Cuba actualidad, Centro Habana, La Habana, (PD) Este año, la Navidad se espera con menos alegría que en otros anteriores. Se nota entre los habaneros que tratan de comprar más de lo que el bolsillo les permite.
Estos días finales de diciembre lucen sombríos en Cuba.
Es difícil conseguir buena carne, en las tiendas no se ven botellas de cidra, las cajas de turrones españoles lucen descoloridas por el tiempo, pero nada de rebajas.
La juguetería de La Época muestra los más simples juguetes a precios astronómicos. Es difícil elegir cuando son varios chicos en casa. ¿Qué hacer con una cantidad de dinero con la que apenas se puede comprar un juguete de mala calidad y a veces ni eso?
Mientras hay niños que tienen Play Station y juguetes caros para pasarla bien y demostrar en sus escuelas que son mejores que el resto, otros sufren porque sus padres nunca pueden comprarles el juguete con el que sueñan cada noche.
El gobierno cubano, que se proclama perfecto, y las instituciones internacionales al tanto de los infantes que lo usan como ejemplo a seguir, no han logrado satisfacer las necesidades infantiles. Un juguete representa amistad, amor, sentido de compartir, diversión, pero ni tan siquiera los venden en la moneda con que les pagan a sus progenitores.
Muchos no han puesto aún el árbol de Navidad porque no están de ánimo. Diciembre culmina un período de doce meses de penurias que parecen interminables.
Para Cuba actualidad: aimeecabcu2003@yahoo.es
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