sábado, 21 de diciembre de 2024

HUIR, LA ÚNICA ALTERNATIVA CIERTA PARA LA TIRANÍA CASTROCOMUNISTA EN CUBA

HUIR, LA ÚNICA ALTERNATIVA CIERTA PARA LA TIRANÍA CASTROCOMUNISTA EN CUBA
POR OSCAR ELIAS BISCET
Presidente de la Fundación Lawton de Derechos Humanos
Presidente del Proyecto Emilia
Medalla Presidencial de la Libertad

 
El Proyecto Emilia asegura libertad absoluta y una República libre al pueblo cubano. Desde ahora entre sus preceptos ponen fin inmediato e irreversible al régimen tiránico castrocomunista, pues sus firmantes han declarado su ilegitimidad e ilegalidad.

En mi caso personal, Dr. Oscar Elías Biscet, líder principal (primus inter pares) del Proyecto Emilia, apoyo esa propuesta de ilegal e ilegítimo por ser simplemente una dictadura y también un proceso que sustituyó de facto y no de iure a la Constitución de 1940.
En el Proyecto Emilia, una de sus cosas importantes e históricas es la de "declarar ilegitima a la Constitución Comunista y a la Asamblea Nacional del Poder Popular con sus órganos de poder del Estado".
El pueblo cubano puede impulsar el cambio de régimen de forma autónoma al estilo del 11J hasta derrotar la dictadura comunista y el establecimiento de la libertad. Por eso, el Proyecto Emilia deja claro que "no nos queda otra alternativa que poner en marcha el desafío político no violento para hacer realidad la libertad de nuestro pueblo".
El ideal de la protección de Dios y petición que nos guie en esta justa causa para lograr la libertad y la prosperidad del pueblo cubano. Estas sabias palabras de la búsqueda del Creador están reflejadas en alma cristiana de la nación cubana en la historiografía constitucional del país de
1901 y 1940. Evidencias de la esencia de la cultura occidental en Cuba.
Asimismo, podemos asegurar que "Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia porque ellos serán satisfechos". Y en la convicción del triunfo por la justicia ya que “el caballo se alista para la batalla; mas Jehová es el queda la victoria”. El Proyecto Emilia busca esa victoria para la instauración de los derechos humanos y las libertades fundamentales en una sociedad libre.
A través de la historia,  la mayoría de los dictadores, ante una presión popular o militar su camino natural ha sido la huida y caída de su régimen y reposición de la impartición de justicia en el país, que evitaría la consolidación de un golpe de estado o nuevos grupos disfrazados de demócratas
en la búsqueda de la instauración de una novedosa tiranía.
El Partido Comunista de Cuba (PCC) usurpó la soberanía del pueblo e injustamente convive fusionado al estado, lo que llama el Partido-Estado, y desde esa posición ventajosa ha aplicado el terror para mantener sus privilegios financieros y en recursos materiales, los cuales el Partido dilapidó y llevó a la miseria y al hambre generalizado del pueblo.
El pueblo cubano ha sufrido durante largo tiempo graves y continuas violaciones de los derechos humanos que se manifiestan en crímenes de lesa humanidad por la acción concreta del PCC, lo cual sería reprochable un contubernio político que justificara esa actitud criminal, sea por la reforma o evolución (diálogo) con ese tiránico partido comunista.
Algunos políticos cubanos hablan que en la lucha contra una dictadura vale todo, sin embargo, esto puede enmascarar el deseo de algunos de salvar al partido comunista y, por ende, hablan de diálogo, evolución o reformas con el régimen tiránico para evitar su caída o derrota total por el pueblo.
En el mundo existe una larga experiencia histórica de la suspensión y el encarcelamiento de los cabecillas y partidos envueltos en el torbellino de la injusticia, los asesinatos y los crímenes de lesa humanidad, ejemplo: el Partido Nacional Socialista Obrero Alemán (Nazi) fue suspendido por siempre en Alemania.
La invalidación del partido Nazi fue después del fin de la segunda guerra mundial en 1945 y los cubanos teníamos para ese entonces entre las leyes la no aceptación de partidos antidemocráticos y antilibertad en la Constitución de 1940.
Los cubanos tenemos que hacer aquel proceso de justicia en el país y al Partido Comunista de Cuba suspenderlo de la vida política pública por sus graves crímenes, el colapso del país que llevó a un estado fallido, los conceptos antidemocráticos y antilibertad que por la Constitución de 1940, en su artículo 37 asegura:
“Es Ilícita la formación y existencia de organizaciones políticas contrarias al régimen de gobierno representativo democrático de la República, o que atenten contra la plenitud de la soberanía nacional”.
En Cuba existe una tiranía totalitaria comunista, que está cimentada en esa ideología marxista leninista (estalinismo) no en la institución de la familia, al menos en la fuente de poder político del país, el Buró Político del Partido Comunista de Cuba, no existe ningún familiar de los Castro.
El régimen tiránico castrista ha tratado de cuidarse del nepotismo y dar la imagen de una democracia con estado derecho elegida por el pueblo, más bien es una dictadura de partido (único) y no familiar, como fue en los países de Europa Oriental y la Unión Soviética (URSS) con el sistema de socialismo real. La mafia de los Castro trata la posibilidad de no igualarse con la mafia familiar en el poder de los Kim en Corea o los de Ásad en Siria.
El dictador Raúl descuidó algo esa posición malintencionada y engañosa de su hermano mayor y aunque algunos de sus hijos incursionan en el sistema político y de seguridad del país, se ven figuras débiles y sin arraigos en el sistema y con recelo por la burocracia comunista, incluso, el general Alejandro Castro Espín ahora menos visible por posible autor intelectual de los ataques
sónicos o síndrome de La Habana sobre diplomáticos estadounidenses.
La exigencia de libertad del pueblo cubano durante muchas manifestaciones públicas como la del 11J, donde exigían libertad y no más comunismo, lo han expuesto en muchas de otras protestas pacíficas populares y a pesar de la represión por la aplicación del terror de Estado muchos piensan en la caída del régimen y la huida de los tiranos.
La justicia debe imperar como esencia de una sociedad civilizada, algunos individuos segados por el prolongado sufrimiento, las torturas y los crímenes de lesa humanidad cometidos por la dictadura cubana del PCC y otros por el odio justifican sus acciones vengativas y no en la ley de los eventos finales acontecidos a Ceausescu, Husein, Gadafi y Milosevic.
Por aquellas realidades, la huida del tirano y sus cómplices son el único paso cierto y beneficioso, en asociación a la caída de la tiranía castrocomunista y las sanciones correspondientes por la ley. Ese es el enfoque correcto para la implantación irreversible de un verdadero tránsito de la
dictadura a la democracia y el reintegro seguro y en orden de la República de Cuba Libre.
El Dr. Oscar Elias Biscet es un líder de derechos humanos, ex preso de conciencia durante 12 años y ganador de la Medalla Presidencial de la Libertad. Vive en  La Habana, Cuba, y puede ser contactado a través de su teléfono 011-537-699-1774. y de su sitio web: www.OscarBiscet.com.
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