La Habana compite por ser Ciudad-Maravilla
LA HABANA, Cuba, octubre, www.cubanet.org -Parece una broma, pero es cierto que la capital cubana se encuentra entre las finalistas del evento Las 7 Nuevas Maravillas/Ciudades, patrocinado por la fundación suizaNew 7 Wonders / Cities, para elegir las 7 ciudades-maravilla del mundo actual. La presentación de la lista tuvo lugar hace unos días, en Zurich, y el fallo será dado a conocer el 7 de diciembre de 2014.
“Es vergonzoso escuchar estas cosas. La ciudad cayéndose a pedazos y sin embargo compitiendo por un premio”, dijo Madelaine de 50 años, a pocos metros del edificio donde vive, en la intersección de las calles Merced y Compostela, en el municipio Habana Vieja. A finales del mes pasado, colapsó el techo de la segunda planta del inmueble donde vive. Ella, a pesar de los riesgos se niega a abandonar su apartamento ubicado en el primer piso. “La opción que tengo es irme para un albergue. Prefiero quedarme aquí pase lo que pase”.
Hechos similares se repiten frecuentemente en los barrios habaneros. Casi la mitad de las viviendas capitalinas se encuentran en estado deplorable. Cada mes se contabilizan varios derrumbes, totales y parciales, que dejan a decenas familias sin hogar.
“Hay partes de La Habana que parecen haber sido bombardeadas. Yo no sé cómo se va reconstruir la ciudad. Por suerte, este edificio está bastante fuerte. Hay algunos que dudo resistan un año más. Con otra temporada de lluvias o un cicloncito, se van abajo”, señala Alfredo, de 61 años, residente en el municipio Centro Habana.
La prensa oficial no aborda el tema en toda su dimensión. Solo ofrece coberturas limitadas que más bien encubren los pormenores de una tragedia nacional sin soluciones a la vista.
Para paliar la situación haría falta construir más de un millón de viviendas. El número de albergados y de familias que conviven en locales inhabitables, tanto en el centro como la periferia de la ciudad, choca con la insuficiente disponibilidad financiera del Estado para acometer una tarea de esa magnitud.
Uno de los últimos derrumbes que ya son parte de la rutina en La Habana Vieja, ocurrió hace menos de una semana. Esta vez le tocó al edificio situado en la esquina formada por las calles Leonor Pérez y Cuba. “Era de esperar que sucediera en cualquier momento. Hay que ir por el medio de la calle y mirando para arriba. Al menos, yo lo hago. No quisiera morir aplastado por los escombros, manifestó Ricardo, un anciano de 72 años que vive en la otra cuadra del incidente.
Al comentarle sobre la nominación de La Habana para el certamen auspiciado por la fundación suiza, se limitó a proferir una palabrota y retirarse, con el rostro crispado.
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