domingo, 5 de enero de 2025
Un día como hoy, enero 05, en nuestra lucha contra el castro comunismo.
Un día como hoy, enero 05, en nuestra lucha contra el castro comunismo.
Dedicado a aquellos que dicen que en Cuba no se combatió el comunismo.
PROHIBIDO OLVIDAR.
1959
Raúl Castro, jefe militar de la provincia de Oriente protesta por la acusación de que la Revolución había iniciado un "baño de sangre" con los fusilamientos masivos y al unísono prometió más ejecuciones.
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1961
Un Tribunal castrista de Ia Fortaleza de la Cabaña, en la causa 614 de 1960, sancionaron a 10 años de prisión, por un delito contra los poderes del estado, a Evelio Hernández Hernández, Lorenzo Lan Contreras, Jose Ramón Ramos Hernández y René Aguinaga González.
1962
La guerrilla comandada por Generoso Bringas, segundo al mando del “Piche” Catalá logra romper un cerco de varios miles de soldados castristas cerca del poblado Carlos Rojas, provincia de Matanzas. Tres jóvenes que estaban escondidos en la zona para unirse a la guerrilla fueron capturados y fusilados de inmediato.
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El jefe guerrillero Carlos González Garnica muere al caer por un barranco en las montañas del Escambray durante un enfrentamiento con las milicias castristas.
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El ex soldado del Ejército Rebelde, Pedro Cantero Hurtado y su cuñado Rolando Calvo González, son acusados de suministrar armas a las guerrillas y son fusilados en La Campana, Manicaragua, Las Villas.
Camilo Tardío Hernández alzado contra el régimen castrista en el Escambray, provincia de Las Villas es fusilado en el Condado, Trinidad. Sus hermanos, Benjamín, Blas, Guadalupe y José Santiago también murieron enfrentados al castrismo.
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José Luis Bello es fusilado en la fortaleza de La Cabaña,
1989
La caída y el colapso de la URSS: cómo se disolvió la “Rusia histórica” que quiere restaurar Putin
Hace treinta años, la Unión Soviética se derrumbó víctima de un Estado monstruoso e ineficiente, de una burocracia paralizante y de los deseos de independencia de las quince repúblicas que la integraban. Se habló entonces del fin de la Guerra Fría, del fin del comunismo y hasta del final de la historia: no contaban con Putin. Con veinte años en el poder, busca restaurar “los viejos ideales destruidos” y borrar a Ucrania del mapa
Por Alberto Amato 06 Mar, 2022
Cuando la bandera roja, con una hoz y un martillo bordados en amarillo, símbolo mundial del comunismo, fue arriada del mástil del Kremlin, y en su lugar se izó la bandera tricolor de la Federación Rusa, la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, URSS, dejó de existir, al menos en lo formal. Nadie contaba con Putin.
Sucedió hace treinta años y dos meses, el 25 de diciembre de 1991 y fue la culminación de un largo proceso de deterioro social y económico, del deseo de las quince repúblicas que integraban la URSS de independizarse y de un tratado internacional firmado de manera intempestiva entre la Federación Rusa, Bielorrusia y la hoy heroica Ucrania, que siempre quiso ser independiente de Moscú.
El final de la URSS había empezado años antes, con el trabajo de zapa que la llamada “Revolución Conservadora”, liderada por el presidente americano Ronald Reagan, había iniciado en los años 80 y que contó con la alianza incondicional de la primer ministro británica Margaret Thatcher y del Papa Juan Pablo II. En 1989, en Polonia, la tierra natal del Papa, y con su visto bueno, el sindicato no comunista “Solidaridad”, liderado por Lech Walesa, impulsó elecciones libres y llegó al gobierno después de una intensa campaña que había llevado casi una década.
Ese mismo año cayó el Muro de Berlín, sostenido durante casi tres décadas por la URSS y sin que Moscú pudiera hacer nada por impedirlo. También ese año, en Rumania, la rebelión contra el comunista fue más violenta: el líder Nicolae Ceaucescu y su mujer, un matrimonio que había gobernado con mano de hierro, fueron fusilados el día de Navidad después de un juicio parodia y por un tribunal que tenía la condena decidida. En Checoslovaquia, la llamada “revolución de Terciopelo”, liderada por Vaclav Havel llegó al poder por elecciones libres. Apenas veintitrés años antes, en 1968, un intento de alcanzar un comunismo más racional había sido aplastado por una invasión soviética, que derrocó al entonces líder checo, Alexander Dubcek. Algo parecido a lo que hoy intenta Putin en Ucrania, aunque menos sangriento.
Estos pequeños terremotos en el interior del comunismo profundo, detrás de lo que Winston Churchill llamó “una cortina de hierro”, pegaron muy fuerte en la URSS, donde nacieron reclamos de transformación. Ese es el temor que guía hoy a Putin en su sangrienta invasión a Ucrania, a la que amenaza destruir. A mediados de los 80, la URSS estaba embarcada entonces en una transformación que proclamaba “glasnot” (apertura, transparencia) y “perestroika” (reestructuración económica y política), dos conceptos decisivos en un sistema totalitario, partidista y dominado por el Partido Comunista de la Unión Soviética. Quien llevaba adelante esas reformas era Mijaíl Gorbachov, secretario General del Comité Central del PC entre 1985 y 1991, jefe de Estado de la URSS entre 1988 y 1981 y Nobel de la Paz en 1990, un año antes del colapso soviético.
