martes, 14 de mayo de 2013


Gessica Castelnau Jorrin
telesur
Cuba actualidad, Centro Habana, La Habana, (PD) Los comunistas del siglo XXI, encabezados por los gobiernos de Venezuela, Bolivia y Ecuador, crearon una televisora hace varios años para realizar su conocida labor de propaganda subversiva en el Hemisferio Occidental.
La nombraron Telesur y tiene el muy bien definido propósito de crear una marcada división entre los países democráticos y las naciones cuyos gobiernos autoritarios se esfuerzan en atacar a su inventado enemigo, Estados Unidos.
El principal objetivo de Iskra (Chispa), aquel periódico utilizado por Vladimir Ilich Lenin durante la llamada Revolución Socialista de Octubre, fue difundir las ideas marxistas y llamar a derribar gobiernos por medio de la violencia fue su principal objetivo.
Una réplica de aquel libelo leninista lo ha sido el periódico Granma. Ha servido para que durante más de 45 años, los castristas hayan realizado su trabajo proselitista y de propaganda dentro y fuera de Cuba. Como órgano de divulgación del Partido único, dicho panfleto jamás ha respetado el necesario equilibrio en la información.
Telesur no puede ocultar que es hija predilecta de Iskra y de Granma. Quien haya visto las imágenes que ha difundido, por estos días sobre lo que acontece en la hermana república de Venezuela, concluirá en que su descarada parcialización a favor del gobierno de ese país ha sido más que evidente. Y es lógico porque son los funcionarios de esa administración autoritaria y los de otros gobiernos izquierdistas de este Hemisferio quienes pagan los salarios de los empleados en dicha televisora.
Es harto conocido que los partidarios del extinto presidente venezolano Hugo Chávez y del actual mandatario Nicolás Maduro no aceptan el ejercicio del periodismo libre, porque se opone a sus mezquinos intereses. La información veraz, equilibrada y objetiva constituye un incómodo obstáculo para sus ambiciones de poder.
De ahí la parcialización que caracteriza a Telesur a la hora de "informar". No sólo se parcializa a favor de los comunistas del siglo XXI, sino que también comete el gravísimo error de omitir, durante la difusión de noticias y reportajes, hechos trascendentales ocurridos en Venezuela y en otros países de Latinoamérica, por conveniencias políticas.
Resulta increíble que la huelga de hambre que por estos días han realizado decenas de disidentes y prisioneros en Cuba no sea noticia para Telesur. Tampoco las golpizas que la policía política castrista propina a las integrantes del movimiento opositor Damas de Blanco son del interés de los comunicadores de una televisora que dice tener su norte en el sur, es decir, en los países subdesarrollados.
Muchos cubanos están ansiosos por ver en la televisora chavista, reportajes sobre los múltiples barrios insalubres existentes en diferentes regiones de Cuba. Desearían que dicha Telesur y otros medios apegados a la extrema izquierda mundial difundieran los altos precios de los productos de primera necesidad, los elevados índices de violencia y las escandalosas redadas policiales que son bastante comunes en la denominada "isla de la libertad".
Si los periodistas de Telesur se respetan a sí mismo, deberían rectificar y comenzar a transitar por el sendero de la ética profesional y de la responsabilidad. Los pueblos de Latinoamérica lo necesitan tanto como precisa la humanidad de la justicia y de la paz.
Para Cuba actualidad: reportasincensuracuba@gmail.com
reportasincensuracuba.blogspot.com

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