Vivir en un solar, sin esperanzas
La Habana, agosto, www.cubanet.org – Hace más de un año, la reportera del noticiero del canal Habana, Graciela Resquejo, intentó reportar las terribles condiciones habitacionales –con peligro para la vida– en que viven muchas familias en el solar de Jesús María No. 12 entre San Ignacio e Inquisidor, en la Habana Vieja.
Pero de nada sirvió. Aquel reportaje, fue censurado por los comisarios políticos de la televisión cubana.
Resquejo se disculpó días después con los vecinos y los exhortó a presionar sin descanso a las instituciones que tenían que ver con la vivienda, para que, algún día pudieran salir de aquel infierno.
El solar de Jesús María No. 12, es un desastre. Sus inquilinos viven bajo el temor de un derrumbe, o el contagio de alguna enfermedad, ya que, cuando llueve, el agua penetra por los techos y las paredes, propiciando un constante goteo, incluso por horas luego de escampar. Tampoco cuentan con agua potable, que llega a través de un tubo instalado entre las aguas albañales, ratas y cucarachas que pululan por todos los rincones.
Los vecinos han apelado, una y otra vez, al gobierno. Pero el problema persiste en cada mandato del Poder Popular. Por último se dirigieron al departamento de Atención a la Ciudadanía del Comité Central del Partido Comunista, quienes devolvieron la pelota a las instancias municipales.
Una de las mayores frustraciones de los inquilinos, fue en el 2007, cuando les asignaron unas viejas oficinas de un edificio de cuatro plantas cerca del solar. Sólo debían esperar que les hicieran baños y cocinas. Pero mientras esperaban por los arreglos, el propio gobierno cedió esas oficinas a otros damnificados que habían perdido sus hogares a causa de un ciclón. Y vuelta a empezar.
Años tras años, esta miserable ciudadela de la calle San Ignacio espera por el cumplimiento de las promesas de las autoridades. Pero siempre resultan promesas vanas.
Una de las vecinas del solar, tiene a su esposo recién operado del corazón, declaró: “las autoridades se acuerdan de nosotros cada vez que viene un ciclón”, y añadió “ su cinismo no tiene límites, en ocasiones nos han pedido que nos auto alberguemos, en otras, nos han llevado para una sala polivalente en la Avenida del Puerto, y tan pronto mejora el tiempo, nos devuelven a nuestra ciudadela, sin tener en cuenta que los derrumbes se producen con la salida del sol”.
Una joven que trabaja como mesera en la pizzería de Prado 264 y que desde hace diecisiete años vive en el solar, declaró… “no estamos pidiendo un palacio en Miramar o el Vedado, queremos al menos un techo con mejores condiciones, pero siempre somos víctimas de engaños y manipulaciones”.
Las nueve familias del solar de la calle Jesús María No 12, viven sin esperanzas, víctimas del desamparo gubernamental.
GALERÍA EN FLASH (5 fotos). Fotos León Padrón Azcuy
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