lunes, 29 de enero de 2018

…Por eso me fui de Miami…






Antonio M.Abradelo 

Jan 29 at 10:21 PM


From: Enrique Artalejo 

From Mayda Saborit

…Por eso me fui de Miami…

Miami es la ciudad  que me recibió cuando salí al exilio. En Miami crecieron mis hijos,  en Miami se guardan las memorias de esos primeros años de trabajo y sacrificio por subsistir, por salir adelante. 
El primer eficency, la primera renta, la oficina donde tuvimos que hacer la aplicación para los food stamp, cuando no teníamos suficiente y nos la vimos gris, la casa que compramos… En Miami vive mi familia y mis buenos amigos. Gente luchadora que salieron (algunos de ellos) para no volver…
Y aclaro esto porque no quiero que como en el post  “Hialeah la ciudad que prospera” se me malinterprete o piense que estoy generalizando… Pero Miami además de todas las cosas que representa para mí y mi familia, es la ciudad de la transgresión, del cambio constante, la metamorfosis.
Miami es el receptáculo que ha recibido toda la crisis de valores de esa población nómada…, de esos cubanos de por décadas…, y sobre todo al hombre nuevo…, el de las dos últimas décadas  que ha estado llegando.
 En Miami el cubano que en generalidad no es blanco, se transforma en rubio o rubias de lentes azules… Los cubanos mulatos o negros son llevados hacia Europa,  pero los pocos que arriban a estas tierras y se quedan por Miami tienen hasta que responderle a los propios coterráneos la pregunta de “¿Y tú de dónde eres? Como si en Cuba nunca hubieran visto un negro.
El cubano después de tanta desgracia y escasez llega y parece al instante olvidar su pasado, de donde viene y sobre todo por qué salió…, y se convierte en un ser frívolo, trivial. Sus temas de conversación no son el acontecer diario, lo que afecta a la comunidad…, sino el carro nuevo, el último modelo…, a todo esto se adiciona el ambiente contaminado de envidia…, no de cualquier envidia sino de esa que carcome…, esa envidia expresión directa del comunismo, el sello del castrismo en el hombre nuevo. Entonces las personas están más enfocadas en desear lo que tiene el prójimo que en trabajar duro para obtener lo mismo o algo mejor… Llegan y ven  las glorias (de los que ya están establecidos)  pero  no la historia.  
Si te compras un carro nuevo los demás quieren tener uno mejor, más grande y del último modelo para desplazarse de sus mal remunerados empleos al eficency donde estrechamente viven sus vidas. Así ves en las calles dentro de los autos las caras de enfado, de frustración al vivir endeudados en el acto sempiterno de querer tirarse el peo siempre más alto que el nivel del c... 
Si te parqueas en un shopping pequeño tu carro sale con más arañazos y magulladuras en 20 min que lo que puedes infligirle tú en 20 años de uso. La violencia en las calles, el incesante sonar de las cornetas de los carros, la falta de cortesía al cambiarte de carril, donde colocar los intermitentes es el mayor de los errores, es como dejarle saber al enemigo de tu próxima jugada en el tablero…Son muchos los recién llegados y todos con estrenadas licencias de conducir que no avalan con experiencia alguna. Los accidentes a la orden del día, la estafa a los seguros…, las personas más interesadas en que los choquen por detrás para establecer una demanda que les haga prósperos en dinero, que en evitar un accidente.
El hombre nuevo es insufrible…,  con esa mala costumbre de que le pongan todo en la mano, como cuando vivían en Cuba y solo se tenían que preocupar por pedir la recarga al celular  y asegurar la remesa de dólares de un familiar aquí que no importaba con cuanto sacrificio mandaba el dinerito sino la cantidad que les enviara a Cuba. Llegan y comienzan a criticar a los EEUU pero no se preocupan por superarse, conseguir un mejor empleo y doblar el lomo para así vivir del sudor de su frente, más bien siguen aferrados a la mentalidad de vivir del sudor del de enfrente.
Los negocios ni se diga, pululan, las “agencias de envíos y viajes a Cuba” negocios estrechamente vinculados a la economía de los Castros en Cuba y que extraen pingues ganancias de la necesidad del familiar en la isla y del asalariado aquí garantizando el envío hacia allá, hasta dan trabajo y oportunidades a “LAS MULAS “de viajar con el pasaje gratis a cambio de llevar unas libras a Cuba. Las mamás con sus niñas, que si sale más barato ir y hacer los quince allá que hacerlos aquí, que si por unos cientos $ se pueden tirar las fotos allá en cambio aquí por más de dos mil.
Pero lo que más fastidia y exaspera son los comunistas de sangre azul, aquellos que se cansaron de jeringar y chivatear allá, y ahora son residentes aquí (y hasta ciudadanos), los “compañeros de Miami” más comunistas y castristas por costumbre que por ideología, aquello hace mucho no tiene ideología ni mucho menos un nivel de vida decente que ofrecer a sus adeptos y terminan viniendo para acá “a vivir en el monstruo” A llenarse la boca de hablar bien de aquello aquí, aprovechando eso de lo de la libertad de expresión que ellos mismo reprimieron allá en nosotros y que aquí usan para darse el libertinaje de seguir reprimiéndonos en democracia. Y ahí los tenemos hasta de vecinos, fueron del PCC, se vistieron de verde Minint y aún tienen  la mentalidad y el descaro de no aceptar que aquí si somos todos iguales, que tenemos los mismos derechos y oportunidades de tener lo que seamos capaces de lograr,  pero siguen anquilosados sin entender cómo los “gusanos” aquí tenemos lo mismo o más que allá ellos solo eran los que podían tener.
En fin amigos, hay una página muy popular que se titula “por eso me fui de Cuba”  pero hoy yo parafraseándola les aseguro que  por todo lo anterior…, y todavía más,  aunque llevo la capital del exilio conmigo a donde vaya… Por eso me fui de Miami.

Mayda Saborit

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