Martes, 30 de Octubre de 2012 00:01
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Su mejor estudioso, Clement Juglar, economista francés, demostró que las crisis económicas no son sucesos debidos a contingencias ni a cambios políticos como predijera el cagastrofista Karl Marx, sino a una fluctuación cíclica de la actividad económica, donde prosperidad y crisis son concomitantes. Es por ello que a Juglar se le considere el descubridor de los ciclos económicos llamados desde entonces "los ciclos Juglar".
Más tarde, el mártir economista ruso Kondratiev -fusilado por Stalin al oponerse a la colectivización, en 1938- comprobó que estas solo son fracciones de ciclos más largos, de 40 a 50 años, las ondas largas, que tienen una fase de expansión en que estas son más fuertes y prolongados y una con crisis fuertes y depresiones prolongadas.
Como podemos ver por doquier, siempre que haya países con economía de mercado habrá crisis económicas. Para no hacer de este artículo una conferencia, solo mostraré algunos ejemplos importantes de los últimos 80 años:
Crash financiero en EE.UU (1929)
Crisis financiera asiática (1997)
Crisis del rublo (Federación Rusa, 1998)
Crisis inmobiliaria y bursátil de EE.UU (2008)
Después del necesario introito, pasemos pues a la actual crisis, que producto de la globalización ha afectado en uno u otro grado a todos los países con economías autosuficientes y dependientes del mercado internacional. Excluyo de este analisis a países del África subsahariana calificados por la ONU como famine stricken countries, dependientes en su mayoría de las donaciones del Primer Mundo, y a las dictaduras parásitas y corruptas de Cuba, Myanmar y Corea del Norte, las que por su condición, no son relevantes.
En términos globales, el origen de la actual crisis ha sido diferente, por lo que cada grupo ha tomado algunas medidas de reajuste que me hacen pensar en algo más que una recuperación.
Empecemos con los EE.UU. Republicanos aparte, el más difícil escollo para los yanquis es reducir su alta dependencia del petróleo extranjero, el que con sus actuales y futuros precios -nunca inferiores a los 80 dólares el barril- siempre ralentizará cualquier crecimiento. La explotación del esquisto y las perforaciones en Alaska tomarán cerca de cinco años en rebajar en un 15% la actual dependencia petrolera.
También conspira la propia estructura económica yanqui, que depende en un alto grado del mercado interno. Por resultar más baratos los productos extranjeros, se adquieren en detrimento de la industria nacional, lo que crea desempleo y desacelera la economía nacional.
Por último, el enorme grado de endeudamiento público, que al superar los 14 trillones de dólares hace de los EE.UU un país políticamente vulnerable ante compradores de esta deuda como China y Arabia Saudita.
En el caso de la Unión Europea, la crisis fue un error político de Alemania. Los alemanes, obnubilados por la reunificación, olvidaron todos los requisitos que se exigieron a los miembros primigenios y admitieron países pobres que gastaron lo que no tenían y alegremente contrajeron deudas en euros, cosa esta de la que los garroteros como George Soros, se habían percatado: que cada país por sí solo no podía garantizar sus deudas en euros toda vez que no eran un todo soberano.
La Sra. Merkel descubrió tarde que para que el euro fuera única moneda, la UE tendría que tener una constitución como estado multinacional, sueño de todos los eurogobernantes, pero que no estaba ni estará en las mentes de los europeos demócratas
No obstante, los pasos dados en los últimos meses entre el sociolisto Hollande y la Fuhrerlein Ángela con el auxilio de la otoñal Christine Lagarde y coro, dan una luz roja en el túnel, no muy promisoria para deudores conocidos o por conocer.
Ya hay un alto eurotribunal, conocido como la Troika, que detiene los deseos de Jet Set que tienen aún algunos eurogobernantes, determina el estado de las finanzas de estos y estableció que los gastos no podrán exceder el 3%, so pena de la expulsión
En lo comercial, la UE no confronta importantes dificultades. Sus países -excepto los PIGS- gastan menos que lo que ingresan y casi todos son altamente competitivos. Contrario a lo que enfrenta Obama, en la UE no hay republicanos trompeteros de Biblia, su deuda pública es manejable, todos sus ciudadanos tienen garantizada la educación y la salud. Este año se pronostica un crecimiento promedio del 6%.
Por estas razones, creo que la UE se recuperará en un término de 3 a 5 años. Con la excepción de Grecia: por muchas sonrisas que Samara use con los periodistas, tendrá que salir del club.
Si Obama, quien ha logrado encarrilar a la casi colapsada economía en una lenta recuperación, es reelecto y crea la reforma impositiva, se retira de los desiertos asiáticos, restituye el rol de las clases obrera y media, reduce la dependencia exterior al máximo y los produce en América, perfora más en Alaska y en el Golfo de México a despecho de Greenpeace y los otros vividores, América se recuperará. Si sale Roomey ¡apaguen la luz¡
Para Cuba actualidad: paulino.alfonso@yahoo.com