Gorbachov esgrimió un argumento esencial para cimentar sus reformas: la economía soviética estaba estancada. No le faltaba razón. También había otros motivos por los cuales la URSS estaba al borde del colapso. En un mundo que cambiaba por horas, el autoritarismo y la centralización de la URSS, con resabios del zarismo al que había combatido en 1917, eran no sólo anacrónicas, sino paralizantes. La burocracia, derivada del autoritarismo, había convertido en ineficiente a un Estado poderoso que debía gobernar un territorio vasto y poblado que, sin embargo, pretendía regir, y lo hacía, hasta la vida privada de sus habitantes.
Autoritarismo y burocracia cercaron a la economía. La URSS había perdido la hegemonía económica frente a su rival, Estados Unidos, había crecido el sector informal y el mercado negro, aumentado la tasa de mortalidad infantil y había caído la expectativa de vida adulta. Los soviéticos se sentían frustrados.
En ese territorio pantanoso trabajó Gorbachov a partir de 1986, cuando anunció sus reformas en el XXVII Congreso del PC soviético. Dio enseguida una señal de los tiempos que se avecinaban cuando ordenó la liberación del físico disidente Andrei Sajarov, deportado y aislado en la ciudad de Gorki por orden del anterior líder soviético, Alexander Brezhnev. Ese mismo año, el accidente en la planta nuclear ucraniana de Chernóbil, hoy en manos de las tropas invasoras de Putin, demostró las falencias del régimen, la precariedad de un sistema que proclamaba que todo en la URSS era brillante, pujante y feliz, y reveló los huecos en la seguridad elemental del Estado. Un hecho, banal si se quiere, reforzaría la idea del Estado soviético como el de un monstruo torpe e ineficiente: el 28 de mayo de 1987, Mathías Rust, un chico de 19 años que había partido de Islandia en una avioneta Cessna 172, aterrizó en la histórica Plaza Roja de Moscú, después de burlar todos los sistemas de defensa soviéticos.
Gorbachov impulsó la iniciativa privada, permitió a personas físicas y a cooperativas ser propietarios de negocios, promovió las inversiones extranjeras en las empresas, concedió a los trabajadores el derecho de huelga, eliminó los resabios represivos de la época estalinista, dio mayores libertades a los ciudadanos que pudieron leer, es sólo un ejemplo, las novelas de George Orwell o las obras testimoniales de Alexander Solzhenitsin; fueron liberados presos políticos encerrados y sin juicio durante años, se permitió a los diarios publicar artículos críticos, fueron habilitadas elecciones legislativas de las que participaron, por primera vez, agrupaciones políticas ajenas al PC. En la URSS asomaba un nuevo rostro, sólo que los resultados de aquel embrión de economía de mercado tardó demasiado en crecer.
Los intentos de Gorbachov podían sonar muy bien en Occidente, después de todo, la vieja URSS se modernizaba. Pero en la vieja URSS había enemigos de aquellas reformas. Y Gorbachov dormía con uno. En 1985 había nombrado a un desconocido como jefe del PC de Moscú: Boris Yeltsin, un tipo más consustanciado con el vodka que con el materialismo dialéctico, pero ambicioso y escaso de escrúpulos.
En 1987, después de la apertura de Gorbachov y de la libertad a los presos políticos, Yeltsin fue relevado de su cargo: había adoptado cierta postura dual con respecto a los cambios en la URSS. Por un lado, criticaba a Gorbachov porque todo marchaba demasiado lento y por otro, juzgaba que el jefe iba demasiado lejos con sus transformaciones. En junio de ese año, Reagan dio un golpe maestro en beneficio de su política hacia la URSS. El 12 de junio se plantó en Berlín, frente a la Puerta de Brandeburgo y de espaldas al Muro y lanzó un mensaje a Gorbachov: “Señor primer ministro, si busca la liberalización, venga a esta puerta. Señor Gorbachov, abra esta puerta. Señor Gorbachov, tire abajo este muro”.
Fue un pistoletazo de salida para que las repúblicas soviéticas empezaran a pedir, a exigir, su independencia. La URSS estaba conformada por quince repúblicas. Eran, por orden alfabético, Armenia, Azerbaiyán, Bielorrusia, Estonia, Georgia, Kazajistán, Kirguistán, Letonia, Lituania, Moldavia, la vasta tierra de Rusia, Tayikistán, Turkmenistán, Ucrania y Uzbekistán.Junto con los primeros desafíos a Gorbachov, el periódico comunista Sovetskata Rossiya llamó a resistir las reformas, empezaron los reclamos de independencia de las repúblicas soviéticas. Primero fueron los países bálticos, Estonia, Lituania y Estonia, los tres hoy en la mira de Putin. Los reclamos coincidieron con una visita de Reagan a Moscú, con un programa de reformas políticas aprobadas por el PCUS e incorporadas como enmiendas a la Constitución, y con la elección, por primera vez con candidatos de distintos partidos políticos, de un nuevo Congreso de los Diputados del Pueblo. Esa elección marcó una disminución del poder y la autoridad del hasta entonces poderoso Partido Comunista. Yeltsin volvió por la revancha y ganó una banca por mayoría abrumadora. En febrero de 1989, la URSS de Gorbachov retiró la totalidad de sus tropas de Afganistán, a la que había invadido en 1979, y ponía así fin a una guerra desastrosa que dejaba en ese país a un grupo armado incontrolable: los talibanes, a quienes habían ayudado Estados Unidos con armas y con la inteligencia de la CIA.
