sábado, 11 de mayo de 2013


Ríos Montt, condenado a 80 años de prisión

GUATEMALA (AP) — Un tribunal de justicia condenó por primera vez por genocidio a un ex presidente y dictador latinoamericano, al imponer una sentencia de 80 años a José Efraín Ríos Montt, de 86 años.
La condena por el delito de genocidio alcanzó los 50 años y la de delitos contra los deberes de la humanidad sumó 30 años más de prisión inconmutable. La ley penal guatemalteca dice, no obstante, que la máxima pena de prisión en el país es de 50 años.
"La conducta de José Efraín Ríos Montt encuadra en la conducta de genocidio" dijo Yassmin Barrios presidenta del Tribunal al leer parte de la sentencia.
"El Tribunal está consiente que ningún ser humano vive la totalidad de la pena de años impuesta, sin embargo en cumplimiento de la ley hemos aplicado la pena correspondiente, porque no podemos dejar de observar que fue un considerable número de personas que fueron asesinadas en las múltiples masacres perpetradas en el área ixil, ni tampoco podemos invisibilizar a las víctimas" dijo el Tribunal.
Se trata de la primera condena por genocidio y contra los deberes de humanidad impuesta contra un ex dictador latinoamericano y en un Tribunal local
"Es incomprensible que el acusado teniendo el conocimiento, el poder y la capacidad para ordenar al Ejército bajo su mando, permitiera que se masacrara la población ixil que en su mayoría se dedicaba a la agricultura" sentenció el Tribunal.
"Yo no tengo angustia porque he cumplido con la ley, respeto la ley y sé que la única manera de tener paz es haciendo justicia y precisamente de eso adolecemos", dijo Ríos Montt tras conocer la condena en primera instancia.
Orlando López fiscal del caso, dijo estar satisfecho con la resolución emitida por el Tribunal. "Me siento satisfecho por el trabajo que se realizó y los buenos resultados, esto es bueno para la justicia de Guatemala" dijo.
Edgar López, abogado de las víctimas dijo que "Esto es una reivindicación de la historia de las víctimas, de su lucha y que bien por el sistema judicial"
El fallo de culpabilidad, marcó un momento histórico en un país polarizado que sigue tratando de sanar de una guerra de tres décadas y donde, por primera vez, sus oprimidas comunidades indígenas tuvieron la oportunidad de ser escuchada y de que se les hiciera justicia, dijeron activistas por los derechos humanos.
Los activistas celebraron la sentencia pero advirtieron que el estado de derecho en Guatemala seguirá a prueba, mientras los abogados del ex dictador apelan.
La activista Helen Mack, cuya hermana Mirna fue asesinada en 1990, cuando documentaba abusos contra las comunidades indígenas durante la guerra, dijo que el juicio ayudará a que los guatemaltecos lidien con su pasado y sigan adelante.
"Es importante que se dé voz a las víctimas, que reciban la oportunidad de ser escuchada, de sentirse reivindicadas, pero necesitamos pasar por esto si queremos sanar nuestras heridas como sociedad".
Agrego que está por verse si se hará justicia en el caso.
"Esta sentencia no es todavía firme, porque los abogados de Ríos Montt han dicho ya que buscarán anularla", añadió.
El jefe de inteligencia de Ríos Montt, José Rodríguez Sánchez, quien era juzgado junto al ex dictador, fue absuelto por la misma acusación.
"La duda favorece al reo, nos inclinamos en absolver" a Rodríguez, dijo la presidenta del tribunal, Yassmín Barrios.
La justicia llegó en el día de la madre a Ana de León, una mujer indígena ixil sobreviviente que dio su testimonio ante el Tribunal. Con lágrimas en los ojos De León explicó que la sentencia le da un poco de paz, tras haber perdido a sus tres hijos de 1, 9, 14 cuando el Ejército atacó en su aldea en 1982.
"Me siento alegre porque y se fue el ingrato que mando a asesinar a mis hijos, pero también me da tristeza, tristeza que me llevo hasta la muerte, a todos mató, a mis hijos, a mis tíos, a mis abuelos, quemaron mi casa, me dejaron
"¡Gracias!, ¡gracias! que fue condenado por genocidio, ¡se hizo justicia a mi hermano Eduardo!", gritó una mujer asistente a los jueces durante la audiencia de juzgamiento.
Francisco Palomo, abogado de Ríos Montt, dijo que va a apelar la condena "inmediatamente".
"Es una sentencia injusta. Nosotros ya sabíamos que lo iban a condenar, incluso el general venía con su maleta hecha porque sabía que se iba a cambiar de domicilio", agregó.
"Es el primer Tribunal nacional que juzga genocidio y delitos contra deberes de humanidad, no hay otro precedente en el planeta que dentro del país se haya juzgado este tipo de crímenes. Ojalá que aquí sea el inicio de la concordia y que sea el fin del odio", dijo la Premio Nobel de la Paz Rigoberta Menchú.
El Tribunal también ordenó revocar la medida sustitutiva de arresto domiciliario que tenía el ex dictador y ordeno su reclusión en prisión. Ríos Montt fue recluido en la Cárcel de Matamoros, antiguo cuartel militar, donde pasará su primera noche en prisión.
