Por: Lcdo. Sergio Ramos
“Gloria al bravo pueblo…” Así empiezan las estrofas del Himno Nacional de Venezuela. Y es cierto, una vez más, hoy el pueblo venezolano se llena de gloria con el coraje y valentía con el que está combatiendo el despotismo castro-chavista. Con asombro y admiración el mundo observa la valentía del pueblo venezolano en su lucha por recuperar la libertad y la democracia, hoy conculcada por el dictador Nicolás Maduro.
El pueblo de Venezuela se ha lanzado a las calles. Con valor y heroísmo confrontan sus jóvenes a los esbirros de la dictadura, entre los cuales se esconden, disfrazados con uniformes de la Guardia Nacional de ese hermano país, los agentes, oficiales y soldados de las tropas especiales de las Fuerzas Armadas y del Ministerio del Interior de Cuba, en una invasión solapada que vulnera la soberanía de ese país.
Las fuerzas represivas del régimen han causado 75 asesinatos entre los jóvenes y opositores venezolanos, algunos de ellos menores de edad.
A medida que avanzan las fuerzas opositoras en pos de la libertad, más cruel y brutal se ha ido tornando el régimen de Maduro. Recién acabamos de escuchar el llamado del opositor encarcelado Leopoldo López gritándole a su esposa, la valiente opositora Lilian Tintori, desde una ventana de la cárcel militar del Ramo Verde, que lo están torturando.
Pongámoslo claro, Maduro es culpable de crimines de lesa humanidad contra el pueblo venezolano y debe ser procesado y condenado por el Tribunal Penal Internacional de La Haya al igual que se hizo con los serbios durante la Guerra de los Balcanes o los genocidas Nazis o el caso de Thomas Lubanga Dyilo de la República Democrática del Congo, entre otros.
No empece, el pueblo sigue tomando las calles y confrontando abiertamente las tropas represoras. Un ejemplo digno de admiración y respeto. Una lección a seguir por los pueblos oprimidos del mundo. Un ejemplo a seguir por el pueblo esclavizado de Cuba.
El pueblo cubano está sumido en un estado letárgico de terror y desesperanza que durante más de cinco décadas le ha inculcado la tiranía castrista a base del mismo método que ahora, siguiendo los asesoramientos e instrucciones de la dictadura de Cuba, Maduro, intenta de aplicarle al pueblo venezolano.
En Cuba 58 años de brutal represión los cubanos de adentro de la isla, la mayoría de pueblo detesta al injusto y represivo sistema. Sin embargo, con la excepción de grupos de opositores que con valor y coraje confrontan abiertamente a la dictadura, el resto de los ciudadanos están arropados por la desesperanza y el miedo, y se enfocan en que la salida del país como solución a la esclavitud que les imponen, en vez de buscar la libertad con resolución a través de la acción interna contra el régimen tal como lo hace el pueblo venezolano.
Y no es que en Cuba no haya habido luchas también heroicas contra la dictadura castrista. En aquel entonces, en medio de la llamada Guerra Fría y con todo el respaldo con que el dictador Castro tenia de parte de la otrora superpotencia mundial, la Unión Soviética. Cabe destacar las heroicas guerrillas del Escambray que pelearon en gran desventaja numérica y armamentística. La traicionada invasión de la Brigada 2506 en Bahía de Cochinos, abandonada a su suerte sin el prometido apoyo aéreo y logístico; las acciones de infiltración y ataques comandos de la Operación “Mangoose” y de varias organizaciones del exilio hacia Cuba; la lucha por los caminos del mundo, incluyendo los que pelearon contra las tropas castristas en Angola, en el Congo y en otros países. Muchos de estos intentos fracasaron o por la falta de apoyo o por el retiro de la ayuda de quienes figuraban como nuestros aliados.
Pero estamos ante otros tiempos. El tirano mayor ha muerto, la dinastía castrista sigue en el poder, pero muy envejecida; una nueva generación de cubanos opositores surge dentro de la isla y otro es el panorama internacional.
La solución de la larga crisis de las libertades en Cuba tiene un camino similar al que han adoptado los venezolanos. La pública y pacifica oposición unida en la diversidad, la desobediencia civil masiva y coordinada a nivel nacional abarcando todo el territorio nacional, la simultanea protesta pacífica en las calles a los largo y ancho del país, la defensa y reclamo público y solidario de los derechos del pueblo ante las injusticias, los abusos, el discrimen y los atropellos que comete la dictadura contra el pueblo cubano, privándoles de sus derechos sociales y laborales, así como de sus derechos humanos.
La lucha nacional de confrontación pacífica contra la tiranía desarrollada de forma unida, solidaria, coordinada, masiva y esparcida por todo el país, al tiempo que el exilio se suma masivamente en apoyo y solidaridad con los hermanos de dentro de Cuba, tal como hoy ocurre en Venezuela, ¡Esta es la respuesta!
No es fácil la tarea, pero si es posible. Todo está en tomar cada uno de nosotros los cubanos, la resolución de luchar por ser libres, por tener un país justo, de todos y con todos, democrático y pleno de bienestar y progreso para todo el pueblo…
Ahí está el camino hacia la libertad: Recordad, las estrofas aleccionadoras del Himno Nacional de Venezuela que nos indica la ruta: ” Y si el despotismo levanta la voz, ¡seguid el ejemplo que Caracas dio!”
San Juan, Puerto Rico a 25 de junio de 2017
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