miércoles, 30 de julio de 2014

Feria de la Bruja Negra


Feria de la Bruja Negra

Feria de Arte en La Rampa. Sus exponentes desean ganar dinero. Recordemos la Plaza de la Catedral, en años 80, muchos artesanos cumplieron tres años de cárcel por querer enriquecerse


Fotorreportaje: Polina Shvietsova
LA HABANA, Cuba. — En un escenario, el cantautor Tony Ávila, el mismo que provocó revuelo en Miami, cuando las Damas de Blanco de Cárdenas lo señalaron de haber participado en mítines de repudio contra ellas, cantaba su tema “Timbiriche”.  En un quiosco de muñequería, una maniquí vestida de bruja negra –quizá lo más llamativo de la feria–, en medio de tanta quinquellería, presagiaba lo que ofrecía esta feria.
A inicios de julio, comenzó esta feria, en el Pabellón Cuba, centro de exposiciones en la Avenida 23 y la calle N del Vedado, habanero, organizada por la Asociación Hermanos Saíz (de la UNEAC) y la agencia de promoción artística Artex. La feria ofrece calzado, ropa, bisuterías, y en mucho menor medida, libros. Valdría cuestionarnos el nombre “Feria de Arte de la Rampa”, cuando debería ser Feria de Artesanía de La Rampa. Pintores y escultores, grabadores, brillaban por su ausencia.
En la feria del pasado año, la novedad fue la venta, al alcance de los bolsillos, de pullovers y jabas con dibujos de los muñequitos rusos. Este año, hay bajo nivel de ofertas, altos precios en la gastronomía y muy poca calidad del programa cultural.
La Feria por dentro
Heriberto Domínguez, dependiente en uno de los quioscos, expreso: — Aquí estoy para vender. Lo mío es ganarme unos centavos y luego poder estar tranquilo en casa.
Lazara Consuegra, vendedora de ropa dijo: — Es un milagro estar aquí. Si puedo vender alguna que otra pieza, sobreviviré este mes. Este año ha bajado la concurrencia de los particulares. Por el ahogo con los impuestos de la ONAT,  muchos artesanos que conozco no están aquí.
Yanelys Aragón, vendedora de zapatos:– Los impuestos nos siguen ahogando. Fíjate que los pasillos de la Feria están medio vacíos. Es porque muchos cuentapropistas han tenido que entregar sus licencias.
Adonis Tejeda, vendedor artesanías agrego:– Las ventas están malas, no hay forma de levantar voltaje. Nos tienen agobiados, entre los impuestos y las pesquisas ideológicas. Hay que ser Aladino para obtener este cuchitril y resistir el verano.
Un grupo de jóvenes, que no se identificaron que compraban tostones rellenos a 3.00 CUP: — venimos a matar el aburrimiento, no hay mucho que se pueda comprar. Los precios de los zapatos están disparados, van desde 10 a 30 CUC. Solo nos queda descargar a las jevitas y ver que se nos pega.
Ana Pascual, vendedora: –Pasar el día en este quiosco, es un sacrificio duro, todo por una leve ganancia semanal. Apenas podemos almorzar. Una cajita de comida, o un sándwich de atún, en el quiosco del restaurante particular Los Compadres, cuesta 25 CUP. ¡Quién puede con eso!
Dos señoras que no se identificaron expresaron:– Esta feria es muy cara para nuestros bolsillos. Hay que decidir entre un par de zapatos o soltar el dinero en beberse un trago, la piña colada cuesta 0.95CUC.
Otra joven que prefirió el anonimato añadió: — Una viene aquí porque no hay más nada que hacer, esto es lo más aburrido que hay. Es como quien va al parque a encontrarse con amistades, tomarse unos tragos y ver quien canta, él que sea, el caso es pasar el Verano.
Arte en La Rampa, es un mercado de artesanías, zandalias, cintos, carteras, cucharas de madera, útiles para las necesidades del cubano, que deberían estar en tiendas por departamento y a precios de mercado, no en una feria de arte.
Imprescindible recordar, en los años 80, la venta de artesanías en la Plaza de la Catedral que, cada domingo se colmaba de cubanos que urgían de un par de zapatos o un sartén para cocinar.  Aquellos artesanos en piel, en madera, en cobre, también tenían permiso del Fondo de Bienes Culturales –que les suministraba los materiales–  para vender sus productos. Pues una tarde, de sopetón, la policía hizo una recogida masiva en la plaza y cargó con los más exitosos artesanos. Cumplieron tres años de cárcel. El Granma justificó ¨que se estaban enriqueciendo¨.
La bruja negra pende sobre  los cubanos, en una economía de timbiriche, donde el oxígeno, la libertad y la prosperidad no se ven llegar por ninguna parte

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