Emite este domingo la producción 'Un poco más de azul', de los realizadores Fernando Villaverde, Manuel O. Gómez y Fausto Canel.
Un filme cubano que permaneció guardado por 51 años en los archivos de la Cinemateca de Cuba, se estrenará en el programa de Alejandro Ríos "La mirada indiscreta", del canal miamense América TV, el domingo 28 de junio, a las 8 pm, informa Martí Noticias.
Un poco más de azul (1964) es una película de tres cuentos, dirigidos por documentalistas que comenzaban así su primer trabajo de ficción: Fernando Villaverde, Manuel Octavio Gómez y Fausto Canel.
Al igual que el primer cuento, "Elena", de Villaverde, "El final", de Canel, fue prohibido por el Instituto del Cine y nunca fue exhibido por considerar que se apartaban peligrosamente de la ortodoxia oficial.
"Era la primera vez en el cine cubano que se mostraba a alguien queriendo irse de Cuba, y no un batistiano, como decía el discurso oficial, sino un cubano común que no le gustaba el rumbo que estaban tomando las cosas", dijo Canel, quien cuatro años después se marchó a París, Francia.
El director cuenta que los tres directores embarcados en el proyecto acordaron apartarse de la epopeya castrista y centrarse en la realidad cubana. "De ahí el nombre Un poco más de azul; la cosa se estaba poniendo demasiado roja", apunta el director.
Las historias fueron censuradas expresamente por Alfredo Guevara recién terminadas en 1964, a pesar de que un año antes cuando leyó el guión accedió a la filmación. "Lo primero que me dijo Alfredo fue: 'Tienes que quitar el discurso de Fidel del final'", contó Canel. "Y el discurso de Castro era y es esencial para comprender las motivaciones de los personajes".
Pero, a pesar de retirar el fragmento, la dirección del ICAIC no cedió y el filme terminó en el piso de uno de los salones de la Cinemateca de Cuba, hasta que hace seis meses el actual director de esa institución, Luciano Castillo, recuperó la copia perdida y la entregó a Canel en una visita a Miami.
"No tenía muchas esperanzas de encontrarla. Traté de recuperarla varias veces durante todos estos años, pero no tenía quien se ocupara. Nadie sabía dónde estaba. Hasta que hicieron a Luciano director de la Cinemateca, una persona honesta, que la buscó y la encontró", apuntó el director.
"Lo que más temía era que se volviera una melcocha, pero no, estaba ahí intacta, en el suelo de uno de los salones del archivo. También es cierto que jamás pasó por los aparatos de proyección, así que no se dañó por el uso", agregó.
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