Disidentes cubanos denuncian represión ante la CIDH
JUAN O. TAMAYO
JTAMAYO@ELNUEVOHERALD.COM
Siete importantes disidentes cubanos afirmaron que agentes del gobierno repetidamente golpean, cachean y expulsan a los opositores del gobierno de trabajos y escuelas al testificar el martes en Washington ante la rama de derechos humanos de la Organización de Estados Americanos (OEA).
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) anunció durante la audiencia que había emitido una “medida cautelar” urgiendo al gobierno cubano a que investigue las denuncias de las Damas de Blanco y adopte medidas para proteger a sus miembros.
Un funcionario de la CIDH señaló, no obstante, que La Habana nunca responde a ninguna comunicación del panel, el cual es parte de la OEA. La membresía de Cuba en la organización hemisférica está suspendida desde la década de 1960.
Los testimonios de Berta Soler y otras tres Damas de Blanco, así como Jorge Luis García Pérez, conocido como Antúnez, su esposa Yris Tamara Pérez y Rolando Rodríguez Lobaina marcaron una de las raras ocasiones en que disidentes cubanos han comparecido en persona ante la CIDH.
“Es un testimonio fresco y directo brindado por personas que han sufrido en carne propia la represión… y que vuelven a Cuba a seguir luchando por la democracia”, dijo Janisset Rivero, secretaria nacional adjunta del Directorio Democrático Cubano, radicado en Miami.
Soler dijo que le preocupaba especialmente el destino de la Dama de Blanco Sonia Garro y su esposo, Ramón Alejandro Muñoz, que serán juzgados el viernes bajo acusaciones de tratar de matar a uno de los policías que hicieron una redada en su casa el verano pasado. Ellos están en la cárcel desde entonces, y la Fiscalía está pidiendo sentencias de 10 años de cárcel para cada uno de ellos.
Sayli Navarro testificó que, durante los últimos seis meses, la policía ha intensificado la represión contra sus compañeras de las Damas de Blanco, desnudando a algunas para cachearlas, haciendo búsquedas en las cavidades del cuerpo a otras y soltando a muchas de ellas en lugares remotos.
Magaly Norvis Otero se quejó de que los familiares de disidentes son expulsados con regularidad de sus trabajos o escuelas, y pidió a la CIDH que urja al gobierno cubano a observar las normas internacionales para la protección de los activistas de derechos humanos.
García Pérez, quien pasó 17 años en la cárcel, dijo que el gobierno cubano había lanzado una “intensa y sistemática escalada” de abusos contra disidentes y activistas de derechos humanos en los últimos meses que incluía palizas, arrestos y detenciones domiciliarias.
Su esposa dijo que la habían golpeado tan duramente durante un arresto este verano que sufrió un ataque de amnesia, y añadió que la activista Sara Martha Fonseca apenas podía caminar después de recibir una paliza de la policía meses atrás.
Los disidentes se ven además sujetos con regularidad a “actos de repudio” organizados por el gobierno en los cuales las turbas a menudo lanzan piedras y otros materiales a sus casas y entonan eslóganes progubernamentales, dijo Rodríguez Lobaina, quien pasó seis años en la cárcel.
García Pérez , su esposa y Rodríguez Lobaina alegaron además que agentes de la Seguridad del Estado eran responsables por las muertes de Oswaldo Payá, Harold Cepero, Orlando Zapata Tamayo y varios otros disidentes.
Los representantes Ileana Ros-Lehtinen y Mario Diaz-Balart, ambos republicanos cubanoamericanos del sur de la Florida, urgieron a la CIDH al comienzo de la audiencia a que apoye a “estos valientes campeones de la democracia”.
Mientras tanto, la bloguera cubana Yoani Sánchez se unió el martes a la subsecretaria de Estado federal, Roberta Jacobson, para un chat en vivo de “Google+ Hangout” sobre los retos que enfrentan las mujeres líderes mientras Sánchez visitaba las oficinas centrales de Google y Facebook en Silicon Valley.
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