En julio de ese año, Gorbachov anunció que los países miembros del Pacto de Varsovia, la OTAN soviética, podían decidir su propio destino. Fue el año en el que Walesa accedió al poder en Polonia. En septiembre, Hungría abrió sus fronteras hacia occidente y miles de personas empezaron a viajar hacia un mundo que les era desconocido y lejano. Y en noviembre, esa política de apertura hizo que miles de berlineses del Este, en manos soviéticas, viajaran a Hungría primero y luego a Berlín Oeste para visitar una tierra, y a unos familiares, a los que no veían desde hacía tres décadas. En noviembre, los alemanes derribaron aquel Muro de la vergüenza y cantaron Beethoven sobre sus escombros, en algunos casos acompañados por el cello inolvidable de Mstilav Rostropovich.
En 1990 los países bálticos volvieron a reclamar su separación de la URSS, que resistió a sangre y fuego esas aspiraciones de independencia, muchas reprimidas a sangre y fuero por el Ejército Rojo. Gorbachov dejó su cargo de secretario general del PC y se convirtió en el primer presidente soviético. Al año siguiente, el PC declaró la soberanía de Rusia sobre sus tierras y eliminó algunas de las normas que regían en lo que todavía quedaba de la URSS. El Congreso reeligió a Gorbachov como secretario general del PC y Yeltsin, cada día más poderoso, abandonó el partido con otros dirigentes. Todo era insospechado en la URSS de una década atrás, incluido el nuevo Tratado de la Unión, propuesto por Gorbachov y aprobado por el Congreso de los Diputados del pueblo.
Pero el sentimiento independentista era imparable. Ucrania, como no podía ser de otra manera, junto a Armenia, Turkmenistán y Tayikistán exigieron ser soberanas. En marzo de 1991, cuando ya la URSS se acercaba a su disolución acaso sin saberlo, el famoso Tratado de la Unión fue llevado a referéndum en toda la URSS, pero boicoteado por los países bálticos, Armenia, Georgia y Moldavia. El resto de las repúblicas soviéticas votó por seguir en la renovada URSS: ocho de las nueve repúblicas aprobaron con condiciones el nuevo tratado votado en referéndum. Ucrania se opuso. El acuerdo iba a hacer de la URSS una federación de repúblicas independientes, menos centralizada, pero con un presidente en común y con iguales decisiones en política exterior y militar.
En junio de 1991 la Federación Rusa eligió por primera vez a su presidente: Boris Yeltsin, que se presentó como candidato independiente y ganó con el cincuenta y ocho por ciento de los votos. En el Kremlin, los dos rivales compartían pasillos y oficinas cercanas: Yeltsin como presidente de la Federación Rusa, Gorbachov como presidente de la URSS. En julio, en ocasión de la visita del presidente americano George H. W. Bush, Gorbachov firmó en Moscú un tratado con Estados Unidos para reducir las armas nucleares estratégicas, las que ahora quiere usar Putin en Ucrania y donde fuere. Fue entonces que el agua del vaso se desbordó. El 19 de agosto, mientras Gorbachov estaba de vacaciones en su dacha de Crimea, Ucrania, la península que hoy está en manos de Putin, el ala dura del PC, el Comité Estatal de Emergencia y un grupo de militares intentaron derrocar a Gorbachov para “evitar la descomposición del país”. Los tanques golpistas rodearon el Parlamento, Yeltsin se puso al frente de los moscovitas que formaron un escudo humano frente a las tropas, el grueso del Ejército rechazó el golpe, Gorbachov, por cuya vida se temió, regresó a Moscú y el golpe fracasó. Pero Yeltsin era ya casi un héroe nacional y el poder estaba en sus manos.
Si algo faltaba para apurar los cambios, el Tribunal Supremo proscribió las actividades del Partido comunista de la URSS. En septiembre el Consejo de Estado reconoció la independencia de los países bálticos, Letonia, Estonia y Lituania. Y el 1 de diciembre, el noventa por ciento de los ucranianos votó por su independencia. Yeltsin dio entonces un paso decisivo. Se reunió con los líderes de Ucrania, Leonid Kravchuk y de Bielorrusia, Stanislav Shushkévich para firmar un tratado “internacional” que marcaba el nacimiento de una Comunidad de Estados Independientes (CEI), compuesta por diez de las quince repúblicas soviéticas. Implicaba, también el colapso y desaparición de la URSS, porque ponía fin al Tratado que la había creado y al establecimiento de Estados en las antiguas repúblicas de la Unión Soviética.
Gorbachov se enteró por teléfono. Se lo dijo el bielorruso Shushkévich. Al día siguiente, en el Kremlin, Gorbachov recibió al entonces presidente de Kazajistán, Nursultán Nazarbáyev. En medio de la reunión, Yeltsin entró al despacho de Gorbachov, que lo increpó con dureza: “Pero, ¿qué ha hecho usted? ¿Qué quiere? ¿Qué pasará con las armas nucleares? ¿Qué sucederá con las Fuerzas Armadas unidas?”. Yeltsin se encabritó: “¿Me está usted interrogando…? ¡No voy a responderle!”. Gorbachov, según el relato de Nazarbáyev, le recordó a Yeltsin que él seguía siendo el jefe de Estado, a lo que Yeltsin contestó que muy pronto sería él quien ocupara ese sitial. Después, reveló Nazarbáyev, “comenzó una discusión a gritos e insultos fuera de tono”.
En lo formal, la URSS había dejado de existir. Quince días después, el 25 de diciembre, Gorbachov presentó su renuncia al cargo de presidente de lo que ya no era, la bandera roja de la hoz y el martillo fue arriada del Kremlin, la bandera tricolor de Rusia se izó en su lugar y Yeltsin fue el hombre más poderoso del antiguo imperio que, durante setenta y cuatro años, había regido los destinos del este europeo.
El colapso de la URSS supuso el final del comunismo, el final de la Guerra Fría y hasta el final de la historia. No contaban con Putin.
