lunes, 31 de diciembre de 2012


Aimée Cabrera
Cuba actualidad, Centro Habana, La Habana, (PD) Orlando Vistel Columbié, presidente del Instituto Cubano de la Música (ICM), en entrevista con el periodista Pedro de la Hoz, del periódico Granma, aseguró que "ni la vulgaridad ni la mediocridad podrán mellar la riqueza de la música cubana".
Pero el balance musical no existe ni en la radio ni en la televisión cubana. En los programas repiten sin cesar a los intérpretes "más populares" o "a los que más tocan", es decir, pagan, a los encargados de la divulgación.
Una Comisión de la Asamblea del Poder Popular analizó este tema y diversas quejas y comentarios de ciudadanos comunes han aparecido en sesiones de los principales periódicos del país.
Mientras figuras emblemáticas no tienen la oportunidad de que se les grabe un video clip o un disco, otros sin calidad alguna, logran los mejores rankings y la teleaudiencia los aclama.
Lo primero sería organizar la música que va a pasar por los medios. Hay música arrabalera, vulgar en extremo, cansona. Todas deben tener su espacio. Lo que es para una discoteca o un cabaret no se puede pasar por la televisión, y debiera no estar permitido que ni se escuchara a toda voz en taxis de alquiler y ómnibus urbanos.
Por ahí andan los adolescentes y jóvenes prestándose canciones y videos de cantantes como el Chacal que dejan mucho que desear. Nada sucede a favor del buen gusto, ese que se ha perdido en casi todo y para siempre.
Queda mucho por hacer al respecto. Hablar largos parlamentos no resuelve la crisis que ha generado el mal gusto; sería mejor que el buen gusto y la corrección se impusieran, para el bien de todos.
Para Cuba actualidad: aimeecabcu2003@yahoo.es

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