viernes, 17 de diciembre de 2010
LOS CORALES DEL FESTIVAL
Por Miguel Iturria Savón
El Cotorro, La Habana, 18 de diciembre de 2010, (PD) En la Gala de Premiaciones del Festival Internacional de Cine de La Habana, efectuada el domingo 12, las cintas de Cuba no fueron distinguidas, salvo Los bañistas de Carlos Lechuga, considerado el mejor cortometraje; Fernando Pérez como mejor director con José Marti: el ojo del canario, y la mención en largometraje a Casa vieja, de Lester Hamlet.
El jurado de largometraje de ficción concedió el primer Coral a La vida útil, del director uruguayo Federico Veiroj; mientras el chileno Pablo Larrain obtuvo el segundo con Post Mortem, distinguida además con el Coral de guión y mejores interpretaciones (Alfredo Castro y Antonia Zegers). El tercer premio en esta categoría fue para la película mexicana Las buenas hierbas, de Maria Novaro, premiada en el Festival de La Habana de 1994 con El jardín del Edén.
El largometraje La mirada invisible, del realizador argentino Diego Lerman en coproducción con España y Francia, recibió el Premio especial, en menoscabo de Carancho, de Pablo Trapero, con el célebre Ricardo Darin y Martina Guzmán como protagonistas principales.
Entre las 23 operas primas en competencia, dos de Cuba; el primer Coral fue para la mexicana Alamar, de Pedro González Rubio. Obtuvo el premio en documentales Pecados de mi padre, del argentino Nicolás Entel en coproducción con Colombia. La mejor cinta de animación fue Sambatown, del director brasileño Cadu Macedo.
El Coral de honor de la XXXII edición del Festival Internacional de Cine de La Habana le fue obsequiado al gran cineasta ruso Nikita Mijalkov, de cual la Sala Chaplin ofreció una muestra de sus obras antes del evento.
El séptimo arte insular, lastrado por la crisis y por los patrones impuestos por el monopolista Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográfica, estuvo representado por 85 obras en total, entre los que predominaron documentales y videos, seguidos por animados y cortometrajes.
Los Corales del 2010 recayeron en cintas de Argentina, México, Chile y Uruguay; pero los cinéfilos cubanos abarrotaron las salas para disfrutar Afinidades, de Jorge Perugorria y Vladimir Cruz; Molina feroz, del audaz Jorge Molina Enríquez; Habana Eva, de Fina Torres en coproducción con Venezuela y Francia; Larga distancia, de Esteban Inausti; Casa vieja, del citado Lester Hamlet; Boleto al paraíso, de Gerardo Chijona, y cortometrajes como Los bañistas, de Carlos Lechuga, y Aché, del escritor Eduardo del Llano, creador del simpático Nicanor, presente en cortos anteriores que satirizan absurdos y estupideces generadas por el totalitarismo.
Sugiero, además, visualizar el filme cubano americano Memorias del desarrollo, del renovador Miguel Coyula Aquino, quien mezcla ficción, animación y elementos documentales en un collage de recuerdos y ensoñaciones sobre un personaje solitario, al margen de política e ideología.
culturakiss@yahoo.es
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