El 31 de diciembre de 1999, ocho años después de su llegada al poder, deteriorado y sin apoyo popular, Yeltsin anunció su renuncia y dejó la presidencia en manos del hoy todopoderoso líder ruso, que era entonces primer ministro.
En 2005 Putin habló sobre el colapso de la URSS y, de alguna manera, delineó cuáles eran sus planes. Dijo: “La caída de la URSS fue la catástrofe geopolítica más grande del siglo. Para el pueblo ruso, esto representó un verdadero drama. Decenas de millones de nuestros ciudadanos y compatriotas se encontraron fuera de su territorio ruso. La epidemia de destrucción se expandió incluso en Rusia. El ahorro de los ciudadanos fue aniquilado y los viejos ideales destruidos”. Propuso “defender los valores rusos y reforzar nuestra comunidad histórica”.
Es en nombre de esos valores y de la recuperación de la “Rusia histórica”, lo que bien puede ser leído como un retorno de y a la URSS, que Putin lanzó su sangrienta invasión a Ucrania y amenaza al mundo con una guerra nuclear.
Mijail Gorvachov y Boris Yeltsin
sábado, 4 de enero de 2025
Javier Milei reconoció a Edmundo González Urrutia como presidente electo de Venezuela
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04-01-2025 | |||
Javier Milei reconoció a Edmundo González Urrutia como presidente electo de Venezuela en una reunión bilateral en la Casa Rosada
Con un fuerte operativo de seguridad y rodeado de miles de venezolanos de la diáspora, el Presidente recibió al líder opositor a la dictadura de Maduro y a su esposa. Junto a Karina Milei y Gerardo Werthein, hablaron del gendarme secuestrado y de los asilados en la Embajada en Caracas Milei estaba desde hacía menos de una hora en la sede gubernamental. Había dejado Olivos a las 10 después de permanecer en la residencia oficial los días de las Fiestas. Llegó a las 10.15 a Balcarce 50 para la recepción del líder opositor venezolano y en la Casa de Gobierno se encontró con su hermana y secretaria general, Karina Milei, y con el canciller, Gerardo Werthein, que también participarían en el encuentro. Se prepararon durante unos 45 minutos en el despacho presidencial, y a las 11 recibieron a Urrutia. El protocolo aplicado por la Casa Militar para el ingreso del líder venezolano, que llegó acompañado por su esposa, Mercedes López, fue el que se le dedica a un presidente electo, dijeron sugerentemente en el entorno del jefe de Estado. El objetivo del encuentro era justamente reconocer a Urrutia como tal, después de los fraudulentos comicios de agosto y a seis días de la jornada de investidura presidencial. El 10 de enero Maduro planea apropiarse del mando que le corresponde a Urrutia, que se encuentra exiliado en España desde los comicios y aún no confirmó si podrá ir a Caracas ese día para defender la decisión de la voluntad popular de Venezuela. Mientras tanto, la principal líder de la resistencia, Corina Machado, sigue en el territorio nacional, pero oculta para preservarse de las represalias del régimen de Maduro. La charla entre Milei y Urrutia, junto a Werthein y Karina, duró aproximadamente media hora. Discutieron la situación del país en la dictadura, y el Presidente le transmitió su compromiso con los valores de la democracia. También hablaron del gendarme secuestrado, Nahuel Gallo y de los asilados en la embajada argentina en la capital venezolana. Poco después, el Gobierno publicaría un comunicado donde hablaría del “gobierno dictatorial” y de la determinación de la administración libertaria con “los valores del mundo libre, occidental y capitalista”. Al terminar, ambos salieron al balcón principal, acompañados por sus respectivos entornos. Se abrazaron y saludaron largamente a los miles de venezolanos de la diáspora en la Argentina que ocupaban un tercio de la Plaza de Mayo y los vivaron apenas vieron que se abrieron las puertas ventanales. “Viva la Libertad”. “Gracias, Milei”. “Edmundo presidente”, gritaban, envueltos en banderas de su país. Algunas mujeres estaban apostadas frente a la reja desde las 8.30 de la mañana, otros habían llegado hacia el mediodía, decididas a recibirlos con vociferadas y calurosas palabras de aliento, entre hurras y agradecimientos. Por la visita de Urrutia, la Casa Rosada estaba rodeada de agentes de seguridad apostados con sus armas del lado interno de la reja que circunda el edificio. El protocolo desplegado por la Casa Militar con el Ministerio de Seguridad y las Fuerzas Armadas había sido inusualmente reforzado con francotiradores y dispositivos anti drones. Durante la visita no hubo incidentes. Y cerca de las 12, Urrutia junto a sus laderos se subieron nuevamente a la combi para desplazarse al Palacio San Martín, donde tenía previsto seguir con la agenda con una reunión con el canciller Werthein y la Ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. La de hoy fue la primera visita de Urrutia a la Argentina, en el marco de la gira que emprende desde hoy por distintos países para reunir apoyos y volver a mostrarse en público mientras sigue el conflicto en su país.Después irá a Montevideo, Uruguay, donde será recibido por el saliente presidente Luis Lacalle Pou. El resto de sus destinos es desconocido, por cuestiones de seguridad. Noticia en desarrollo… Edmundo González aseguró que "tiene toda la intención de llegar a Venezuela el 10 de enero” |
66 años en la oscuridad.
Un día como hoy, enero 4, en nuestra lucha contra el castrocomunismo.
Un día como hoy, enero 4, en nuestra lucha contra el castrocomunismo.
Dedicado a aquellos que dicen que en Cuba no se combatió el comunismo.
Comparta estas efemérides. Gracias.
PROHIBIDO OLVIDAR.
1959.
