sábado, 6 de febrero de 2010
Chávez se declarará dictador
Cubamatinal/ Hugo Chávez va a declarar a Venezuela una dictadura. Será tan férrea y absoluta como la de Cuba... y ese capítulo se dará ahora.
Por Angélica Mora
Texas, 3 de febrero/ Aunque estaba pautado para llevarse a cabo a través de dosis paulatinas, lo único nuevo es que el anuncio no será así, en etapas como se pensaba hacerlo desde un principio.
La decisión de actuar ya, la han precipitado las protestas del movimiento estudiantil, que han puesto la presión necesaria para que esto ocurra ahora.
Chávez aducirá "el peligro de las revueltas y la mano del Imperio" como pretexto, para cerrar y terminar de trancar la nación, sin resquicios y sin escape alguno.
Analicemos:
El último peldaño voluntario en su camino hacia la dictadura -dentro del esquema- lo dio Chávez al anunciar que era Marxista.
Desde sus inicios, cuando estaba recien instalado en el Sillón de Miraflores, el gobernante comenzó a seguir su propio plan, que es una ruta trazada por elementos foráneos y no por lo que más le convenía a Venezuela.
En un principio casi nadie en el país creía que el Nuevo Presidente podría traicionar a la patria. La frase más corriente a las advertencias era: "chica, eso no puede pasarnos a nosotros".
Pero, era real y Chávez comenzó a ejecutar su plan en forma visible.
Primero cambiando los símbolos patrios: agregando una estrella a la bandera, alterando el escudo nacional, cambiando la Carta Magna e imponiendo el Lema: "Patria, Socialismo o Muerte".
Luego Chávez pasó a la etapa de transformarse en el líder de América Latina, a pedido de Fidel Castro quien comprendió que tenía los días contados y debía dejar un sucesor para estos menesteres, que indudablemente no era su hermano.
El Discípulo siguió gustoso las órdenes de su Maestro comenzando por regalar, como Maná proveniente del Cielo, el patrimonio nacional. El primero en beneficiarse, el gobierno de Cuba.
Luego Chávez procedió a asentar los dogmas en casa, ejecutando órdenes de expropiaciones, ordenando el cierre de los órganos de información y persiguiendo implacablemente a los opositores.
Por último se rodeó de asesores cubanos, con ello demostrando total desconfianza hacia su propio entorno.
Recuerdo que en un principio, hoy hace 11 años, los venezolanos no querían creer las advertencias que le llegaban desde afuera.
Ahora es demasiado tarde para detener el carro de la dictadura, que mueve sus pesadas ruedas por todo el territorio nacional
Sin embargo, algo ha quedado en claro:
Las últimas acciones del mandatario han ido minando el terreno que pisa y han revelado completamente -a todo el país- sus pies de barro.
Ya no es una percepción de afuera. Ahora los nacionales han abierto completamente los ojos y se han encontrado con que la pesadilla se ha convertido en un hecho real.
En estos días, las declaraciones de Hugo Chávez y su actitud de completa servidumbre hacia las órdenes emanadas desde La Habana, han quebrado el resto de fe que sus seguidores venezolanos tenían en él y en su revolución del Siglo XXI.
Ahora al mandatario sólo le queda la población radical... que lo seguirá hasta el fin, que se percibe cercano.
A esa fracción de Venezuela es la que hay que temer, porque será fiera y decidida en su lucha hasta la muerte. A ese sector es que se han dirigido todas las preparaciones, desde el primer momento para una ocasión como ésta, de encrucijada para Chávez.
No se puede predecir la cantidad de armas que hay en manos de civiles, pero están bien premunidos de estos pertrechos bélicos.
Chávez cuenta con 20 mil miembros de las milicias populares y con los 200 mil cubanos enviados por el régimen de los hermanos Castro a Venezuela que llegaron a concientizar a las masas con un plan preconcebido para emplearlo en emergencias como estas.
Insisto. Son pocos, pero temibles. El único recurso es que un átomo de cordura guíe a Hugo Chávez en este momento.
Pero, conociendo como piensa y actua, su renuncia --para evitar la guerra civil en Venezuela-- es el último pensamiento razonable que jamás cruzará por su tozuda cabeza.
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