Feria Económica de La Habana, peligrosa para el país

Feria Económica de La Habana, peligrosa para el país

El gobierno cubano insiste en la visión faraónica y en el gigantismo económico, que fue fatal en la historia de Cuba, oponiéndose al desarrollo de la pequeña y mediana empresas, que serían la base y la columna vertebral por excelencia del crecimiento, el desarrollo y la generación de bienestar social

martes, noviembre 4, 2014 |  CubaNet  |  2 Comentarios 

LA HABANA, Cuba. — Esta edición de la Feria Económica de La Habana 2014.  se da en una nueva coyuntura. El gobierno cubano invita a los inversores extranjeros con una cartera de más de 240 proyectos por un monto de 8. 7000 millones de dólares. Una tentación millonaria que, de concretarse, supondría un cambio en el paisaje económico de Cuba y una inyección de capital sin precedentes en los últimos 20 años.

Este cambio presumible del paisaje económico no supone un cambio en la estructura económica. Tampoco un cambio en la estructura de propiedad, en la participación de nuevos actores económicos ni en el redimensionamiento del capital humano con cuenta la isla.

Lo que podría significar una apuesta por un crecimiento económico de corto plazo, pero no una inversión en el desarrollo ni en la creación de bienestar general. La creciente inseguridad jurídica de la propiedad, la presente incertidumbre legal e institucional, la opacidad de los proyectos de inversión, la militarización gerencial y administrativa de la economía y la exclusión de las mayorías sociales podrían anclar en Cuba un nuevo tipo de modelo de capitalismo extractivo que solo favorezca a las elites de poder ─que conjugan poder político y económico─, y a una gama de inversores extranjeros que se mueven por el mundo de espaldas a los códigos empresariales que rigen la Responsabilidad Social Corporativa.

Todo ello parece atractivo pero resulta en verdad peligroso para nuestro proyecto país. El gobierno cubano insiste en la visión faraónica y en el gigantismo económico, que fue fatal en la historia de Cuba, oponiéndose al desarrollo de la pequeña y mediana empresas, que serían la base y la columna vertebral por excelencia del crecimiento, el desarrollo y la generación de bienestar social, simultáneamente, para el país.

No es coincidencia que el anuncio de la cartera gubernamental de proyectos de inversión corra paralela a la represión, la vigilancia, el ahogo y el castigo a la incipiente capa de emprendedores económicos que, bajo el eufemismo de Trabajadores por Cuenta Propia, han venido articulando la economía de bienestar social y fundamentando la balbuciente pequeña empresa en Cuba. La posibilidad de generar un modelo económico inclusivo pasa por la apertura a estos sectores, sobre la premisa de claras garantías de propiedad, de desarrollo del mercado interno y del desbloqueo a la iniciativa e inventiva de los cubanos. En las actuales circunstancias, la inversión extranjera, necesaria para cualquier economía, plantea la disyuntiva de si empezaremos a generar crecimiento económico desde Cuba o para Cuba.

Esta nueva realidad coloca al Foro Económico para Emprendedores ante tres desafíos inmediatos: una ley de propiedad, una política impositiva concebida para estimular a pequeños emprendedores nacionales y una cartera de proyectos para microcréditos, a partir de una ley de inversión nacional. Reiteramos para ello nuestra invitación al Debate de Emprendedores Cubanos el próximo febrero de 2015.