viernes, 16 de julio de 2010

HABÍA QUE PONER EL MUERTO

PUBLICADO PARA HOY 17 DE JULIO



Por Ramón Díaz-Marzo

Habana Vieja, La Habana, (PD) La zapata de todo edificio es la que determina su construcción, su futuro. Y conscientemente esa zapata la puso el mártir Orlando Zapata Tamayo.

Sin la muerte de Orlando Zapata Tamayo ahora, políticamente, el régimen de La Habana no estaría entre la pared y la espada, y no se hubiera visto obligado a negociar la libertad de los últimos 52 periodistas independientes arrestados y condenados injustamente en la Primavera Negra del año 2003.

La historia política de cualquier país, por muy pequeño que sea, tiene algo de turbulento, neblinoso, y jamás mostrará toda la verdad. En anteriores artículos hemos dicho que toda la verdad política nunca (salvo en contadas ocasiones) ha estado al alcance de la opinión pública. Los políticos, igual que las Parcas, tejen el destino político de los pueblos tras bambalinas, y en este caso, ni siquiera los periodistas tienen acceso a la verdad. La verdad sólo se conoce cuando han pasado los años y la generación que tenía algo que ocultar ha desaparecido y otros son los intereses.

En el caso cubano tenemos tres hechos consumados:
• La muerte de Orlando Zapata Tamayo.
• La resistencia y protesta pacífica de las Damas de Blanco.
• La crisis económica que azota a la Isla.

Ahora sólo nos resta agradecer que los acontecimientos hayan terminado con un final “feliz”, pues lo importante era y es que nuestros opositores y periodistas independientes fueran liberados y desterrados en su totalidad.

No obstante quiero aprovechar para reconocer lo que Ninoska Pérez Castellón ha declarado desde el exilio. Ella ha dicho que la dictadura de los hermanos Castro volverá a llenar las cárceles con nuevos periodistas independientes y opositores pacíficos. No dudo que vuelvan a llenar las cárceles con algunos, pero no con todos los que no fuimos honrados con ser apresados en la Primavera Negra.

Digo que no lo dudo, más no lo afirmo, pues otra vez el régimen de La Habana podría echar por tierra los “avances” que en Derechos Humanos ahora ha logrado con la excarcelación y destierro de los héroes de la Primavera Negra”. Pero nos van a perseguir y a entretenerse con nosotros haciéndonos sufrir del siguiente modo: a cada periodista independiente le aplicarán tortura blanda de un modo personalizado. Y ese modo personalizado será tan sutil que tal parecerá que no nos molestan. Pero nos harán exactamente como dicen ridículamente algunas preguntas que te hacen en la Oficina de Intereses aquí en La Habana cuando solicitas el estatus de Refugiado Político. La vida un yogur.

Aun cuando nos apliquen tortura blanda, estamos bien, lo importante es vivir, poder continuar y decir a la Dictadura la verdad que los medios estatales de información no dicen. Si nos pudieran ejecutar, como hacen en otros países, lo harían. Pero no pueden hacerlo de un modo tan burdo pues de inmediato saltaría a la vista ante los ojos de la opinión pública internacional.

He conocido en carne propia la tortura blanda y nunca me he tomado el trabajo de explicarla. Les puedo asegurar que la tortura blanda es atroz. Te estremece si no estás suficientemente motivado. Algunos no logran resistir y ceden.

Los factores secundarios con poder que participaron en el ansiado resultado, la libertad de nuestros periodistas independientes, (la Iglesia Católica Cubana y el canciller español Moratinos), deben ser respetados porque, repito, ayudaron a los periodistas independientes y opositores que permanecían encarcelados a salir del infierno de la prisión y salvar la vida de los más enfermos.

Por supuesto que esperamos y le pedimos a los Castro que otros prisioneros de conciencia también sean liberados próximamente.

Ahora, la “guapería” de algunos cubanos, dentro y fuera de Cuba, aflora. Dicen estar felices por esta batalla que se le ganó al mal, pero alegan que no son felices totalmente. Entonces entran en toda una serie de razones y hablan y escriben que tal parece que la libertad de los periodistas independientes y opositores excarcelados no sea un triunfo del sentido común.

Si detrás de estas negociaciones se han movido intereses turbios, qué le vamos hacer, a fin de cuentas nosotros, los cubanos de a pie, dentro y fuera de la Isla, no somos las Parcas que tejen y destejen el destino del pueblo cubano. Por supuesto que en este tejido hay un por ciento que nosotros mismos podemos determinar y las Parcas de turno no lo pueden impedir. Por eso digo que un determinante esencial fue la muerte del mártir de la patria cubana Orlando Zapata Tamayo. ¡Gloria Eterna a él!

ramon597@correosdecuba.cu



Foto: Marcelo López

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