PUBLICADO PARA HOY 17 DE JULIO
Por Lucas Garve
Mantilla, La Habana, (FLE*-PD) Resulta que el término “apalancar” designa a aquellos que guardan o esconden algo y en otra acepción se acomodan en un sitio sin querer moverse de él, según el imprescindible DRAE.
Este verbo sirvió hace poco al académico Esteban Morales en una declaración para denominar a quienes en las altas esferas del Gobierno o bajo su sombra, lucran y acumulan bienes materiales y financieros para disponer de ellos a la hora irremediable del cambiazo.
Sólo faltó al reconocido investigador agrupar bajo el vocablo de apalancado a algunos miembros de la oposición cubana, a la que calificó de conjunto casi de inocua por su debilitamiento.
Realmente, si usted conoce algo del panorama opositor cubano concordará con lo anterior. Los apalancados existen. Sí, para beneplácito de cierta prensa extranjera que los convierte en “gurús” de la situación nacional, de salones diplomáticos y hasta del régimen comunista. Puesto que con sus idas y venidas, declaraciones por cualquier cambio meteorológico, parrafadas émulas del periódico Granma en páginas digitales y sostener actitudes y posiciones que por parecer a contra corriente, se dan el brazo con la de los viejos militantes comunistas.
En este ring de boxeo sin guantes en que se ha convertido el escenario nacional, donde cada quien hala para su lado, el papel de los apalancados es el de acaparar más influencias. Pudiera ser que en un futuro no lejano, ellos tengan la posibilidad de ocupar una butaquita en el salón plenario de la Asamblea Nacional, un aspecto no desdeñable de tener en cuenta, si acaso la oportunidad se llegara a dar.
Así van las cosas y no es de extrañar que les provoque escozor la relevancia de las Damas de Blanco como grupo unido por la liberación de sus presos condenados injustamente. Que se afanen por minimizar la importancia del papel del exilio a lo largo de estos cincuenta años, condenen con más encono que en Mesa Redonda, a gente como Marta Beatriz Roque Cabello y, asimismo metan, lo que les falta, la cabeza, en otro espacio para desalojar a quienes se lo ganaron al pretender arrastrar su ineficacia al campo de la prensa independiente.
Ocurre que es necesario entonces repetir aquello de “zapatero a tus zapatos” a una buena hilera de busca vidas que pululan y lastran el archipiélago opositor cubano. Sin parar en mientes, ahora se enmascaran con la buena fe de los espectadores de circo y remiten soluciones milagrosas para desanudar el entuerto de una política que utiliza el embargo al gobierno cubano como base.
Es obvio, y lo he expresado en varias ocasiones, que el inmovilismo no sirve para nada. La flexibilidad no tiene que confundirse con el abandono de los objetivos y fines que se persiguen; así como la cortesía no quiere decir debilidad.
Sin embargo, algo muy diferente es que el lobo bote sus colmillos y se revista con piel de oveja. A esta altura del juego, nadie lo creerá sinceramente. La buena fe en el diálogo y el compromiso político han encontrado tierra fértil en algunos espacios, pero faltan las acciones consecuentes.
Sin lugar a dudas, la presión internacional unida a la falta de liquidez financiera producto de la profunda crisis económica son las palancas que han movido al gobierno cubano a sacar algunas cartas que tenía guardadas bajo la manga para seguir en el juego y no las ha agotado.
Tanto usted como yo estaremos de acuerdo, a fuerza de ser sinceros, que el juego está apretado para el régimen y ahora se necesita algo más que buena fe sencillamente, acciones que la patenticen, es lo que hace falta y, eso le toca al gobierno cubano.
garvecu@yahoo.com
*Fundación por la Libertad de Expresión
No hay comentarios:
Publicar un comentario