El ex mayor del Servicio de Inteligencia Militar (SIM), Jacinto García Menocal se suicida estando en prisión en San Cristóbal, Pinar del Río.
1961
Un Tribunal Revolucionario de la Fortaleza de la Cabaña, en la causa 570 de 1960, sancionaron a 9 años de prisión, por un delito contra los poderes del estado a Carlos A. del Valle Bombalier, Oscar del Valle Bombalier, Fernando del Valle Bombalier, Reinaldo C. Avila Alonso, Octavio Aldama Delgado, Julio Gutiérrez Guedes y Pedro Luis Boitel Abraham.
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Un Tribunal Revolucionario de Ia Fortaleza de la Cabaña, causa 202 de 1960, sancionó a 12 años de prisión al acusado Andrés Muñoz Martínez.
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El insurgente Mario Miranda muere en combate en el Escambray, Las Villas.
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Alejandro Vera Tellez, miembro del clandestinaje opuesto al régimen castrista es fusilado en La Habana.
1962
[Fuente: Written testimony of neighbor 6/22/09. New York Times, 1 October 1961, p. 50, column 1. United States Information Agency, 1993. / Archivo Cuba]
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El jefe guerrillero Filiberto González Pedroso es fusilado en El Condado, LV.
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Reinaldo León Bravo es acusado de actividades contra la revolución y fusilado en Las Villas.
1963
Los capitanes guerrilleros Porfirio Guillén Amador, Juan “Niño” Débora Blanco y Gilberto Rodríguez Ramírez, mueren en combate en Sabana del Moro cerca del cementerio de Manicaragua, LV. junto a los guerrilleros Julián Hernández Cruz, René Sánchez Méndez Alfredo Luque, Idalberto Fuentes Jiménez, Norberto Colunga Torres, Bernabé Fuentes, Pedro Ramírez Artíles “Chungo” y René Sotero “Soterito”. Varios de los alzados resultaron heridos, entre ellos Israel Pacheco, que logró escapar. Porfirio Guillén estaba alzado desde junio de 1959 y murió el día que cumplió 24 años de edad.
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Ramón Padilla, ex miembro del Ejército Rebelde y ex director del presidio de Isla de Pinos se suicida en la embajada de Uruguay en La Habana. Padilla propició la fuga de Jorge Sotús, también ex miembro del ER quien se encontraba cumpliendo condena por actividades en contra del régimen castrista.
1965
Manuel Moya es fusilado en La Cabaña.
1972
2005
Mel Martínez (R/Fl.) se juramenta como primer Senador cubano americano en la historia de los EE.UU.
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CARY ROQUE UNA DE NUESTRAS HEROINAS, EJEMPLO DE HONOR Y DIGNIDAD, PROHIBIDO OLVIDAR
Tomado del libro "Todo lo dieron por Cuba"de Mignon Medrano
CARY ROQUE
Una viva muestra del peso que cargó sobre sus hombres la juventud cubana es Cary Roque. Con solo 19 años de edad, trabajaba como locutora y actriz en CMQ Radio, actriz de telenovelas en CMQ Televisión y en la exitosa obra teatral "Los Malditos". Además, estudiaba periodismo en la escuela Márquez Sterling. Como tantos otros jóvenes de su generación, Cary creyó honestamente que la revolución traería a Cuba un estado de derecho sin golpes militares y con un absoluto respeto a la Constitución de 1940.
Poco le duró la ilusión. Casi desde el primer día comenzó a ser testigo de la violencia desatada dentro de la propia CMQ. Se sintió defraudada por la revolución, pero aún más por las represalias en contra de quienes querían desligarse del sistema. El director de la escuela de periodismo, el Dr. Quintana, fue destituido y reemplazado por Carlos Rafael Rodríguez. Los alumnos que no simpatizaban con el nuevo régimen fueron depurados y hasta se les prohibió acercarse a la escuela.
Algo similar sucedía en la CMQ. A diario, las también actrices Violeta Jiménez, Raquel Revuelta y Maritza Rosales, presionaban a todas las demás para que se inscribieran en las recién estrenadas milicias. "¿Cuándo vas a unirte a las milicias, Cary? El domingo hay guardia". Esta pregunta se repetía con marcada insistencia. Un día, en tono conminatorio, Violeta Jiménez la emplazó: "Estoy hablando contigo, Cary Roque, ¿cuándo vas a ser miliciana?" A lo que Cary ripostó: "Nunca, porque yo no nací para andar con un fusil arriba; yo tengo una carrera, una educación, y me gustan los pantalones sólo como ropa de sport, no como uniforme".
Claro está que el círculo se le cerraba cada vez más, pero Cary había prometido a su madre no involucrarse en actividades contrarrevolucionarias y trataba de mantenerse alejada de éstas, aunque participó en alguna que otra reunión política. Pero las promesas se las lleva el viento cuando hay que tomar decisiones mayores. Conoció a Margot Roselló y a pesar de la cautela con que se movía entre tanto revolucionario arribista, se produjo una inmediata identificación política entre ellas. Margot y su hermana Mercedes conspiraban con el MRR, el Movimiento de Recuperación Revolucionaria, cuyo coordinador nacional en ese momento era Máximo Díaz Delgado. Cary comenzó a conspirar en acción y sabotaje; era un hermoso esfuerzo de entrega total y desinteresada, especialmente por parte del Directorio, el grupo estudiantil.
Las tres formaban parte de la misma célula y ayudaron al alzamiento de Lino Bernabé en la Sierra El Escambray. Su esposa, valiente mujer, a pesar de estar embarazada lo acompañó hasta el final. Esta fue una de las últimas operaciones que realizarían.
