martes, 31 de marzo de 2015

UN DIA COMO HOY, EN LA HISTORIA DE CUBA: CONSTRUCCION DE LA FORTALEZA.

POR: GUIJE CUBA


El 31 de marzo en la Historia de Cuba

• 1589 -

- Tejeda y Antonelli y sus aportes a la construcción de las Fortalezas de La Habana.

Emeterio S. Santovenia en “Un Día Como Hoy” de la Editorial Trópico, 1946, páginas 187-188 nos describe los acontecimientos del 31 de marzo de 1589 en la Historia de Cuba:

   “La villa de San Cristóbal de la Habana no podía quedar a la merced de la suerte cuando ya su importancia y hegemonía estaban de manifiesto. Había sido elevada a capital de la Isla. La prudencia aconsejaba dotar la población levantada a orillas del Puerto de Carenas de elementos defensivos, que la pusiesen a salvo de los ataques enemigos. La Metrópoli lo consideró así, y se ocupó en atender necesidad tan premiosa.

   “El maestre de campo Juan de Tejeda y el ingeniero Batista Antonelli fueron encargados de dirigir, cada quien en la esfera de sus atribuciones y de su competencia, las obras demandadas por La Habana. Al hallarse ambos en la capital de la Isla, para emprender aquellos trabajos, su pericia y la confianza que inspiraban en la corte española estaban justificadas por la comisión que acababan de cumplir en otras posesiones americanas, donde habían llevado a cabo el estudio y proyecto de importantísimas fortificaciones. Sus trabajos en Cuba abonarían justamente la fama adquirida en el ejercicio de aquellas especiales funciones. La ocasión aquí sería más propicia, por lo mismo que el Puerto de Carenas, situado en el crucero del Nuevo Mundo, poseyó siempre carácter y condiciones excepcionales.

   “Tejeda y Antonelli se hallaban en La Habana, en disposición de desarrollar los proyectos defensivos ideados respecto de esta plaza, en 31 de marzo de 1589. Acompañaban entonces al Gobernador General, como refuerzo y procedentes de Tierra Firme, cien hombres, que debía utilizar vigilando y abasteciendo los destacamentos de La Florida. Pero lo primordial, lo preferente, entre los encargos confiados a Tejeda, consistió en la construcción de dos fortalezas en La Habana. Para ello, precisamente, venía asesorado de técnico tan reputado y competente como Batista Antonelli.

   “Antonelli, eficazmente apoyado por Tejeda, se consagró a la realización de las obras proyectadas. De la Corte vinieron las instrucciones concernientes al plan de fortificación, sin que las facultades de Tejeda ni las de Antonelli fuesen bastantes para introducir innovación o mudanza de ningún género. Había que levantar, y se levantó, un cuadrilátero atrincherado que después se convirtió en un castillo y comenzó a llamarse La Punta, y había que edificar el de El Morro, y se edificó, sobre un punto adecuado para impedir el paso de todo enemigo por el canal de la bahía.

  “La construcción, por su naturaleza y consistencia y por las dificultades propias de la época, se prolongó por no poco tiempo. Su eficacia era manifiesta, aunque no absoluta. La eminencia del otro lado de la bahía seguía sin fortificación alguna. Y quien ocupase aquélla en son de hostilidad acabaría por ser dueño de La Habana, como observó Batista Antonelli.”

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