Lunes, 29 de Octubre de 2012 02:57
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Cuba actualidad, El Vedado, La Habana, (PD) A la reciente reunión de Ministros de Defensa del continente americano en Montevideo, Uruguay, no estuvo invitado el General de Cuerpo de Ejército Leopoldo Cintra Frías, Ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias. Es muy probable que tampoco tuviera intenciones de ir o de enviar a observadores para informarse sobre los aspectos más importantes del evento.
El encuentro de Montevideo manifestó el enfrentamiento entre las potencias establecidas y las emergentes, las democracias claras y las por construir, las políticas exteriores basadas en apetitos imperiales y las que priorizan la defensa de la democracia y el respeto de los derechos humanos.
Las más importantes posiciones políticas estuvieron sostenidas por el Secretario de Defensa de los Estados Unidos, León Panetta, y de Brasil, Celso Amorín. Mientras en un segundo nivel se mantenían la charanga argentina con la milonga de las Falklands, y cerraba la comparsa el grupo bolivariano.
La visión de Panetta, expresada en sus posiciones en el cónclave, define la importancia de no utilizar al ejército en la lucha contra la delincuencia, el narcotráfico o el crimen organizado. Pide establecer, mecanismos de cooperación entre los ejércitos americanos, en especial en temas de seguridad y lucha contra el crimen organizado. Pero sobre todas las cosas, reactivar y modernizar el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR).
Por su parte, el ex canciller devenido ahora en Ministro de Defensa de Dilma Rouseff, fue coherente con su agenda anterior. Sigue con la propuesta de integrar a la más vieja dictadura continental -¿hay dudas de que es la nuestra?- a los mecanismos hemisféricos.
En mi opinión, su posición es una herramienta para confrontar a los Estados Unidos. Brasil dictó sus pautas "bien intencionadas y políticamente correctas" y profundizar su trabajo de influencia en el Caribe, cosa que ya hace con la presencia de un contingente militar en Haití y la formidable ayuda económica que da a la familia Castro-Ruz-Espín o el sustento que dio a Hugo Chávez durante el gobierno de Luis Da Silva.
En la comparsa, como ya dijimos, está la alianza bolivariana (ALBA), tratando de desmontar todos los sistemas hemisféricos de defensa (TIAR), políticos (OEA), o de finanzas (BIRD), para tomar la hegemonía de la zona, siempre con la ayuda de Brasil, que tiene un desprecio absoluto por la voluntad de los ciudadanos de los países vecinos, como demostró durante la deposición parlamentaria de los presidentes de Honduras (2009) y Paraguay (2011).
ALBA parte del criterio que el TIAR es un referente de la Guerra Fría y como tal debe ser desmontado. Además sostiene la tesis de que en 1982, Estados Unidos, Colombia y Chile, apoyaron a Inglaterra en detrimento de Argentina, en la guerra por las Falklands, olvidando que la dictadura sudamericana fue la agresora.
No obstante, uno de los temas más importantes sobre las fuerzas armadas en el hemisferio es el descontrolado rearme en la zona, beneficiado por el alza de los precios de las materias primas y el fortalecimiento de las monedas locales ante la crisis económica que viven Europa, Norteamérica y algunos países asiáticos.
Los más reconocidos de este rearme son Venezuela y Chile. El primero invirtió solo en el último periodo presidencial más de 10 millones de dólares en compra de armamento en Rusia.
No es el caso de Cuba. El Estado cubano mantiene niveles de insolvencia e improductividad que le impiden comprar, renovar, o dar mantenimiento a su armamento, en especial a su flota aérea o naval, importantes en el desarrollo de protocolos de cooperación con las fuerzas de seguridad del área para luchar contra el crimen organizado.
El jefe del ejército cubano, Leopoldo (Polo) Cintra Frías (17-7-1941), es su tercer ministro desde el año 2006, en que Fidel Castro Ruz dejó el poder por enfermedad. Es uno de los actuales "históricos" de la revolución, pues se unió a los rebeldes en 1957, y es miembro de todos los altos organismos del Estado y del pPartido Comunista. Fue nombrado en el cargo el 8 de noviembre de 2011, un mes después de la muerte de su antecesor, Julio Casas Regüeiro.
El Ministro del MINFAR es solo el administrador de la milicia familiar de los Castro, al que se le da visos de ejército constitucional, sin poder ocultar su esencia. Su forma de organizarse, estructurarse y las fórmulas de penetración de los aparatos de espionaje interno entre la tropa, a través del CIM (Contra Inteligencia Militar), impide el desarrollo de profesionales apegados a la ley y a las normas de defensa del Estado.
El MINFAR no establece cooperación con ejércitos vecinos. De ahí su ausencia al conclave.
Para Cuba actualidad: aleagapesant@yahoo.es