- El 17 de abril nos encontrábamos Margot y yo en la clínica El Sagrado Corazón con Mercedes, quien había tenido un embarazo extrauterino. La casa de Mercedes, junto al Parque Zoológico, era el cuartel general de operaciones; de ahí salían y para ahí bajaban de El Escambray, era casa de contactos, casa de seguridad, sede de estrategias; todo allí era "Top Secret".
… Desgraciadamente, nuestro grupo fue infiltrado por un muchacho llamado Pepe Silva, a quien Mercedes defendía apasionadamente y juraba que era como un hermano. El trabajaba en la Base de San Antonio de los Baños y allí tenía un contacto muy bueno que nos suministraba granadas, armas y demás. Ese fue su vínculo para entrar al movimiento. Nos denunció a todos y denunció la casa…
…En el hospital, Mercedes nos pidió que nos fuésemos para la casa porque Betty, su niña, estaba sola con la tata. ¡Qué sorpresa nos llevamos! Allí estaba escondido el sobrino de Mercedes, fugado de la cárcel de Santa Clara. Y dentro de la casa, todos estaban presos. La tata de la niña, asomada a la ventana de la cocina, nos abría los ojos indicándonos que algo andaba mal pero ¡olvídate!, no nos dieron chance. Saltaron sobre nosotros con armas largas y al grito de, "cogimos a las que esperábamos "nos apresaron en aquella enorme redada. Hasta el abuelo de las Roselló, sobre su anciano pecho las medallas de veterano de la Guerra de Independencia, cayó preso. Pudo salvarse "El Gordo" Manolo Salvat, que salió con nombre y apellido falsos. Si lo identifican, Manolito hubiera sido un paredón…
…Aquella recogida fue tan grande, tan loca, con cientos de miles de presos, que a veces creo que llegamos al millón. Tras ocho horas de detención en casa de Mercedes, nos llevaron de madrugada para el MINFAR, Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, donde nos esperaba Barba Roja Piñeiro y, junto a él, Pepe Silva. Margot y yo nos miramos y ambas pensamos, "Bueno aquí confirmamos lo que tanto dijimos y Mercedes negaba: Pepe nos ha denunciado". Años más tarde, nos dijeron que lo habían fusilado por robar armas para venderlas…
…¡Caer presas el 17 de abril! Con todos los cuadros de la resistencia listos para cuando llegara la invasión, ésta nos tomó por sorpresa, nos agarró desarticulados y sin información. Nuestros nombres estaban en listas desde hacía mucho tiempo. Nuestras vidas no valían un céntimo:
"¡Paredón, paredón, para saya y pantalón!"
…Barba Roja me lanzó a la cara un montón de fotos tomadas por Pepe Silva durante un trasiego de armas instándome a confesar que las mujeres en las fotos éramos Mercedes y yo. Yo hasta llevaba puestos los mismos espejuelos que en la foto, pero lo negaba una y otra vez. Fueron momentos muy duros. Fusilaron a muchos sin juicio. Por suerte, el esposo de Mercedes ni sabía que ella estaba conspirando, así es que el infiltrado no pudo delatarlo. El pobre hombre estaba lívido al saber lo que estas tres mujercitas venían haciendo en su casa y a sus espaldas. Así y todo, estuvo preso varios meses y salió loco…
…En aquellos días de Bahía de Cochinos, el paredón no cesó de funcionar. Todo preso que tú te encuentres hoy y que estuvo en La Cabaña en aquella época, te contará cómo llegaban a las galeras y decían: "Tú, tú y tú, Fulano, Mengano y Zutano…", sin juicio ni nada. Pero igual sucedía en cualquier estación de policía y aún más en el propio MINFAR…
…A Mercedes la apresaron en el hospital. Le querían quitar los sueros, transfusión y demás, pero su médico se les encaró para explicarles que ella estaba muy grave tras operarla del embarazo extrauterino. Dijo que la mantuvieran bajo custodia, pero que no la movieran. A Margot y a mí nos llevaron, por separado, para el G-2. Aquello era terrible, imagínate que en un solo cuarto habíamos más de 70 mujeres. Allí solo encontré a una conocida, Juanita, que trabajaba en CMQ. A su esposo le ocuparon una planta de radio; él logró escapar y la agarraron a ella. Allí comencé a conocer a las que con los años se convertirían en mis hermanas. Mi verdadera hermana, Gloria, trabajaba con Pan American y la sacaron para Miami, no volví a verla en 20 años…
…Poco después de un mes en el G-2 me trasladaron con un grupo para una casa tapiada a unas dos cuadras de allí; creo que había sido de uno de los dueños de la tienda El Encanto. La habían subdividido en celdas con dos literas cada una; a mí me tocó compartir por mucho tiempo con una muchacha muy inteligente que logró salir en libertad, María del Carmen Muñoz y Grau. Era de la juventud Católica, la Universidad de Villanueva y el Directorio, pero nunca lograron ubicarla y la soltaron. Allí conocí a Reina Peñate y a Noelia Ramírez, a quien apodaríamos "La Preciosa". Allí estuve bajo interrogatorios constantes, de día y de noche, durante dos meses y medio. No me dejaban dormir, a veces me sacaban y me dejaban sola, por horas y horas, en un salón helado…
…El peor de los interrogadores, el más sinvergüenza, era Idelfonso Canales. Me presionaba mucho amenazándome con fusilar a mi padre si yo no hablaba; mis padres ni sabían de mí desde el día 17 de abril, así es que seguro me daban por muerta. Pero, Saturno se come a sus propios hijos y también así la revolución. Al igual que a Pepe Silva, a Canales lo fusilaron por traficar con dólares…
…Un día me dejaron ver a mis padres durante 15 minutos. Mi madre estaba totalmente destruida de los nervios y mi padre era un anciano; en un mes se había puesto blanco en canas. Se ve''ia como que le habían robado la vida. A su pregunta, les confesé que yo era culpable y que allí estaría por muchos años. No volví a ver a mis padres hasta que me trasladaron para Guanabacoa…
…El 22 de septiembre de 1961 se dictó nuestra sentencia en un juicio con Pelayito "Paredón" de juez y Flores Ibarra de fiscal, la combinación clave para la pena de muerte. La pidieron para 18 hombres, y las condenas más severas para Mercedes y Margot Roselló y para mí. Mi abogado, de apellido Fernández, vino recomendado por Dora Rivas, quien estaba defendiendo a Robert Morton, el vice-presidente de la Pepsi-Cola, acusado de ser agente de la CIA y para quien pedían la pena de muerte que luego conmutaron. Éramos 102; nuestra causa era la 238 pero mezclaban causas para confundir y había gente del MRR, de Rescate, y de la Unidad de Apoyo a Bahía de Cochinos. Conmutaron algunas penas, pero fusilaron a siete hombres. Fue un juicio desgarrador, con la sala atestada de familiares que gritaban su angustia cuando dictaban sentencia de muerte. Al finalizar el juicio procedían a la apelación, pero solo rectificaron las penas de muerte y a nosotras tres nos rebajaron las condenas a 20 años.
