lunes, 3 de marzo de 2014

Un congreso obrero supeditado al Partido Comunista y la burocracia administrativa

Osmar Laffita
granma-xx-congreso-ctcCuba actualidad, Capdevila, La Habana, (PD) Los días 21 y 22 de febrero, los directores de los diarios Granma y Juventud Rebelde y el semanario Trabajadores, todos dirigidos y controlados por el Partido Comunista, pusieron sumo cuidado en que fueran sometidas a una rigurosa revisión las informaciones originadas en las cuatros comisiones que debatieron los puntos centrales del XX Congreso de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC).
Los medios oficialistas se limitaron a cumplir las orientaciones de que no podían publicar los asuntos sensibles que fueron abordados por los delegados en las citadas comisiones: para la élite gobernante no es de interés que el pueblo los conozca.
Eso explica la escandalosa manipulación y el extremo control informativo.
Si se revisa detenidamente lo que publicaron dichos medios, el denominador común es que en ninguno se reflejaron los criterios de los delegados del Sindicato Nacional del Turismo al evento de los trabajadores cubanos.
Parece que los delegados del turismo, que según asegura el gobierno es el segundo rubro de entrada de divisa al país, se mantuvieron en silencio durante los tres días que duró el Congreso.
La exportación de servicios especializados el año pasado reportó una entrada al país de 8000 millones de dólares. Se desconoce si al XX Congreso asistieron delegados en representación de los miles de cubanos que trabajan como especialistas de la de la salud, la educación y el deporte, en países de África, América Latina y el Caribe, en mayor número en Venezuela y Brasil.
Una situación similar ocurrió con los delegados del sindicato minero-energético. Todo indica que los medios no están autorizados a reflejar cuál ha sido el destino de los 6000 trabajadores que quedaron cesantes por el cierre definitivo de la plante de níquel ubicada en el poblado de Nicaro, municipio Mayarí, en la provincia de Holguin, ni de las afectaciones salariales que sufren los trabajadores de las dos plantas de níquel ubicadas en el municipio de Moa, por la estrepitosa caída del precio de la libra del metal en el mercado internacional.
Los delegados de la industria biotecnológica y farmacéutica, presentes en el evento, señalaron que el pasado año estas industrias ocuparon uno de los primeros lugares en la creación de bienes exportables, al registrar un monto de 400 millones de dólares. Venezuela fue el principal cliente, con 230 millones de dólares de medicamentos vendidos a ese país.
En 2013 las industrias biotecnológica y farmacéutica lograron altos réditos en su gestión, pero por trabas burocráticas, los trabajadores no recibieron un solo centavo de esas ganancias, porque se alega que no están en perfeccionamiento empresarial, algo realmente absurdo porque estas industria califican como las más eficientes del país.
El gobierno cubano no está interesado en lo más mínimo en aplicar la formula investigación más desarrollo tal como lo hacen aquellos países que hoy exhiben un alto crecimiento económico.
Los burócratas pasan por alto el principio de que para que la ciencia dé frutos, es necesario destinar grandes sumas de dinero, o de lo contrario se queda rezagada. Al pretextar los elevados niveles de gasto, pasan por alto que un buen científico logra su plenitud investigativa luego de periodo largo de trabajo, por eso es necesario que se mantenga en su puesto, que no emigre. Esto se garantiza si se le estimula salarialmente, porque de esta manera ve su esfuerzo recompensado.
Los problemas que presenta la agricultura que fueron debatidos en el Congreso, la prensa oficial solo los reflejó de manera muy general. Silenció que otro año más el Ministerio de Agricultura incumplió las metas fijadas de producción de viandas, papa, plátano, frijoles, cebolla, ajo, col y melón. Algo similar ocurrió con la producción de leche: solo se llegó a 365, 6 millones de litros, lo que representó 5,1 millones de litros menos producidos.
Sin embargo, los medios oficiales destacaron que el Sindicato de Trabajadores de la Defensa, integrado por los trabajadores civiles de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y el Ministerio del Interior, previo al congreso cumplieron con sus planes de preparación de personal, los ejercicios de mando, las maniobras de agrupación de tropa y ejercicios tácticos.
Todo indica que los directores de los diferentes medios no estaban autorizados a informar que los trabajadores de las tiendas de divisas, agrupadas en los grupos empresariales Tiendas Panamericanas, Caracol, CIMEX y TRD, así como los trabajadores de Gaviota y Almacenes Universales, dirigidos por el Grupo de Administración Empresarial S.A. (GAESA) que pertenece a las Fuerzas Armadas Revolucionarias, son parte integrante del Sindicato de la Defensa.
El secretismo conllevó que la población desconociera que este conglomerado de comercio minorista y mayorista, que es el único en divisa en Cuba, estuvo representado por delegados elegidos en sus secciones sindicales. que representaran en dicho evento a esta tan importante actividad económica.
Uno de los tópicos que concitó el mayor número de intervenciones por parte de los delegado del finalizado XX Congreso fue el asunto de los misérrimos 17 dólares mensuales que devengan como promedio los trabajadores cubanos.
Esta situación es resultado de la fatídica política voluntarista, igualitarista y cargada de un excesivo paternalismo que aplicó durante años sin variación alguna el gobierno de Fidel Castro. Las multimillonarias subvenciones que recibía de la Unión Soviética le permitía aplicar excesivas gratuidades y subsidios indebidos, con los que compraba la lealtad política y creó la falsa expectativa de que con el poco djnero que se devengaba se podía comer sin problema durante todo el mes.
El gobierno de Raúl Castro le puso fin a tan aberrante política, porque de continuarla conduciría a la ruina económica del país, pero hasta el momento no ha hecho nada dirigido a darle un vuelco al grave problema de los bajos salarios que devengan los trabajadores cubanos.
Sobre este peliagudo asunto de los bajos salarios, el presidente cubano, en sus palabras de clausura del XX Congreso de la CTC reconoció que "el salario no satisface las necesidades del trabajador y su familia, genera desmotivación hacia el trabajo, influye negativamente en la disciplina e incentiva el éxodo hacia actividades mejor remunerada, al mismo tiempo desestimula la promoción hacia cargos superiores, consecuencia del fenómeno de la "pirámide invertida" que se traduce a mayor responsabilidad menor ingreso".
Es la primera vez que un dirigente del gobierno públicamente reconoce esto.
Como solución definitiva para el aumento de los salarios, el presidente Raúl Castro admitió la imperiosa necesidad de atraer la inversión extranjera en aras de dinamizar el desarrollo económico del país. Para ello, le dijo a los delegados que en la Asamblea Nacional Extraordinaria convocada para el próximo mes de marzo, se someterá a discusión de los diputados el nuevo Proyecto de Ley sobre la Inversión Extranjera.
Para Cuba actualidad: ramsetgandhi@yahoo.com

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