lunes, 6 de enero de 2014

Nochebuena para algunos, pero amarga para otros

Nochebuena para algunos, pero amarga para otros

Gessica Castelnau Jorrin
72Cuba actualidad, Centro Habana, La Habana, (PD) Mientras que en el mundo entero se celebraba el día 24 de diciembre, en Cuba se respiraba un aire de tristeza y desconsuelo. En las calles se podía ver una total desolación. Las esquinas de las barriadas del municipio de Centro Habana, estaban inundadas de niños que reflejaban en sus ojos el anhelo de poder tener como todos los niños del mundo un juguete, un árbol de navidad y una simple cena en familia.
 Sin dudas, la Nochebuena ha sido una tradición durante miles de años. En todos los países se celebra ese día en familia, se cocina el plato tradicional de su pueblo, y se le regala a los más pequeños de la casa, en el nombre de Santa Claus. Pero en Cuba, desde hace más de 50 años ese día no se celebra como debe ser. A pesar de que la familia trata de estar unida para celebrar juntos la llegada del niño Jesús al mundo, muchas veces eso no es posible.
Lamentablemente, la Navidad ha pasado a un segundo plano en este país hermoso, pero no ha sido porque los más ancianos de la casa no la recuerden, sino por la miseria.
Desdichadamente, los niños cubanos no conocen de Santa Claus, no saben que ese día, este entra en los hogares y les deja presentes a la orilla de los arbolitos. Pero claro, eso se puede entender, en la mayoría de las casas no hay arbolitos. Ultimadamente el precio de estos supera dos veces el salario promedio de un trabajador.
Pero no solo se ha perdido esa costumbre, Halloween tampoco se conoce, pero por supuesto, cómo podemos regalar juguetes y dulces a otros niños, cuando ni siquiera tenemos para los nuestros.
Estas fechas festivas son muy tristes en nuestro país. Los padres de familia tenemos que lidiar entre comprarles un regalo a nuestros niños, comer, vestirnos o tener un árbol de navidad.
Los gobernantes cubanos han mancillado las tradiciones de esta nación, nos han obligados a escoger entre festejar y comer. No son capaces tan siquiera de bajar en esta fecha los precios de los juguetes para los niños para hacerlos un poco más asequibles para nosotros sus padres.
Penosamente, esa es la realidad de los cubanos: no poder tener una Navidad ni juguetes que regalar a nuestros hijos.
Para Cuba actualidad: oromilesun1990@yahoo.es
Foto: Osmar Laffita

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