Veracruz 2014 y el Granma
Las autoridades cubanas temen que México pueda superar a Cuba en el cuadro de medallas de oro. Muestra de la decadencia del deporte de la isla.
martes, noviembre 4, 2014 | Orlando Freire Santana | 0 Comentarios
LA HABANA, Cuba -El señor Oscar Sánchez Serra, subdirector del periódico oficialista Granma, de vez en cuando sorprende a los lectores y escribe sobre deportes, opacando el protagonismo que le pertenece a los periodistas especializados en esa esfera.
En tales ocasiones, los trabajos de Sánchez Serra no pasan como artículos del montón, sino que, dada su jerarquía en el diario oficial del partido gobernante, sus opiniones se leen como el punto de vista del gobierno.
Esta vez, el Subdirector de Granma ha escrito sobre la participación cubana en los próximos Juegos Centroamericanos de Veracruz 2014, a disputarse entre el 14 y el 30 de noviembre. En su artículo “Cuba en tiempos de Centroamericanos y del Caribe”, del lunes 27 de octubre, Sánchez Serra reconoce que Cuba enfrenta un “arduo desafío” para mantener la cima en el medallero. El rival principal, por supuesto, será México, que, unido a su condición de sede, ha ido descontando la brecha que lo separaba de la mayor de las Antillas: si en Maracaibo 1998 la ventaja cubana fue de 131 títulos, en Cartagena 2006 la diferencia a favor de Cuba fue tan solo de 32 medallas de oro.
Sin embargo, el articulista no menciona las deserciones que han afectado a casi todas las disciplinas deportivas en la isla; una estampida motivada, en no pocos casos, por el descontento de nuestros atletas con la insuficiente atención que reciben de las autoridades del deporte nacional. Tampoco se refiere Sánchez Serra a las ausencias de Cuba a dos de las tres últimas citas regionales: El Salvador en el 2002 y Mayagüez en el 2010. En ambas ocasiones la justificación se relacionó con “la falta de seguridad” que encontrarían los deportistas cubanos en ambas sedes. La no presencia cubana en dichos certámenes, sin dudas, interrumpió el ciclo de preparación de la mayoría de nuestros atletas.
Y, claro, no se puede obviar que algo marchaba muy mal en la cúpula del Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (INDER). Esa y no otra debe haber sido la razón de la salida de Christian Jiménez como presidente de ese organismo. Nadie cree que, a un mes escaso, de la principal competencia del año se produzca una sustitución por “renovación”, tal y como fue anunciado oficialmente.
La tarea de Cuba en esta cita se torna más difícil si tomamos en cuenta que la isla no competirá en 108 de las 446 disciplinas convocadas, lo que representa que en una de cada cuatro pruebas no habrá atletas cubanos en acción.
Con independencia de los avances que pueda haber experimentado el deporte mexicano, para nadie es un secreto el retroceso de Cuba. Una decadencia -según Sánchez Serra- que tendría que ver, entre otras razones, con una limitante financiera para que los atletas cubanos participen en topes internacionales, además de la no posesión de tecnología de avanzada para el entrenamiento de sus principales figuras.
Los deportistas, por su parte, tendrán que esforzarse al máximo para obtener las medallas de oro, pues en los juegos centroamericanos, a diferencia de los panamericanos y las olimpiadas, solo cuentan esas medallas para ser estimulados de por vida, de acuerdo con las nuevas normativas para el pago a los atletas. Esas son, precisamente, las medallas de oro que necesita el INDER para aventajar a los mexicanos.
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