El teque y la ineficiencia: últimos coletazos
GUANTÁNAMO, Cuba, octubre, www.cubanet.org -El gobierno cubano no acaba de hallar el camino que le permita hacer cumplir eficazmente los lineamientos aprobados en el Sexto Congreso del partido único. Ni siquiera se avizora el tan ansiado cambio de mentalidad que la misma cúpula gobernante ha pedido reiteradamente a los dirigentes y militantes del PCC. Peor es el desentendimiento de la institucionalidad que protagonizan algunos sectores con poder y que es hoy una verdadera plaga en nuestra sociedad.
El teque continúa ocupando el lugar que corresponde a los hechos. Acaba de realizarse, sin penas ni glorias, el congreso de los CDR, una organización presuntamente no gubernamental cuando su quehacer y sus vínculos con el MININT demuestran todo lo contrario. En las emisiones de los noticieros nacionales de televisión correspondientes a los días 27 y 28 de septiembre fueron transmitidas imágenes del cónclave y vimos a algunos compatriotas haciendo discursos exaltados y llamando a la acción en contra de las ilegalidades, las indisciplinas e instando a rescatar verdaderos valores humanos, los mismos que el gobierno, en su afán de controlarlo todo y reprimir lo que se le opusiera, fue desconociendo para favorecer la cobardía política y también un comportamiento cívico donde el oportunismo resulta piedra angular. Mientras los veía me preguntaba cuántos serían capaces de hacer en sus barrios lo que pregonaban ante las cámaras.
Apena leer lo que se publica en las columnas de opinión de los periódicos nacionales, no porque salgan a relucir en ellas los problemas de los cubanos de a pie, sino por las respuestas de los dirigentes. Algunos ni siquiera se toman la molestia de responder, otros responden elusivamente o con justificaciones y hay quienes lo hacen hasta seis meses, o más, después de haberse publicado la queja del ciudadano; otros reciben las reclamaciones y se desentienden de ellas.
Un ejemplo de esta negligencia me toca de cerca. En la cuadra donde resido, en la calle 7 Oeste entre 2 y 3 Norte, Reparto Pastorita, Guantánamo, el lunes 30 de septiembre llevábamos 25 días sin recibir agua. Se trata de un problema que nadie se explica porque ha llovido bastante, las presas están llenas y no hay roturas en el servicio de re-bombeo. El periódico “Venceremos”, órgano del comité provincial del partido, tampoco ha informado a la población qué es lo que pasa. Mientras, los vecinos de esa cuadra tenemos que cargar el agua desde una distancia que supera los cien metros.
El problema es del conocimiento del delegado del Poder Popular, de los trabajadores encargados del re-bombeo en el reparto, del partido y del gobierno pues es algo que está perjudicándonos desde hace varios años cada cierto tiempo. Guardo copias de las cartas remitidas al director de la empresa de Acueductos y Alcantarillado de Guantánamo el 22 de marzo del 2005 y 26 de diciembre del 2009. Igualmente poseo copias de las cartas remitidas al Presidente del Consejo de Administración de la Asamblea Municipal del Poder Popular el 8 de abril del 2005 (firmada por 17 vecinos) y el 15 de abril del 2010 (firmada por nueve vecinos). También de la carta remitida el 13 de julio del 2010 a Henry Rodríguez Terrero, entonces Vicepresidente del Consejo de Administración del Poder Popular Provincial y copia de la carta que el 4 de febrero del 2011 remití a Luís Antonio Torres Iribar, entonces primer secretario del comité provincial del partido. El único que respondió esta preocupación ciudadana fue el primer secretario del partido y lo hizo con una escueta nota de la Oficina de Atención a la Población, fechada el 24 de febrero del 2011 y firmada por Jorge Viquillón Matos, en la que me informaba que nuestro caso había sido trasladado a la dirección de Acueductos y Alcantarillado, de la que recibiría respuesta, algo que todavía los vecinos de esta cuadra estamos esperando.
Este es otro ejemplo de violación del art. 63 de la Constitución de la República que establece que todos los ciudadanos tienen derecho a dirigir quejas y peticiones a las autoridades y a recibir la atención o respuestas pertinentes y en plazo adecuado conforme a la ley.
Partiendo de esta situación, me pregunto cómo es posible que se hagan llamados a la población para que se respete la institucionalidad del país cuando los dirigentes se desentienden de la Constitución y empresas como Acueducto y Alcantarillados de Guantánamo son incapaces de cumplir con su objeto social. Y conste que esta afirmación no es un juicio formado únicamente a partir de este ejemplo. Como ciudadano no podré entender jamás la indiferencia con que hemos sido tratados por un gobierno que afirma que es del pueblo y para el pueblo. ¡Y encima la empresa ha tenido la desvergüenza de enviar al cobrador del agua!
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