miércoles, 2 de noviembre de 2011
Una biblioteca independiente
Miércoles, 02 de Noviembre de 2011 04:00
Escrito por Frank Correa
Jaimanitas, La Habana
(PD) Uno de los embriones de las actuales bibliotecas independientes lo constituyó la tertulia literaria del Mará, en la casa de los mil colores de la Loma del Chivo, en Guantánamo.
Era una vieja casona de madera casi en ruinas, en la calle José Antonio Saco entre Jesús del Sol y Narciso López, donde su propietario, Teófilo Brown, abría sus puertas a músicos, teatristas, pintores, bailarines, poetas, y todo el que tuviera una obra artística que exponer. La única premisa exigida allí era la libertad de pensamiento y expresión.
De aquella tertulia clandestina emergieron varios talentos artísticos guantanameros, a pesar de la persecución y el hostigamiento constante por parte de la policía política. A finales de los ochenta la tertulia fue clausurada por la Seguridad del Estado, bajo la acusación de fomentar un movimiento de negritud. Años después Brown volvió a revivirla, pero fue vuelta a cerrar, inculpada de actividades subversivas y asociación ilícita para delinquir.
A pesar de la vigilancia y el asedio, la tertulia jamás dejó de existir dentro de las paredes de la vivienda. Tampoco su biblioteca, atiborrada de libros prohibidos que Teófilo atesoraba como reliquias y hacía circular entre amigos, y cualquiera que "anduviera buscando la verdad".
Allí podía encontrarse a Vargas Llosa, Pasternak, Solshenitzin, Bulgakov, George Orwell, Cabrera Infante... Se comentaban libros y los intelectuales más viejos explicaban a los noveles cómo se debía escribir, cuáles eran los temas necesarios a abordar en la Cuba actual, y la manera de despojarse del engolamiento y la hojarasca.
La biblioteca de Teófilo Brown, sin ningún tipo de apoyo foráneo, ni fondos para existir, se mantuvo activa durante décadas, pero el inexorable paso del tiempo fue acabando poco a poco con sus libros.
Algún día, cuando se intente construir la cronología histórica disidente, la casa de los mil colores en la Loma del Chivo de Guantánamo deberá recordarse como uno de los primeros focos subversivos del oriente del país. La tertulia literaria Mará fue uno de los primeros intentos de integración racial y un espacio para la libertad de expresión. Las estibas de libros prohibidos de Teófilo Brown que circulaban a escondidas entre guantanameros audaces, fue tal vez la primera biblioteca independiente que existió en Guantánamo bajo la dictadura comunista.
beilycorrea@yahoo.es
Foto: Frank Correa
Teófilo Brown
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