lunes, 31 de diciembre de 2012


Osmar Laffita
constructivoCuba actualidad, Capdevila, La Habana, (PD) En el año 2008, a pocos meses de que el general Raúl Castro asumiera la presidencia, Cuba fue azotada por tres devastadores ciclones que ocasionaron daños que sobrepasaron los 10 000 millones de dólares.
Las mayores afectaciones se reportaron en las viviendas: cerca de 500 000 resultaron dañadas.
Cinco años después todavía estamos a la espera de que el gobierno informe cómo se ha solucionado este grave problema que afectó a centenares de miles de cubanos.
En el décimo periodo ordinario de sesiones de la Asamblea Nacional, el último de la séptima legislatura, parece que la crisis de la vivienda no estuvo en el orden del día.
A casi dos meses del devastador huracán Sandy el gobierno cubano no ha informado con exactitud sobre las afectaciones. Según lo que se sabe, en las provincias de Guantánamo, Holguín y Santiago de Cuba, 257 769 viviendas fueron afectadas. De ellas, 22 396 resultaron destruidas totalmente.
Es muy cuestionable el desempeño del Instituto de Vivienda, el Ministerio de la Construcción y los consejos de administración provinciales y municipales como responsables directos en la construcción y mantenimiento de las viviendas, si se tiene en cuenta el hecho de que sigue sin cuantificarse los miles de casos que continúan pendientes de solucionar solo en el caso de las afectaciones originadas por el paso de los ciclones de hace cinco años.
Hasta noviembre, las diferentes entidades estatales de la construcción edificaron 17 504 viviendas de un plan para el presente año de 23 140.
Los organismos estatales responsabilizados de la construcción y reparación de viviendas han demostrado con sus reiterados incumplimientos que su desempeño dista mucho de las reales necesidades de la población.
Los graves problemas organizativos en las empresas constructoras estatales han propiciado una generalizada indisciplina. El descontrol en el manejo de los recursos asignados a las obras ha sido el caldo de cultivo para las acciones constructivas ilegales que han permitido que funcionarios corruptos obtengan grandes sumas de dinero.
Un ejemplo de este mal trabajo y los obstáculos que los funcionarios de Vivienda lea ponen a los que solicitan subsidios para la reparación de sus casas, lo tenemos en el hecho de que de las 48 172 solicitudes que se debía elevar para que las instancias responsabilizadas autorizaran la entrega de dinero para que el subsidiado comprara los materiales de construcción que necesitan, solo fueron tramitadas 34 174.
Los delegados municipales y provinciales de las Asambleas del Poder Popular no han ejercido la autoridad otorgada por sus electores y no han exigido a los dirigentes el otorgamiento de subsidios a todos aquellos que se ha comprobado que realmente los necesitan.
Esos miles de cubanos que piden subsidios y que tienen retenidas sus solicitudes, en su gran mayoría tienen una situación económica sumamente precaria. Con los 20 dólares al mes que ganan de salarios o la paupérrima jubilación que no sobrepasa los 13 dólares mensuales, ni soñar que puedan comprar los materiales de construcción que necesitan. Su única tabla de salvación es el subsidio que les otorgaría el Estado para evitar que sus destartaladas casas se les caigan encima.
Para Cuba actualidad: ramsetgandhi@yahoo.com
Foto: Guillermo Ordoñez

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