viernes, 8 de febrero de 2013


Wilfredo Vallín Almeida
 la cons3
Cuba actualidad, La Víbora, La Habana, (PD) Hace unas semanas salió en la Gaceta Oficial de la República el Decreto Ley No.305 de 11 de diciembre de 2012, Ley de las Cooperativas no Agropecuarias donde, un poco para nuestro sorpresa, se trata precisamente este tema.
La ley en cuestión se refiere a la permisibilidad de estas entidades que no tienen que ver con el sector agropecuario y que posibilitaría las cooperativas de distintos servicios que pudieran crearse en el sector privado. Ellas, a no dudarlo, constituirían una novedad en todo el sentido de la palabra en un país que -durante 50 años- rechazó esta forma de gestión laboral.

El Decreto-Ley en cuestión, aclara el carácter que el mismo tiene al formular: "El presente Decreto-Ley tiene por objeto establecer con carácter experimental las normas que regulan la constitución, funcionamiento y extinción de cooperativas en sectores no agropecuarios de la economía nacional..."
Para la Asociación Jurídica Cubana esto resulta de especial interés por cuanto, como es sabido por nuestros lectores, llevamos más de tres años en un debate con el Ministerio de Justicia intentando algo parecido: ser reconocidos como ONG independiente.
El problema es que la vida resulta más pragmática y realista que los artilugios de la ingeniería social cuando pretende diseñar un modelo ideal de funcionamiento de la sociedad, creado en la cabeza de los que gustan de trazar a priori un devenir social insoslayable, ignorando a la naturaleza humana.
Un ejemplo de lo anterior es lo que llamaremos -para hacerlo de alguna manera- la "institución de los repasadores" que no es otra cosa que el "alquiler" que muchos padres han tenido que hacer de profesores particulares para elevar el nivel de sus hijos fuera del sistema estatal de enseñanza y eliminar así las evidentes lagunas en el aprendizaje de estos educandos.
Ahora parece que la actual dirección del país comienza, lentamente, a concientizar la necesidad de grupos profesionales y de oficios fuera de la tutela gubernamental para resolver las insuficiencias que confrontan la esfera laboral estatal y los servicios a la población.
Si hoy ya es posible una cooperativa no agropecuaria con personalidad jurídica propia, ahora lo que necesitamos es que mañana puedan constituirla los constructores, los maestros, los arquitectos, los abogados, los ingenieros, los médicos y cuantos, por sus oficios o profesiones y sus posibilidades personales, se sientan en capacidad de crearlas y fomentarlas.
Y algo muy importante que no debe soslayarse: con regulaciones legales que tiendan a su desarrollo, no a su ahogamiento.
Si de verdad queremos que Cuba pueda algún día volver a valerse por sí misma, sin dependencias foráneas, ese es el camino.
Para Cuba actualidadvallinwilfredo@yahoo.com

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