lunes, 16 de septiembre de 2024

EL MACEO DE NUESTRO TIEMPO

EL MACEO DE NUESTRO TIEMPO  
Por Alfredo M. Cepero
Director de La Nueva Nación
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Para sus amigos y admiradores—entre ellos me encuentro yo—Pupo es el Maceo de nuestro tiempo.

Se equivocan aquellos que dicen que el General Antonio Maceo y Grajales ha muerto. La vida terrena de Maceo dejó de existir el 7 de diciembre de 1896,  en el potrero de San Pedro, cerca de La Habana.  “Esto va bien”, fueron las últimas palabras del Lugarteniente General Antonio Maceo y Grajales a sus compañeros de armas, cuando un balazo en la cara lo hizo desplomarse de su cabalgadura y expirar, al cabo de un minuto. Tenía 51 años y había recorrido toda la gama del vocabulario militar de soldado a general.
Para quienes trabajamos por la libertad  de Cuba Maceo no ha muerto. Por el contrario, se ha multiplicado en los centenares de miles que luchan en las montañas, en las calles, en las cárceles y clandestinidad por la libertad de Cuba. Tal es el caso de Carlos Manuel Pupo Rodríguez, quién—el 11 de julio de 2021—se sumó en su pueblo de San Antonio de los Baños al centenar de cubanos que a lo largo y ancho de nuestra isla dieron un grito de libertad de la tiranía castro-comunista. Para sus amigos y admiradores—entre ellos me encuentro yo—Pupo es el Maceo de nuestro tiempo.
DEMOS RESPUESTA A MI AFIRMACIÓN
Su vida ha sido un almanaque de rebeldía contra la tiranía y ha pagado el precio por su conducta patriótica. Pupo nació el 3 de mayo 1954. A los 26 años—en 1980—ya estaba enfrascado en la lucha contra la tiranía Castro-Comunista. Por entonces visitaba la vivienda de calle 8 y Aldabó, donde vivía el anticastrista y anticomunista, Gustavo Arcos Bernes. Dos años después—en 1982—se enfrentó a una manifestación comunista. En 1990 pierde la vista en el ojo derecho. En 1994 participa en “el maleconazo”.
En el 2005 ocupa el cargo de Coordinador Nacional del Movimiento por Cuba Libre. Dos años después—2007—forma parte del ejecutivo en la Agenda para la Transición. Y en 2009 ocupa el cargo de Coordinador Nacional del Partido Unión por Cuba Libre (PUNCLI). En el 2013 se une al Dr. Oscar Elías Biscet para fundar el Proyecto Emilia, en honor de la patriota matancera Emilia Teurbe Tolón, esposa del poeta Miguel Teurbe Tolón, amigo del invasor de Cárdenas Narciso López.
El 11 de enero de 2017 tuvieron que operarlo de urgencia por fractura del fémur y de la cadera. En 2019 Plantón de 10 días en la Sede del PUNCLI y Proyecto Emilia, San Antonio de los Baños. Y  el 11 de julio de 2021 lanza el Grito de Libertad en San Antonio de los Baños. El 4 de septiembre, de 2021 es ingresado en el hospital provincial de Artemisa, por su segundo Infarto Cerebral Isquémico. Además, golpiza de los guardias en la prisión de Guanajay el 13 de noviembre 2021.
EL EJEMPLO DE “PUPO”.
Basta ya de golpizas y enfermedades. Pasemos revista a su ejemplo para las actuales y futuras generaciones de cubanos. Este hombre se ha inmolado en el altar de la patria sin otro objetivo que hacerla grande, libre y soberana. Es el Maceo de nuestros tiempos que predica con el ejemplo antes que con las palabras. Imitarlo es nuestro deber si queremos merecer el gentilicio de cubanos.
Hace solamente 4 días, Pupo fue enviado para su casa y le ha sido otorgada una libertad extrapenal por el término de un año, al cabo del cual deberá tramitar los documentos nuevamente. Tiene paralizado todo el lado derecho de su cuerpo padeciendo también dificultades al hablar. A sus 70 años de edad es ya muy difícil que pueda recuperar los atractivos de una vida normal.
Pero el ejemplo de su coraje servirá de estímulo a las generaciones de cubanos que luchan por nuestra libertad. Porque una conducta es siempre más elocuente que un discurso. Ese es el caso de este patriota con mayúscula que se llama Carlos Manuel Pupo Rodríguez. Su hablar, aunque limitado, será la estrella polar de la libertad de Cuba. Ante su ejemplo me siento pequeño pero afortunado de compartir con él nuestro paso por el planeta Tierra.
Sus verdugos han querido minimizar su ejemplo y empequeñecer su estatura, pero han sucedido todo lo contrario: lo han elevado al paraíso de los Dioses de la nuestra libertad. Porque no hay hombre pequeño cuando su causa es grande. No hay hombre pequeño cuando la causa por la cual luchan alcanza dimensiones siderales. Ese es el caso de Carlos Manuel Pupo Rodríguez, nuestro hermano de metas, propósitos y objetivos. Yo no me atrevo a tratar de imitarlo.
No tengo seguridad de que me lo encontraré antes de nuestra transición al infinito, pero donde quiera que me lo encuentre hare el mayor esfuerzo por imitar su ejemplo. Porque Pupo hizo del coraje un arma para la lucha y del amor a Cuba una puerta hacia la inmortalidad. Yo estoy seguro de que lo ha logrado. Ante su forma de vivir y luchar yo me siento como un pequeño grano de arena.
Cuba será libre un día y Pupo estará a la cabeza de la mesa. Otros estaremos adonde los vientos nos lleven. Pero donde quiera que estemos debemos de tener el coraje de imitar el ejemplo de Carlos Manuel Pupo Rodríguez, el  Antonio Maceo de nuestro tiempo.
9-14-24

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