El embajador ecuatoriano en La Habana (Universi Zambrano) pidió explicaciones a los cubanos siguiendo instrucciones de su Cancillería
David Sosa / martinoticias.com 29 de mayo de 2011
El presidente de Ecuador, Rafael Correa. (Foto de archivo).
El Gobierno cubano está cambiando su política de "internacionalismo proletario" y de "afinidades ideológicas", y una muestra de ello es su falta de apoyo a Ecuador durante el conflicto con Colombia, ocasionado por los bombardeos a la población de Angostura en los operativos para capturar a Raúl Reyes.
Cuba nunca fue solidaria con el gobierno de Rafael Correa (un economista cuyas tesis son apreciadas por los académicos cubanos) después del conflicto diplomático con Colombia, a raíz de la incursión militar colombiana, el 1 de marzo de 2008, durante el ataque al campamento de las FARC dentro de territorio ecuatoriano. Esta falta de apoyo se dio a pesar de los muchos intentos de Ecuador por lograr una posición más definida por parte de Cuba.
Un informe publicado por el influyente diario El Comercio, de Quito, señala que la cautela de Cuba en este impasse diplomático tendría su explicación; Cuba quería mantener las buenas relaciones con Colombia, un país que, pese a las diferencias ideológicas, ha estado cerca de la Isla desde el gobierno reformista de César Gaviria.
Julio Londoño Paredes, embajador de Colombia en La Habana y conocedor profundo de los temas cubanos, informó a su Gobierno que la posición neutral de Cuba se mantuvo, a pesar de las presiones de Ecuador para que tomara posiciones a su favor.
La situación llegó a tal punto que el embajador ecuatoriano en La Habana (Universi Zambrano) pidió explicaciones a los cubanos siguiendo instrucciones de su Cancillería.
Correa había estado varias veces en La Habana, y un sábado transmitió su "enlace ciudadano" desde la Isla, en una intervención cargada de loas a la Revolución y lugares comunes históricos que molestaron a la comunidad cubana en Ecuador.
El "inusual y discreto papel" de Cuba durante el conflicto tuvo otro episodio. El canciller de ese entonces, Felipe Pérez Roque, dijo a un grupo de embajadores latinoamericanos (por órdenes de Raúl Castro) que el Gobierno valoraba lo mismo las relaciones con Colombia como con Ecuador.
Esto tiene una explicación en la historia reciente. A pesar de la poca, o nula afinidad ideológica de sucesivos gobiernos colombianos con el de Fidel Castro, estos siempre abogaron por la inclusión de Cuba en el concierto latinoamericano.
Además del caso de Gaviria, quien cuando se desempeñó como secretario general de la OEA intentó atraer de nuevo a la Isla a ese organismo, está el caso de Andrés Pastrana, un presidente que mantuvo buenas relaciones con Castro, y de Ávaro Uribe, quien valoraba mucho la intermediación de Castro con una fracción de la guerrilla colombiana (ELN).
Julio Londoño sugirió que los cubanos le habrían pedido a Hugo Chávez que bajara el tono de su "inflamada retórica", algo inusual si se tiene en cuenta que hasta hace pocos años Fidel Castro usaba la misma "inflamada retórica" con muchos de sus pares mundiales.
Consultado sobre el tema, el ex diplomático ecuatoriano Marcelo Fernández de Córdoba comentó que aunque no había seguido muy de cerca el tema, esto era algo natural pues a Cuba no le convenía pelearse con ninguno de los dos países.
"No soy un gran conocedor de este episodio, pero me parece que esa postura fue la adecuada para la diplomacia en estos casos", reconoce.
Raúl Castro nunca fue partidario de promover reuniones a espaldas de los Estados Unidos para resolver el problema entre Ecuador y Colombia. Sin embargo, su hermano Fidel dijo en una de sus Reflexiones que la solución amistosa entre Uribe y Correa (en República Dominicana) se había dado por la ausencia de Estados Unidos.
El anterior es uno más de los episodios según los cuales Raúl Castro y su hermano discrepan sobre asuntos del Gobierno. Muchos creen que la discreta posición cubana frente al conflicto entre Ecuador y Colombia, así como el retiro de las pancartas contra Estados Unidos en La Habana serían tímidas señales de que el actual gobierno cubano quiere tener una relación menos tensa con Washington.
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