domingo, 21 de noviembre de 2010

INCERTIDUMBRE CON LAS EXCARCELACIONES



Por Roberto Valdivia


Ciego de Ávila, 22 de noviembre de 2010, (PD) El jueves 8 de julio el diario oficialista Granma publicó una nota proveniente del Arzobispado de La Habana. La nota informaba sobre las conversaciones entre el presidente cubano Raúl Castro, el cardenal Jaime Ortega Alamino, el canciller español, Miguel Ángel Moratinos y su contrapartida cubana, Bruno Rodríguez Parrilla.

Como ya es conocido, las autoridades cubanas informaron en su momento la liberación inmediata y la salida para España de cinco prisioneros políticos y de los 47 restantes, integrantes todos del Grupo de los 75. Se dijo que los 47 restantes, serían liberados en un periodo comprendido entre los próximos tres y cuatro meses.

Transcurrido el plazo establecido por el régimen castrista, la duda y la desinformación caracterizan el proceso de liberación. En especial, respecto a aquellos prisioneros que decidieron no aceptar la propuesta del cardenal católico de abandonar la Isla. Tampoco se ha dicho algo sobre el resto de los prisioneros políticos que no pertenecen a la causa de la Primavera Negra de 2003.

Esto provocó incertidumbre entre los reos y sus familiares y un sinnúmero de opiniones contradictorias entre la población y la oposición pacífica. Hay quienes aseguran que más que un proceso de liberación, es una deportación forzosa para suavizar a la opinión pública internacional, en medio de la creciente crisis político-económica del régimen. Otros consideran que el cardenal Ortega Alamino debe pronunciarse al respecto y exigir a la cúpula gobernante el cumplimiento inmediato de lo acordado en las conversaciones y no ser cómplice del silencio gubernamental. Este callar es causa del sufrimiento y la desesperación de los presos y sus seres queridos.

En un artículo que escribí en agosto sobre el tema, expresé que durante años, los presos políticos han sido usados por el régimen como mercancía de negociación en medio de períodos de crisis, tensiones diplomáticas o para complacer peticiones de personalidades políticas y religiosas. La presente visión, es copia fiel de las anteriores. Hay que tener en cuenta que todo este proceso comenzó a partir de la heroica muerte de Orlando Zapata Tamayo, la firme posición de las Damas de Blanco y la prolongada huelga de hambre de Guillermo Fariñas Hernández.

Los que pensaron que la medida constituía una muestra de buena voluntad del régimen, se equivocaron. Aplican una política de desahogo. Alguien afirmó en una ocasión, “las dictaduras no son buenas o malas, son simplemente dictaduras”. Este es el caso que nos ocupa. Habrá que esperar cualquier desenlace.

primaveradigital@gmail.com

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