El manatí es un mamífero acuático considerado casi en extinción en el mundo.
A los manatíes en Cuba les ha sucedido como a las viviendas. Los edificios y casas han tenido que ser demolidos en cifras alarmantes. Hay zonas capitalinas que lucen desoladas, sin viviendas.
Es urgente que otros especialistas y funcionarios del gobierno provincial comiencen de inmediato un estudio, para que como con los manatíes, se tenga en cuenta el estado sobre las condiciones de las viviendas, y cómo conservarlas, bajo un plan de protección, entre otros aspectos.
¿Qué queda de Cuba? Muy poco. Solo algunas nuevas construcciones hechas para cobrar bien caros sus alquileres, y los horripilantes edificios de microbrigadas que con diseños del peor gusto aparecen por toda la Isla, malamente construidos y llenos de filtraciones.
La Habana, que fue una bella ciudad, hoy está en peligro de extinción. Como los manatíes.
Tendrán que recopilar fotos, videos y postales para hacer un museo y que los turistas vean cómo era, por ejemplo, La Habana y saquen sus propias conclusiones, no por los puntos que selecciona el guía que los acompaña en los ómnibus turísticos, sino a pie, como hacen tantos cubanos. Que caminen por la Calle Neptuno y vean lo que queda de un edificio de gran valor arquitectónico en la esquina de Gervasio, donde bajo sus ruinas se venden flores y vegetales de un lado, y del otro se cuidan bicicletas.
Quizás esos turistas tengan más conciencia y sentido de solidaridad que quienes deben velar por la capital y se logre, como con los manatíes, la debida conservación y el esfuerzo por protegerla. A no ser que quienes sostienen el nuevo modelo económico esperen que se derrumbe todo lo viejo para construir lo que es conveniente con vistas a lucrar y llenar sus propias arcas.
Para Cuba actualidad, aimeecabcu2003@yahoo.es
Foto: Aimée Cabrera