miércoles, 1 de abril de 2015

Una respuesta necesaria a Granma,


370_nuestra sociedad civilCuba actualidad, El Cerro, La Habana, (PD) El periódico Granma publicó en su edición del viernes 20 de marzo del 2015 un trabajo titulado “Rumbo a Panamá. Nuestra sociedad civil”. En él encontramos, una distorsión de la historia de la lucha cubana por la libertad y la democracia. El pueblo cubano jamás fue socialista ni comunista, ni en nuestras guerras de independencia, ni en otras luchas patrióticas; ni los constituyentes de 1940, ni los que lucharon contra la tiranía de Batista. La mayoría fueron personas que querían lo mejor para Cuba.
Granma afirma: “Y no hay nada que guste más a los poderosos que apropiarse de las palabras y su significado. Ese es el caso de sociedad civil”.
¿Quién es el verdadero poderoso? ¿La incipiente sociedad civil cubana, reprimida, despedida de sus trabajos, encarcelada, exiliada, etc.? Lo es, en realidad, el partido-estado gobierno totalitario que moviliza a las organizaciones de masa y sociales contra sus compatriotas. Que persigue por pensar de forma diferente, que acusa injustamente de mercenarios y todos los calificativos indecorosos que se les ocurren.
Granma afirma: “Un concepto que ha sido manipulado y puesto al servicio de quienes buscan perpetuar el tipo de sociedad consumista y capitalista que ha marcado la modernidad. Igual suerte corren otros como derechos humanos, democracia y libertad.
¿Por qué el parlamento cubano no ratifica los pactos de derechos civiles, políticos, sociales y económicos de Naciones Unidas, como lo han hecho muchos países de América, en los cuales hay manifestaciones, protestas, y hay pluralismo político y alternancia en el poder con el voto desde la base para las elecciones periódicas de gobernantes?
Dice Granma: “…y es que cuando un Estado representa los intereses de las grandes mayorías, no tiene por qué haber un antagonismo insalvable con las asociaciones que de manera libre establecen los ciudadanos.”
¿Qué nombre dar a esto? ¿Acaso el de una gran falacia?
¿Dónde está la revolución de los humildes? ¿Y el futuro luminoso? ¿Qué pasó? ¿Cuándo llegara a los cubanos de a pie?
Hay una triste realidad: hemos sido víctimas de un sistema que no posibilita ni el presente ni un futuro.
Es demasiado tiempo. A muchos la vida se nos ha ido. Son casi tres generaciones.
¡Este sistema no da más!
Guste o no, la Constitución socialista cubana es el resultado de un régimen totalitario del que se depende en lo más mínimo. Un único partido, el Estado y el Gobierno, son los dueños de la nación y sus ciudadanos, trayendo esto por resultado una vida más difícil a quienes se nieguen a ser leales y no acatar voluntariamente la violación de la Carta Universal de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas.
En la historia republicana de Cuba, los socialistas y comunistas representaron una ínfima parte de los ciudadanos.
¿Por qué tener que aceptar un partido único-estado-gobierno por más de 56 años?
Cuba pertenece a todos los cubanos por igual. No puede existir ninguna razón convincente que justifique el poder prolongado indefinidamente, que al final, como señalara Martí, se convertirá en casta.
Advirtió Martí: “Dos peligros tiene la idea socialista, como tantas otras: el de las lecturas extranjerizas, confusas e incompletas, y el de la soberbia y la rabia disimulada de los ambiciosos, que para ir levantándose en el mundo empiezan por fingirse, para tener hombros en que alzarse, frenéticos defensores de los desamparados”.
Para Cuba urge una nueva constitución, donde todos quepan en igualdad de condiciones.
Para Cuba actualidad: rogeliot@nauta.cu
*Partido Liberales de Cuba.

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