Cuba actualidad, El Vedado, La Habana, (PD) La Habana de ahora mismo no es la misma de mi infancia. Hoy suele ser una ciudad más insegura. En su arquitectura se siente el peso de la fatiga, sus músculos apenas pueden sostenerse así como las miradas y los cuerpos son el espejo de la tristeza.
Junto al universo imaginario del artista de la plástica José Fuster, un guajiro de ciudad conviven los filtros del erotismo que permiten que Cecilia Valdés no sea solo una leyenda, ciudadelas y barrios insalubres que nos dejan ser testigo del hábitat que la Revolución reservo para la otredad, los excluidos de siempre donde blancos y negros le ha tocado una gran cuota de la mala vida.
Cuando cruzamos los surcos que atraviesa esta ciudad no dejamos de ser testigo de la indiferencia del poder, la ecuación ha cambiado, las identidades se han multiplicado (repa, miki, emo, goticos, travestis, ángeles y demonios), unas lograron salir del closet mientras otras aun quedan confinadas en el sótano de la pirámide social. Hoy una parte de la ciudad se ha convertido en una gigantesca plantación, en la cual la Oficina del Historiador de la Ciudad Eusebio Leal cuenta con una dotación de caleseros y mujeres negras y mestizas siempre dispuestas a satisfacer placeres privados al turista que nos visita.
La Habana que va conmigo no solo es la de las colmenas inmobiliarias, es también la de las cuarterías, los juegos de cintura en lo cual están muy bien acomodado los asentamientos insalubres, es también la Habana en la cual el arte de convertirla en ruinas se normalizo pues el poder normalizo la indiferencia hacia lo bello no solo su arquitectura urbana también la social.
Todos los días la Habana nos permite besar sus heridas. Lo cual invito a través de estas imágenes acercarnos a nuevos escenarios que permitan conocernos mejor
Para Cuba actualidad: madrazoluna44@gmail.com
Fotos: Juan A. Madrazo
Para Cuba actualidad: madrazoluna44@gmail.com
Fotos: Juan A. Madrazo
No hay comentarios:
Publicar un comentario