El tribunal emitió su sentencia 13 años después de haberse denunciado la muerte de miles de indígenas maya ixiles durante su gobierno de facto entre 1982 y 1983. Durante el juicio, que duró unos dos meses caracterizados porque la defensa del ex general presentó constantemente recursos judiciales, decenas de víctimas testificaron sobre los delitos y atrocidades cometidos por los soldados durante la guerra civil guatemalteca.
"No queremos que hechos de esta naturaleza vuelvan a repetirse", dijo la presidenta del tribunal, Yassmín Barrios. "Para que esta paz en Guatemala debe existir previamente justicia".
"Deja abierto para que el Ministerio Público siga investigando para ver quiénes más pudieran estar involucrados en estos hechos," dijo Barrios, mientas los presentes en la audiencia la interrumpían sus palabras con aplausos. "Ríos Montt es responsable como autor del delito de genocidio".
Decenas de los presentes, indígenas ixiles, entre testigos y familiares de víctimas doblaron sus brazos sobre el pecho en señal de abrazo y en el idioma ixil dijeron al Tribunal "T*an Tiíx, T*an Tiíx" que significa muchas gracias.
La fiscalía los acusó a los ahora procesados de haber ordenado y dirigido varios planes de guerra, ejecutados por el ejército de Guatemala, para localizar y exterminar a dicha etnia.
Los fiscales creen que Ríos Montt debió haber tenido conocimiento de las masacres de los indígenas cuando gobernó Guatemala de marzo de 1982 a agosto 1983, cuando se registraron los más cruentos enfrentamientos de la guerra civil guatemalteca que duró 36 años.
Alrededor de 1.000 personas presentes durante la lectura de la sentencia comenzaron a cantar al unísono "solo queremos ser humanos". La letra primero fue cantada en maya y luego en español.
Ríos Montt dijo que nunca supo ni ordenó masacres mientras estaba en el poder. Y tras conocer el fallo el ex dictador increpó al tribunal: "¡jueza, jueza, ponga orden!" gritó Ríos Montt cuando fotógrafos y camarógrafos se le iban encima.
La fiscalía también acusó a los condenados de la muerte de 1,771 víctimas, de las cuales existen osamentas. Al menos 232 fueron identificados plenamente con nombre y apellidos. De estos 197 fueron identificados por edades de los que se pudo establecer que 88 fueron niños asesinados.
La sentencia fue proferida 13 años después de que la Asociación por la Justicia y la Reconciliación presentaran una denuncia por la muerte de miles de indígenas.
Durante las audiencias que se llevaron a cabo desde el 19 de marzo hasta el 10 de mayo, el tribunal compuesto por tres jueces escuchó los testimonios de decenas de mujeres que narraron violaciones masivas de las que fueron víctimas mientras que decenas de hombres narraron los detalles de las muertes, desapariciones forzadas, desplazamientos forzados, y saqueos a los que la comunidad fue sometida por soldados del ejército de Guatemala.
En las audiencias, un testigo protegido identificó al actual presidente de la república, general Otto Pérez Molina, de haber participado en las masacres en el área de Nebaj.
El mandatario dijo que las acusaciones del testigo son falsas.
El presidente Otto Pérez Molina, habló con una cadena internacional de noticias y dijo que "la sentencia no estaba firme" volviendo a señalar como en otras ocasiones que cree que no hubo genocidio.
Un informe de una comisión de la verdad de Naciones Unidas dio cuenta de por lo menos 200.000 muertes durante los 36 años que duró el conflicto armado (1960-1996) y que culminó con los acuerdos de paz.
"Esta decisión corona 15 años de esfuerzos incansables de las víctimas y los defensores de los derechos humanos para obligar a Ríos Montt a rendir cuentas por genocidio y delitos contra la humanidad", dijo el Centro por la Justicia y la Rendición de Cuentas, establecido en San Francisco. "(Aplaudimos) a las víctimas por su coherencia, resistencia y por no rendirse jamás a pesar de los muchos obstáculos. Gracias a su persistencia se ha hecho justicia y Guatemala cambiará para siempre".
El grupo defensor de los derechos humanos Human Rights Watch también celebró la decisión del Tribunal de condenar a Ríos Montt. "La sentencia a Ríos Montt envía un mensaje poderoso a Guatemala y al todo el mundo que nadie, ni siquiera un ex jefe de estado está por encima de la ley cuando este comete genocidio" dijo José Miguel Vivanco, director para las Américas de la organización.
El Tribunal tuvo que llamar al orden a varias personas, incluidos los periodistas. Los jueces citarón para el próximo 13 de mayo para discutir sobre la reparación que se ordenará para reparar el daño a las víctimas y para leer la sentencia completa el próximo 17 de mayo.

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