sábado, 28 de febrero de 2015

Aves de mal agüero


Un hombre habla por un teléfono público en La Habana (Foto Alejandro Ernesto/EFE).
Un hombre habla por un teléfono público en La Habana (Foto Alejandro Ernesto/EFE).
Un tema que se impone discutir en estos tiempos es el obsoleto argumento que no paran de repetir algunos voceros oficiales en cada oportunidad que tienen de enrarecer las relaciones entre Cuba y Estados Unidos o mejor dicho, entre Cuba y el Mundo Exterior. Me refiero a la supuesta “necesidad” de poner en práctica “las medidas correspondientes para evitar la penetración que el enemigo espera tener en la sociedad cubana”.
Hace solo unos días, en el marco de primer Taller Nacional de Informatización y Ciberseguridad celebrado en La Habana, con la presencia física o virtual de miles de ingenieros informáticos, se escucharon discursos realmente alucinantes que lejos de invitar al uso de las oportunidades que se abren para impulsar el desarrollo, llamaban a “ponerse en guardia” ante las nuevas “maniobras” del enemigo para “penetrar” la sociedad cubana.
Me gustaría que alguna de estas aves de mal agüero explicara realmente ¿con qué es que nos quiere penetrar Estados Unidos?. O por lo menos ¿con qué cosa negativa?. ¿Acaso con virus? Para eso están los antivirus. ¿Con información acerca de nuestra propia realidad? Eso el pueblo lo está exigiendo a gritos a nuestros propios medios.
Nuestros jóvenes (…) ya piensan el mundo y conciben sus aspiraciones de la misma forma que los de New York
¿Con propaganda capitalista? Nuestros jóvenes no la necesitan, ya piensan el mundo y conciben sus aspiraciones de la misma forma que los de New York, a veces incluso un poquito más capitalistas que aquellos. ¿Con series, novelas, shows? Es lo que cada noche ve la familia cubana, solo que con una semana de atraso. ¿Con vicios y prostitución? Por favor, esos son campos con enormes potencialidades para sustituir importaciones…
Por más que pienso no encuentro realmente cual puede ser esa oscura incidencia nociva de la que hablan estos señores. ¿No será que más bien preparan el terreno para justificar el excesivo y paranoico control que se piensa tener sobre el futuro internauta cubano?
Creo que el viejo esquema de poder intenta sobrevivir a toda costa, defendiendo su privilegio de ser el único que puede “penetrar” la mente, cada día, las 24 horas, a todos los cubanos y a muchos otros por ahí...
La realidad es que no necesitamos que el gobierno cubano nos “proteja” de ninguna influencia externa. Somos millones los cubanos adultos con la suficiente responsabilidad para tomar nuestras propias decisiones tanto en el mundo físico como virtual, que queremos para nuestro país el mismo acceso a Internet que hoy se generaliza en el planeta. Con todos sus riesgos y sus infinitas posibilidades.
No nos defiendan más, que nadie se los ha pedido.

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