miércoles, 4 de febrero de 2015

Fidel Castro, el profeta


“¡O la Revolución acaba con la corrupción; o la corrupción acaba con la Revolución!”, predijo Fidel Castro –entonces al frente del gobierno–, desde la Escalinata de la Universidad de La Habana 

fidel humoLA HABANA, Cuba. — (Cuba Sindical) La disyuntiva continúa. Sin escarbar mucho se advierte que la corrupción crece con inauditos enmascaramientos y falsificaciones como pone al descubierto el informe de la Fiscalía General de la República a la Asamblea Nacional del Poder Popular de 2014.
Se reportan  2 726 violaciones de la legalidad en solo 396 inspecciones fiscales en centros estatales. No se necesita conocer mucho de Matemática para notar la desproporción de infracciones  -suponiendo cifras no manipuladas-  en las inspecciones.
Del racimo de delitos que carcomen la sociedad citados por la Fiscalía General de la República a través de los fiscales Reynaldo Cruz, Elaine Barcelar y Yenisley Pichardo, al diario Juventud Rebelde, abreviadamente son:
Inexistencia de mecanismos efectivos para la entrega de tierras en usufructo y sistema de verificación de las tierras entregadas y su uso. Problemas de comercialización de producciones agropecuarias, que provoca constante alza de precios e inflación. Inefectivo control y supervisión del trabajo por cuenta propia. Falsificación de nóminas y reportes de trabajos no realizados, con erogaciones de altas sumas por trabajos sobrevalorados de contrataciones del estado a particulares para apropiación de dinero. En Comercio y  Gastronomía hay reporte de falsas pérdidas de alimentos mediante falsificación de normas de elaboración; también inventarios de compras reportados a precios sobrevalorados. Falta de  sistematicidad y morosidad en el cobro de multas y simulación de multas impuestas y cobradas con fines ilícitos. Falsificación de documentos. Hurtos y robos favorecidos por descontroles contables en almacenes en todas las esferas económicas. Mercancías, piezas, repuestos situados directamente en circulación para la venta en mercado negro, con precios muy por encima del valor real. Obtención de medios de trabajo y alimentos por particulares por caminos torcidos. Comercializaciones ilícitas, no declaradas o permitidas a particulares y estales. Tarjetas magnéticas bancarias manipuladas para desfalcos. Hojas de ruta de vehículos trucadas para facilitar desfalcos, aunque cuenten con sistema GPS. Compromisos por funcionarios del Instituto Vivienda con personas –dinero por medio- para resolver  trámites de inmuebles. O venta ilícita a particulares de terrenos y casas estatales. Hurto de ganado por encargados estatales del cuidado. Precisamente un grupo de personas están detenidas y en proceso judicial en la provincia Villa Clara por robo masivo de ganado mayor. El hurto y sacrificio de ganado está considerado por décadas como el delito más extendido y grave que ocurre en los campos, siempre en aumento.
De las relaciones con el exterior son públicos    sonados casos de corrupción entre empresarios cubano-estatales y extranjeros,   beneficiados a expensas de las arcas del Estado. Barril sin fondo por el que escapan los principales recursos.
Reynaldo Cruz Rivera, fiscal-jefe del Departamento de Verificaciones Fiscales de la Fiscalía General de la República, dijo: “Estas cosas generan desconfianza en la población. No podemos esperar que el delito y la corrupción como fenómenos sociales sean eliminados, pero estamos en la obligación de reducirlos para que no impacten el desarrollo económico del país y el bienestar de la población e institucionalidad. El mayor problema no es el dinero que se perdió sino el debilitamiento de la credibilidad  del pueblo en nuestro sistema y sus dirigentes”.(*)
¿Qué cantidad de fiscales hará falta para enderezar al país, –si se puede enderezar– frente a la corrupción?

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