martes, 30 de diciembre de 2014

Ante los malos resultados, ¡más optimismo!


Al pueblo guantanamero pueden faltarle los alimentos, los bienes, los servicios. Pero lo que no le faltará jamás es el optimismo de sus dirigentes

guantanamoGUANTÁNAMO, Cuba -La provincia de Guantánamo cerrará el año con un déficit de 54.5 millones de pesos en el presupuesto según expresó el primer secretario del comité provincial del Partido Comunista, Denny Legrá Azahares, en entrevista publicada por el periódico oficialista Venceremos este viernes 26 de diciembre del 2014.
La provincia de Guantánamo dejó de cumplir los planes asignados a la Empresa Provincial de la Construcción, las empresas de Industrias Locales, el Poligráfico Juan Marinello y la Empresa de Materias Primas. En la entrevista el dirigente expuso que también se incumple en otras 14 actividades del plan económico social, nueve relacionadas con la alimentación del pueblo, entre ellas la producción de leche y yogurt, huevos, tomates, helados y pan, siendo responsables de estos incumplimientos las empresas del Ministerio de la Industria Alimenticia, del Azúcar y de la Construcción.
Cine América Latina, cerrado por más de tres años (foto del autor)
Cine América Latina, cerrado por más de tres años (foto del autor)
También se incumple el plan de exportaciones, el abastecimiento a los mercados paralelos (que venden productos a precios superiores a los establecidos para los productos normados por la libreta de abastecimiento), la producción y venta de materiales de la construcción, el plan de edificación de viviendas y la carga de mercancías. Otro aspecto negativo es el pago de salarios sin respaldo productivo.
A pesar de estos resultados, ¡somos optimistas!
Quien se tome el trabajo de leer la entrevista que el anterior primer secretario del comité provincial del partido, Luis Antonio Torres Iribar, ofreció a Venceremos el viernes 28 de diciembre del 2012, y la que el actual primer secretario concedió al mismo periódico el viernes 27 de diciembre del pasado año, podrá comprobar que al pueblo guantanamero pueden faltarle los alimentos, los bienes de servicios y de consumo, pero lo que no le faltará jamás, a pesar de los malos resultados productivos, es el optimismo de sus dirigentes, algo infaltable en el menú de las febriles proyecciones oficiales y así lo ratifica Legrá Azahares en esta nueva entrevista al afirmar en plural: “Somos optimistas con el futuro de la provincia”.
Hotel Brasil, estuvo cerrado durante diez años. Reabierto hace 4 meses (foto del autor)
Hotel Brasil, estuvo cerrado durante diez años. Reabierto hace 4 meses (foto del autor)
Pero ese optimismo, más que una visión política basada en la realidad de una economía acéfala, es un sentimiento infundado si tenemos en cuenta las cifras que el propio oficialismo divulga.
Por ejemplo: el primer secretario encomia los resultados del Programa de Desarrollo Local, que si bien es cierto muestra avances ostensibles en el centro de la capital provincial y en la ciudad de Baracoa, todavía dista mucho de tener un alcance popular, dirigido hacia todas las comunidades, pues no ha resuelto problemas esenciales para los guantanameros como el de recibir un abastecimiento de agua potable con calidad, la pavimentación de las calles y carreteras (solamente en Guantánamo el 80% de las calles está en pésimo estado), la construcción de un sistema de acueductos y alcantarillado que llegue a todos los habitantes, la solución de las zonas de bajo voltaje eléctrico y, sobre todo, lograr que los guantanameros tengan la posibilidad de adquirir de forma estable una variada alimentación a precios congruentes con el miserable salario que reciben. Todo eso continúa siendo una asignatura pendiente para el gobierno y pronto se cumplirán 57 años con los mismos gobernantes, jamás elegidos directamente por el pueblo.
Las inversiones
Parte del antiguo hotel Washington, cuya reconstrucción comenzó en 1975 y se paralizó en 1984.En los bajos funciona la cooperativa gastronómica Las Ruinas (Foto del autor)
Parte del antiguo hotel Washington, cuya reconstrucción comenzó en 1975 y se paralizó en 1984.En los bajos funciona la cooperativa gastronómica Las Ruinas (Foto del autor)
El primer secretario también declaró que otra dificultad significativa es el incumplimiento del plan de inversiones, el cual debe concluir al 80 % y alcanzar sólo 77 millones de pesos de los 96.3 previstos en lo que, según sus palabras, ha incidido el bajo nivel productivo de las empresas de materiales de la construcción.
A Guantánamo la ha marcado la cercanía de la base naval norteamericana. De ciudad próspera antes de 1959, dueña de incontables comercios donde era posible adquirir incluso antes que en La Habana los automóviles del año, los últimos efectos eléctricos y la ropa de moda, a partir de entonces pasó a ser una ciudad amenazada y, según la visión apocalíptica de Fidel Castro, destinada a desaparecer en caso de una confrontación directa con los norteamericanos.
Esa visión reduccionista provocó el atraso de esta zona con respecto al resto del país. De ciudad receptora de fuerza laboral e inmigrantes nacionales y extranjeros Guantánamo se convirtió en una de las principales emisoras de emigrantes hacia el occidente cubano y fuera de Cuba. Quizás ese progresivo retraso fue el que le hizo exclamar al comandante la célebre frase: “Guantánamo es un tercer mundo dentro del tercer mundo”, dicha en la celebración del 26 de julio de 1985 aquí.
Todavía hay muy pocas inversiones de significación directa para el bienestar de la población, siendo excepcional la que termina en tiempo y forma con calidad. Hace menos de dos años se inauguró a bombo y platillo una planta procesadora de tomate en el Valle de Caujerí y hoy el tomate en conserva no se vende establemente en los mercados.
Quisiera contagiarme con el optimismo del primer secretario y ver progresar a mi pueblo, pero con estos resultados su proyección es como un deslizamiento sobre una cáscara de plátano, algo de lo que sólo puede esperarse el serio desenlace de la caída.

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