Cuba actualidad, San Agustín, La Habana, (PD) La ley es el instrumento de la justicia que la garantiza y establece las sanciones para quienes la vulneran. Es por ello que no puede existir una sociedad justa, mientras exista tan solo uno de sus integrantes que se encuentre por encima de las leyes, pues entones, inevitablemente, la justicia se hace vulnerable. Es lo que sucede en Cuba.
La elite gobernante, los dioses del poder, como prefiero llamarles, están muy por encima de la ley y la justicia, por lo que jamás ninguno de ellos ha tenido que rendir cuentas ante un tribunal de justicia, a pesar de sobrar razones para ello.
Un ejemplo muy sencillo lo es el hecho de que por muchos años al pueblo cubano le fue negado el derecho de poder disfrutar de los hoteles en su propio país, violándose, de manera flagrante, el apartado seis del artículo 43 de la Ley Suprema cubana, el cual estipula de manera clara, que el Estado garantiza el derecho a los ciudadanos de alojarse en cualquier hotel del país.
¿Quién respondió por la violación de este precepto constitucional? Nadie.
¡Pero es que no puede ser de otra manera!
Si consultamos la constitución vigente en Cuba, y todas las demás leyes y disposiciones legales que conforman el sistema jurídico cubano, nos percatamos de que absolutamente en ninguna de ellas se da la posibilidad de juzgar a estos súper-dioses, en contraste con las dos Constituciones que la precedieron.
El inciso a del artículo 122 de la Constitución de 1940 establecía que entre las atribuciones propias del Senado estaba la de juzgar al presidente de la República, por delitos contra la seguridad exterior del Estado, por interferir en el normal funcionamiento de los poderes legislativo y judicial, o por infracción de los preceptos constitucionales.
De igual manera, el apartado primero del artículo 47 de la Constitución de 1901, así lo establecía.
¿Se imagina usted que la Constitución cubana actual estableciera esta posibilidad, como lo hacían las dos Constituciones que la precedieron?
De seguro que los dioses de la revolución, al menos estuvieran condenados a prisión perpetua, o tal vez enviados a los confines del infierno.
Es por ello señores, que en Cuba no se puede hablar de justicia, pues esta, ante los dioses del poder, se desvanece.
Para Cuba actualidad: nelsonchartrand@gmail.com
www.facebook.ClubAnarcocapitalistaCuba
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