo del reparto Henequén Viejo lo mantuvo sin agua por varios meses. La termoeléctrica de la localidad suministró uno que no tuvo la potencia necesaria. Un segundo motor, resuelto por el gobierno municipal, estaba defectuoso y solo bombeó por unas horas.
El agua suministrada al batey del antiguo central Augusto Cesar Sandino es salobre. A mediados de la década de los noventa, un enviado de Cáritas, de Pinar del Río (institución humanitaria de la iglesia católica), propuso al delegado del poder popular construir un acueducto con medios donados desde el exterior, pero éste se negó alegando que el municipio tenía planes para solucionar dicho problema. El problema aún persiste.
Durante las interrupciones del suministro del vital líquido (el municipio Mariel no cuenta con carros cisterna suficientes para abastecer de agua a la población), solo algunos privilegiados son beneficiados con las pocas disponibles.
Solo el abandono del carácter totalitario y excesivamente centralizado del  gobierno posibilitará que los municipios jueguen el papel adecuado en su jurisdicción y que los pobladores recuperen la confianza en las instituciones; lo demás es mantener una separación necesaria entre el dicho y el hecho.

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