domingo, 27 de febrero de 2011
Invitación a punto cero
Escrito por José Antonio Fornaris
Managua, La Habana, 28 de febrero de 2011,
(PD) El ex gobernante Fidel Castro dijo el martes 15, ante intelectuales del patio e invitados extranjeros a la Feria del Libro, que “el mundo debería ser una familia”.
Castro parece que ha tenido un poco de debilidad por las frases de ocasión, sin importarle mucho su posible trascendencia,
En octubre de 1968, por ejemplo, al cumplirse el siglo del inicio de nuestras guerras de independencia, al referirse a los próceres que iniciaron esas contiendas, aseguró:” Entonces nosotros hubiéramos sido como ellos. Ellos hoy hubieran sido como nosotros”.
Pero el asunto es que en abril de 1869, los iniciadores, reunidos en Guáimaro, poblado de la actual provincia de Camagüey, acordaron por unanimidad, y a nombre del pueblo cubano, solicitar la anexión de Cuba a Estados Unidos. Además, ninguno tenía de marxista o comunista ni la suela de los zapatos.
Tras la invasión de Granada por Estados Unidos y ante los presuntos enfrentamientos de los cubanos que se encontraban en ese país con las tropas estadounidenses, al referirse al rol jugado por el teniente coronel Tortoló, al frente de las fuerzas cubanas en el lugar, afirmó: “Ha escrito una página digna de Antonio Maceo” Maceo es considerado uno de los más corajudos generales de toda la historia de Cuba y un ciudadano sin tacha.
Pocos días después, y tras haber sido recibido con un fuerte abrazo por el propio Castro en territorio nacional, Tortoló fue degradado. Desde entonces fue condenado al ostracismo. Lo filtrado es que tuvo en Granada una actitud en extremo cobarde. Claro, la versión de Tortoló sobre lo ocurrido nunca ha sido posible conocerla.
El muestrario es más largo, pero hasta ahí es suficiente.
Ahora Castro proclamó: “Creo deberíamos comportarnos como una familia, y compartir lo que tenemos”.
El asunto es que eso parece un llamado al borrón y cuenta nueva. Los miles de “familiares” a los que él dio el visto bueno para que fueran fusilados no cuentan.
Y lógico, habla de un tipo de familia nueva, no esa donde los nietos, motivados por el hacinamiento en el hogar, desean que los abuelos se mueran pronto para poder tener una habitación donde estar. Ni esas donde todos los meses los integrantes discuten por el pago de la factura eléctrica, porque los salarios son muy bajos y las tarifas altas.
Como la bondad debe comenzar por casa, a partir de ahora, seguramente el poder va a compartirse. Y el Partido único, que por cierto lo integra una minúscula porción de la totalidad de los cubanos, se va al… Sí, para ese sitio donde la mayoría quiere que esté.
Y así las cosas. Como ya hemos comenzado a ser familia y a compartir lo que tenemos, no existen dudas de que todos estamos invitados a Punto Cero a beber buen vino. Por allá nos vemos.
fornarisjo@yahoo.com
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