…En ese juicio condenaron a muerte a Aldo Vera estando prófugo. Al comandante de la Marina de Guerra Revolucionaria, Gonzalo Miranda le conmutaron la pena de muerte. Muchos venían del Movimiento 26 de Julio; era una conspiración netamente salida de las filas de la Revolución. Era un juicio de mucha fuerza por estar involucradas las tres armas, el Ejército, la Marina y la Policía. Importantes personalidades y embajadores estaban presentes, incluyendo el de Inglaterra. Aquello era un constante forcejeo. Tras cada sentencia de muerte el preso quería abrazar a sus hijos, a su esposa, a sus padres, por última vez…
…Cuando terminó el juicio, los familiares se tiraron arriba de los que iban a fusilar y los policías, los cascos militares, los PMs, a culatazo limpio nos golpeaban a todos…hacían un cerco y nos separaban. Mundito, el sobrino de Mercedes, estira las manos y nos dice: "Cuídense", y un PM con bayoneta calada nos da un fuerte culatazo a Mercedes y a mí. Al; tratar de interponerse Mundito, cargó contra él con otro culatazo…todo esto a la vista y gritos de los familiares…
…Los nuestros nos halaban para que no nos metieran en la jaula. Cuando a empujones nos montaron en la jaula para llevarnos a la cárcel de Guanabacoa, los familiares le cayeron atrás a la jaula mientras se oían los gritos de los que iban a fusilar… ¡horrible, horrible! ¡Aquello era Pandemonium! Polín corrió junto a Norma y entonces la arrastraron a ella; Mercedes perdió el conocimiento en pleno juicio y hubo que sacarla en camilla. Éramos 110 acusados y casi 400 familiares. Nunca olvidaré la cara de mi padre apretando los puños y mordiéndose los labios, cargado de impotencia…
...Cuando llegamos a Guanabacoa, las noticias del juicio habían precedido a nuestra llegada y las presas estaban rezando un rosario con María Cristina Oliva, rogando porque no hubiera fusilamientos. Al traer nosotras la mala nueva, se renovaba el dolor de cada una. Si no era el hermano, era el esposo, si no, el hijo. Cuando una iba a juicio, las demás nos quedábamos rezando. Mujeres que hasta ayer fuimos desconocidas, hoy, en el dolor, éramos más que hermanas.
En Paz Descanse.
viernes, 3 de enero de 2025
jueves, 2 de enero de 2025
miércoles, 1 de enero de 2025
Un día como hoy, enero 1, en nuestra lucha contra el castro comunismo.
Un día como hoy, enero 1, en nuestra lucha contra el castro comunismo.
Dedicado a aquellos que dicen que en Cuba no se combatió el comunismo.
Comparta estas efemérides. Gracias
PROHIBIDO OLVIDAR.
1959
El General Fulgencio Batista Zaldívar, presidente de la república, abandona el país en la madrugada del día primero dando lugar a la toma del poder por el castrismo y la instauración del comunismo en la isla.
Benjamín Tardío, ex teniente del Ejército Rebelde, conocido como Pangüino se alza en el Escambray.
1961
La guerrilla comandada por Ismael Sierra Rojas sostiene un enfrentamiento con la milicia castrista en la Chispa, en las montañas del Escambray, muriendo dos guerrilleros conocidos por sus sobrenombres, el pasmao Musa y José Antonio el Gavilán. Ambos eran de origen árabe y vivían en la zona. También resultó herido el guerrillero Candelario Puerta.
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Hugo Alarcón es fusilado en La Campana, Las Villas.
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Silverio Cuevas Sotolongo, ex militar del ejército de la república, es fusilado en Santa Clara, provincia de Las Villas,Cuba.
1962
Jesús Alvelo Sosa es asesinado en el Castillo del Príncipe en La Habana. Estaba enfermo de tuberculosis.
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El exmilitar de carrera Nelson A. Molleda García es fusilado en la Cabaña. No tenía acusación de crímenes cometidos durante el régimen anterior.
1967
Ramón Alcalá es ametrallado en la zona de Dolores, municipio de Remedios cuando intentaba abordar una lancha para salir de Cuba.
1982
El opositor Robert Covarrubias muere en alta mar intentando escapar del régimen castrista.
