JUEVES, 30 DE ENERO DE 2014 12:07
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Cuba actualidad, Jaimanitas, La Habana, (PD) El pico Turquino es la elevación más alta de Cuba, con dos mil cuarenta metros sobre el nivel del mar. En su cima hay un pedestal de piedra que sostiene una estatua de José Martí orientada hacia el lugar por donde sale el sol.
Esta efigie fue construida por la escultora Jilma Madera Valiente, natural de Pinar del Río, y es una copia menor del busto de Martí que se colocó en 1952 en la Fragua Martiana. Según palabras de María Mantilla, la niña preferida de Martí, es el más parecido al verdadero rostro del apóstol cubano que ella recordara, cuando visitó La Habana con 73 años, el 29 de enero de 1953.
Para transportar la imagen de mármol hasta lo alto del Turquino, enclavado en el corazón de la Sierra Maestra, se organizó en 1953 una expedición compuesta por varias personas. La dirigía Gonzalo de Quesada y Miranda, hijo del secretario personal de Martí, y lo secundaba el doctor Manuel Sánchez Silveira, quien le pidió a Don Gonzalo el permiso para la participación de su hija Celia Sánchez Manduley, con el fin de que filmara el acontecimiento.
También participaron en aquella expedición miembros de la Asociación de Antiguos Alumnos del Seminario de la Universidad de La Habana y del Instituto de Arqueología, del cual el doctor Silveira era representante en Oriente.
La película de ocho milímetros que recogió los momentos de la colocación de la estatua fue estrenada días después por la televisión, y vista en la Fragua Martiana. Hoy no se conoce el paradero del original, pero en los trozos de copias que se conservan se ven imágenes de la gran montaña, se reconoce fielmente el paisaje del trillo, árido y escabroso luego de sobrepasar los primeros mil metros, la soledad de la altura, y el sol pujando entre las nubes bajas, que revela a los que conocen el sitio lo poco que ha cambiado con el paso del tiempo.
Es la misma montaña, las mismas piedras del camino, el mismo sol asomando entre los nimbos, de aquel mes de enero del año 1953, cuando un grupo de cubanos quisieron situar en el punto más alto de la isla a nuestro cubano más universal, aunque el contexto es distinto, y Martí continúa su mítica batalla tenaz, inacabada, por educar a los cubanos y unirlos.
Para Cuba actualidad: frankcorrea4@gmail.com
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