viernes, 1 de enero de 2016

El desaguado fin de año en Santiago

LOURDES GÓMEZ | Santiago de Cuba | 31 Dic 2015 - 3:15 pm. | 0

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Cargando agua en las afueras de Santiago de Cuba. (ELNUEVOHERALD)
Es Santiago de Cuba, no os asombréis de nada, dijo el poeta y acertó. Las festividades del fin de año serán las más difíciles del último quinquenio. La razón: la falta de agua, cuyos ciclos fueron alargados a mediados del presente mes por los niveles precarios que presentan las presas de la provincia.
Sobrevivir recibiendo el líquido una o dos veces al mes obliga a repensar las estrategias de su acopio. Las divisiones sociales ya son inocultables. Los que pueden se parapetan para enfrentar los rigurosos ciclos, se compran depósitos plásticos o artesanales de metal, o simplemente se construyen nuevas cisternas; a los pobres solo les queda mendigar un porrón de agua, robárselo de alguna entidad estatal en contubernio con los custodios, o violar un registro.
La difícil situación del pueblo, se agrava con los astronómicos precios de los alimentos. La falta de agua ha incidido también en la producción agrícola, sobre todo de los vegetales, cuyos precios ya compiten con los de la carne.
El Gobierno anunció la jornada "Triunfo de la Revolución", festividades para celebrar el nuevo aniversario. Como siempre se harán ferias agropecuarias, que tendrán la novedad de los precios rebajados fijados por el Estado, para así evitar su elevación durante estos días. La suspensión de la oferta y la demanda, se debe a la creciente quejas de los ciudadanos de que sus sueldos no pueden costear una cena.
Se da por sentada la alegría popular y se enumeran los éxitos logrados durante el año. Después de meses de incertidumbre el cólera fue minimizado, reabriéndose la venta de bebidas no selladas a la población, aunque no se han eliminado los baños podálicos de las puertas de las entidades por temor a su recurrencia.
Los supuestos crecimientos económicos que cada año son anunciados en la Asamblea Nacional nadie los cree, sencillamente porque no se ven. La población sigue en modo de subsistencia. La gente quiere celebrar un nuevo año de "lucha",  el cumpleaños revolucionario a nadie le importa. La meta del cubano es llegar a ver un cambio que hoy parece lejano. Para el santiaguero solo sería una dicha no pasar el fin de año cargando agua.

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