1969
José Luis Pérez Rodríguez, miembro de la resistencia arrestado y condenado a 30 años de prisión por intento de incendio provocado (como sabotaje) de una fábrica textil en Matanzas (Textilera Matanzas). Perteneció al grupo de presos políticos que se negaron a llevar el uniforme de los presos comunes y no aceptaron el adoctrinamiento político. Murió en la prisión Boniato de Santiago de Cuba, de un infarto sin recibir atención médica. El día antes de su muerte se había quejado de un fuerte dolor en el pecho y él y otros presos solicitaron un médico, pero se les negó el tratamiento médico. (Los primos que estaban en la misma prisión cumpliendo condenas por salida ilegal le contaron a la familia lo sucedido). A los miembros de la iglesia de la madre no se les permitió asistir al breve velorio en su casa y dos policías custodiaron el cuerpo hasta que fue enterrado en el Cementerio de Antilla, provincia de Holguín. Dejó un hijo y una hija.
[Source: Written testimony of nephew, 3/31/2010, and telephone testimony, 12/21/2018. / Archivo Cuba]
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Según nos informó nuestro hermano Eraise Martínez, nuestro hermano del Presidio Político Cubano, José Ramón Varona Primelles "Pepin" está ingresado en el Baptist Hospital. El próximo viernes será sometido a una cirugía. Por el momento NO LE PERMITEN VISITAS. Oremos por su pronta recuperación.
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El socialismo es crimen, Hayek lo dijo
Publicado en El Nuevo Conservador e/ 12/2024
Hugo Balderrama 20 de diciembre de 2024
A principios de los años 40, Friedrich August von Hayek, economista, filósofo y jurista, en su libro, Camino de servidumbre, refutaba a quienes todavía intentaban encontrar cosas positivas a los gemelos malvados que amenazaban Europa (nazismo y socialismo).
Para Hayek, que los peores elementos sociales, por ejemplo, los mafiosos y hampones, ocupen cargos importantes en los regímenes dictatoriales no era un error no deseado, sino su directa consecuencia, pues el socialismo y nazismo solamente pueden imponerse por medio de la fuerza y el crimen.
El académico boliviano, Hugo Acha, en su trabajo La guerra infinita, relata que, en los años 60, Nikita Kruschev, dictador soviético, reunió a sus generales y servicios de inteligencia con el fin de encontrar la estrategia para derrotar militarmente a los Estados Unidos. La respuesta fue: No existe un modo militar, pero sí mediante la desestabilización que puede lograr la economía del crimen.
La reacción inmediata fue hacer que sus aliados en diferentes partes del mundo se pongan en contacto con las organizaciones delictivas. En la región, esa tarea fue encargada al G2 cubano. Al respecto, Huber Matos, uno de los históricos comandantes de la Revolución Cubana, explica que Fidel Castro siempre actuó contrario a los intereses de los cubanos, ya que desde la Sierra Maestra usaba sus armas para asaltar haciendas, robar animales y traficar marihuana. Además, su alianza con la URSS se puede resumir en una frase: La cocaína es un arma revolucionaria.
Revolución cubana: nacer sin historia y vivir sin país
De hecho, para inicios de la década del 80, Castro, en alianza con Pablo Escobar y Roberto Suarez, había puesto la infraestructura militar cubana al servicio del narcotráfico, concretamente, de la cocaína boliviana. Por su parte, las agrupaciones subversivas como Sendero Luminoso en Perú y las FARC en Colombia ingresaron al mercado de las drogas ilegales, primero como guardaespaldas de los peces gordos, luego como cárteles.
En 1989, Castro, con una visión para nada pesimista, pronosticaba que su revolución podría sobrevivir al derrumbe de la Unión Soviética. Obviamente, que estaba optimista, porque sabía que los narcodólares eran mucho más rentables que los rublos comunistas.
Para 1990, en el nacimiento del Foro de Sao Paulo, las FARC, ELN y Sendero Luminoso ya eran organizaciones narcoterroristas bastante poderosas y que servirían como fuerzas de invasión en los procesos desestabilizadores que sufrió la región en las décadas siguientes.
Podríamos resumir que la estrategia del Foro de Sao Paulo fue una especie de pinza que combinaba la institucionalidad democrática con el terrorismo callejero. El cocalero Morales es el claro ejemplo, puesto que, a inicios de los años 2000, usaba su curul parlamentario para instigar a sus pandilleros a cometer todo tipo de crímenes. Ni hablar de su gobierno, donde los casos de piratas del asfalto quemando ciudades sobran, sin embargo, podemos citar dos episodios, el ataque a la gobernación de Cochabamba en enero del 2007 y la masacre de la Calancha en noviembre del mismo año, y ahora repite la estrategia buscando impunidad por los abusos físicos y sexuales cometidos contra menores de edad.
Dinero y derechos de propiedad, una relación olvidada
Pero el narcotráfico no es el único crimen que cometen los socialistas. Tenemos que sumarle el robo de la propiedad privada, la generación de pobreza y miseria, la destrucción de la libertad de prensa, la censura al pensamiento disidente y el tráfico humano, en ocasiones disfrazado de misiones médicas y educativas, Cuba es el caso.
El socialismo deja a los ciudadanos en una total y absoluta condición de indefensión. En palabras de Carlos Sánchez Berzaín: "La indefensión es peor que la esclavitud. Es el sometimiento o el vía crucis testimoniado por miles de seres humanos sin derechos, sin recursos, sin opciones y sin amparo. Ojalá el mundo democrático pueda ayudar a devolverles la libertad por la que hoy luchan solos".
En conclusión, así como la inflación es siempre y en todo lugar un fenómeno monetario, el socialismo es un fenómeno criminal. Hayek tenía razón, y mucha.