jueves, 17 de abril de 2025

Marco Rubio realiza excelente trabajo: los quejidos del régimen de Cuba

Marco Rubio realiza excelente trabajo: los quejidos del régimen de Cuba
 
El Secretario de Estado es elogiado por su firme postura ante el régimen cubano, mientras se critica la conducta autoritaria de líderes como Putin y Castro
Dr. OSCAR ELÍAS BISCET
La vida a veces es como un dèjá vu. Por tal razón, el poeta expresó que “Aquello que fue, ya es; y lo que ha de ser, fue ya; y Dios restaura lo que pasó”. Quizás la presencia de injusticias en la sociedad no ha cerrado el ciclo de la vida y resurgen los nuevos tiranos para que la ciudadanía repare los agravios sociales y conlleve a la justicia y se consolide la libertad.

En muchas ocasiones los tiranos están embriagados de esa sensación del dèjá vu (algo que vemos, ya lo hemos visto); porque buscan en el pasado para extrapolarlo para el presente y satisfacer su intensa e ilimitada codicia, que sólo pueden ejecutar por la hipocresía y la cólera endulzada hasta controlar el país y expresarlas en sus leyes.

Ellos piensan haber estado en el lugar (dèjá visité) o la sensación de haber estado ya en una situación vivida antes (dèjá vécu) y una vez vueltos a la realidad se ofuscan a la búsqueda de aquellos objetivos injustos y rescribir la historia. Esto lo vemos con claridad en los tiranos Fidel Castro y Vladimir Putin. Tan enajenado de orgullo estuvo Putin que hizo una estatua a Fidel Castro en Moscú.

El autócrata Putin, al conocer que otro país planificaba poner cohetes nucleares cercanos a su frontera y apuntarían sobre él, sus bases militares en su territorio y en defensa de los pueblos europeos, se descompuso mentalmente y comenzó a lanzar improperios sobre quien había comunicado tal proceso, el presidente Emmanuel Macron y lo calificó de ser Napoleón [I].

De la misma manera, uno de los esbirros de Putin, el canciller Serguéi Lavrov, apoyó aquella idea arbitraria contra el presidente Macron y no sólo recalcó el nombre de Napoleón I, sino que intensificó la dureza de su mensaje al compararlo con el cruel dictador Adolfo Hitler. Así rechazó la disuasión nuclear francesa para Europa y el plan de paz de Francia para Ucrania.

El presidente Macron es constitucional, democrático y respeta el estado de derecho y la libertad del pueblo francés. Entregará el poder del país de forma democrática, como en estos últimos 80 años, después de la victoria en la Segunda Guerra Mundial. Todo lo contrario de Napoleón y Hitler, subyugaron a sus pueblos y en sus despotismos y belicismos lanzaron guerras de rapiñas con la invasión y ocupación de casi toda Europa.

Posiblemente Putin y sus secuaces pensaron que el presidente francés traicionaría la república y los valores del republicanismo, concentrado el poder como hizo Napoleón y Hitler. El primero destruyó la Revolución Francesa e impuso el Imperio Francés, coronándose emperador, y Rey de Italia, eliminando la República Cisalpina (1797-1805), creada por él mismo. También con el mismo mal propósito condujo a la República de Venecia (697-1797).

Napoleón ejecutó su mandato por un plebiscito popular (1804) y Hitler en elecciones democráticas de la República de Weimar (1919-1933). Pero lo más repugnante de ambos dictadores es que realizaron complots en secretos para destruir a otros países. El francés concretó con Rusia el Tratado de Tilsit para cerrar totalmente con el embargo a Gran Bretaña, o sea, el bloqueo marítimo continental.

Asimismo, Alemania nazi y la Unión Soviética (URSS) realizaron el tratado Molotov-Ribbentrop o Hitler-Stalin, firmado en Moscú, donde ondeo la bandera de la esvástica nazi y por la amistad hubo un brindis de Stalin por la salud de Hitler, y acordaron invadir y repartirse Europa Oriental.

La Rusia soviética (URSS) ocupaba Polonia del este, las Repúblicas del Báltico (Letonia, Estonia y Lituania), Finlandia, Moldavia y parte de Ucrania. Nueve días después comenzó el enfrentamiento bélico más violento de la historia de la humanidad, la Segunda Guerra Mundial, 1 de septiembre de 1939.

Aquella política imperial de divide et impera (divide y vencerás) de Napoleón y Hitler es hoy aplicada por Putin, quien da crédito al pacto Hitler-Stalin, que no ha hecho efecto y la mayoría de los países de la Unión Europea mantienen la unidad de criterios (26/27), sobre todo las potencias nucleares de Reino Unido y Francia, en cuanto a la paz permanente y la soberanía e integralidad territorial de Ucrania.

Un gravísimo problema se ha buscado el tirano Putin; cuando el paradigma imperecedero de las heroínas luchadoras por su suelo patrio y la libertad, Brunilda, Juana de Arco, Boudica y Margaret Thatcher, se ha manifestado en el sentir de las duras, heroicas y sabias damas Kaja Kallas, Ursula von der Leyen y Mette Frederiksen.

Un senador estadounidense había recomendado públicamente la necesidad imperiosa del levantamiento en Rusia de un Bruto (Marco Junio); tal vez no sea importante ahora las acciones de las vengadoras de la libertad Charloyte Conday, Fanm Kaplan, Margaretha G. Zelle y Erika Chambers, con la presencia en la Unión Europea de Kaja, Ursula y Mette, la victoria es construir el Estado Federal de la Unión Europea y continuar las palabras de la líder británica Thatcher: “Debes mantener una voluntad de hierro”.

El excelente trabajo de Marco Rubio, secretario de Estado de Estados Unidos de América, en particular con el apoyo solidario a los derechos humanos y las libertades fundamentales del pueblo cubano. Marco es una figura importante, personalidad de luz para un pueblo que vive en la oscuridad constante, no por los apagones eléctricos, sino por la vivencia en una sociedad de miedo.

La vieja fórmula de divide y vencerás, en maniobra por el designado gobernante Miguel Díaz-Canel, no tendrá efectos menguantes, ni sus arbitrarios calificativos destructivos, contra el jefe de la diplomacia americana Marco Rubio. En Cuba existe una dictadura totalitaria comunista, un sistema estructuralmente inviable, fracasado y depredador de la libertad, dirigido por el Partido Comunista de Cuba (PCC).

Así como el bloqueo continental napoleónico no pudo con los británicos por la falta de complementación de una poderosa flota naval francesa, destruida por la armada inglesa en la batalla de Trafalgar, la directiva administrativa estadounidense tiene muchos ejemplos en la historia y la ejecución de una oposición efectiva, máxime, en las observaciones del senador Barry Goldwater (1952-1964 y 1974-1987), la trilogía de Goldwater: embargo económico, bloqueo militar y medidas militares directas, a la tiranía castrocomunista.

Por supuesto, un Plan Valquiria triunfador es posible en Cuba. Aunque el Ejército está más aterrorizado que la población, siempre existen militares dignos, quienes hacen ejecutables las trasformaciones justicieras. Aún más realista es una sociedad civil independiente y robusta, que en su actuación cívica obstaculice la orden de combate del PCC y descomponga al régimen castrista y fomente la democratización y formación de una Cuba libre.

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