UNESCO apadrina la industria del guevarismo
LA HABANA, Cuba, agosto, www.cubanet.org -Ernesto Guevara de la Serna, conocido en el mundo como el Che, asesinó a cientos de cubanos. Cultivó el crimen y la violencia. “Fusilamientos, sí, hemos fusilado; fusilamos y seguiremos fusilando mientras sea necesario”, dijo ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, al ser cuestionado por los asesinatos que dirigía en la fortaleza de La Cabaña, en 1959. Invadió militarmente el Congo Kinshasaen, en 1964, y Bolivia, en 1966, donde fue ejecutado en 1967.
Sin embargo, ese notable filibustero del siglo XX acaba de ser honrado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura (UNESCO) con la inclusión de una colección de manuscritos originales en el Registro Memoria del Mundo.
La designación es obra del poder blando de la diplomacia de la dictadura cubana y de su capacidad de influencia en los organismos internacionales del sistema de las Naciones Unidas, ahora reforzada por la presión de la Alianza Bolivariana y sus países satélites.
A Ernesto Guevara se le acusa, entre otros crímenes demostrados, del asesinato de civiles en las zonas rurales de Cuba, Bolivia y el Congo, y de la creación de campos de concentración, como el de Guanahacabibes, preludio del GULAG de la UMAP, donde fueron concentrados demócratas, católicos y homosexuales.
Fue un factor de gran influencia en la destrucción de la economía cubana, desde sus responsabilidades como Ministro de Industria y Presidente del Banco Central de Cuba. Promovió, junto a los hermanos Castro Ruz, la instauración de una dictadura totalitaria. Usó falsa identidad uruguaya para invadir otros países.
La congresista cubanoamericana Ileana Ros-Lehtinen, al conocer la decisión de la UNESCO, la criticó con dureza. La agencia de la ONU “insulta a los familiares de los cubanos que fueron ejecutados sumariamente por el Che”… “no merece fondos de los contribuyentes americanos”, dijo. La también Presidente del Subcomité del Medio Oriente y África del Norte, en la Cámara de Representantes, puntualizó: “… es también una contradicción directa a los propios ideales de la UNESCO de fomentar la paz y el respeto universal de los derechos humanos”.
La congresista republicana consideró, además, que la inclusión de los documentos del Che en el Registro Memoria del Mundo es un reflejo de “los problemas existentes en la UNESCO en la actualidad”.
Hurgando en la historia, se aprecia que Ernesto Guevara continúa el historial del filibusterismo decimonónico. Una lista donde aparecen el norteamericano William Walker y el francés Gastón de Raousset-Boulbon. Ambos, bajo la doctrina del Destino Manifiesto, invadieron militarmente Latinoamérica para colonizarla. Pensaban que la revolución violenta y la intervención militar eran la forma de enaltecer a los pueblos centroamericanos.
Guevara acogía la doctrina trotsko-maoísta de la revolución permanente. Con financiamiento de Fidel Castro Ruz, que lo consideraba un estorbo para su política interna, invadió militarmente el Congo Kinshasa, en una aventura que duró casi un año antes de salir derrotado. Y dos años más tarde, atacó Bolivia, donde fue ejecutado tras ser hecho prisionero. En el ínterin planificó invadir Argentina. Lo impidió el hecho de que su vanguardia, dirigida por Ricardo Masseti, fuera desarticulada por las fuerzas de seguridad de ese país.
Un perdedor nato que hoy es exaltado como un visionario y casi comparado con una santidad. Para ello se ha levantado una industria con altas utilidades. La industria del guevarismo está en el Centro de Estudios Che Guevara, y en el Conjunto escultórico Comandante Ernesto Che Guevara, en Santa Clara. El Centro de Estudios se ubica en el exclusivo barrio del Nuevo Vedado, en La Habana. Lo dirigen su viuda, Aleida March, y su hija, Aleida Guevara, como apoderadas de su imagen y documentos.
aleagapesant@yahoo.es
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