miércoles, 25 de febrero de 2015

La injustificada mendicidad informática


365_taller-juventud-rebeldeCuba actualidad, Capdevila, Boyeros, La Habana, (PD) Con el propósito de tender una cortina de humo sobre la grave situación existente en Cuba con la informatización, el gobierno cubano armó una nueva pantomima con sus adocenados y bien capacitados titiriteros.
El Primer Taller Nacional de Informatización y Ciber-Seguridad sesionó los días 18, 19 y 20 de febrero en el Palacio de Convenciones y en el Instituto Superior Politécnico “José Antonio Echeverría”, así como 21 subsedes provinciales.
Dicho evento fue organizado por la Universidad de Ciencias Informáticas (UCI), pero con el patrocinio material y el ojo vigilante del Ministerio de Comunicaciones.
Previo al Taller, el 14 de febrero, los diarios Granma y Juventud Rebelde dieron a conocer la información brindada por la Doctora en Ciencias Técnicas y vice rectora de la UCI, Ailyn Febles Estrada, de que en el evento participarían más de 11000 informáticos cubanos, la mayoría interconectados por video conferencias, y que el encuentro serviría para “proveer a los participantes de información de primera mano sobre la política de perfeccionamiento de una informatización segura y sus prioridades”. También anunció el inicio de un proceso para la creación de una organización que agrupará a los profesionales vinculados a la Tecnología de la Información y las Comunicaciones (TIC).
Según la vice-rectora de la UCI, uno de los propósitos del taller es “encontrar entre todos las cuestiones básicas para poder acercar cada vez más las nuevas tecnologías a la población, de acuerdo a lo refrendado en los Lineamientos Económicos aprobados en el VI Congreso del Partido Comunista”.
La Dra. Febles Estrada aseguró que el evento es abierto y que se recibirán todas las opiniones y sugerencias para el diseño de la política de informatización y ciber-seguridad del país.
Pero todo apunta a que a la Dra. Febles Estrada se le entregó previamente un guion de lo que debía decir a la prensa oficial, porque ocultó el alarmante atraso que existe en Cuba en el campo de las TIC.
En el Informe Global sobre la Tecnología de la Información 2014, en relación a la conectividad a Internet, Cuba, empatada con Nicaragua, aparecía ubicada en el lugar 124, por debajo de Bolivia (120).
Al gobierno cubano le importa un comino la expansión de las TIC, a pesar de que asegura estar interesado por la informatización de la sociedad.
A dos años de la puesta en servicio del cable submarino de fibra óptica que conecta a Cuba con Venezuela, la banda ancha en las redes informáticas cubanas es prácticamente inexistente: su penetración no supera el 1% y los servicios wireless de banda ancha no están disponibles.
Según el informe de la Oficina Nacional de Estadística e Información (TIC, indicadores seleccionados, edición de agosto 2014) a finales del pasado año en todo el país estaban registradas 1 014 400 computadoras. De ellas, solo estaban conectadas 514 400. Solo el 3,4% estaban conectadas a Internet, el resto se servía de Intranet, un engendro oficialista que solo brinda informaciones sometidas a la poda de los temas más sensibles, que molestan al gobierno y que por decisión de los censores, la población no tiene derecho a conocer.
Resulta insostenible la argumentación de la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba S.A.(ETECSA) de que por falta de recursos financieros por el momento no se puede ampliar la conexión a Internet, ofrecer mayor cantidad de líneas telefónicas fijas ni rebajar la tarifa del minuto en la telefonía celular.
El monopolio telefónico estatal cubano afirma que debido a esa falta de recursos está impedido de emprender el proceso de reconversión y modernización de la mayoría de las 616 centrales telefónicas digitales que funcionan en Cuba.
Dice ETECSA que no tiene dinero ni tan siquiera reparar las ventanas y puertas de sus centros telefónicos.
ETECSA recibio 856 millones de dólares en los últimos cinco años solamente por concepto de las llamadas originadas y pagadas en los Estados Unidos. Si a eso se le suman los 200 millones recaudados por el pago de nuevas líneas y recargas de celulares realizadas por personas familiares y amigos que radican en los EE.UU, la suma es de 1 000 millones de dólares.
¿A dónde fue a parar tan elevada suma de dinero?
Foto: Juventud Rebelde
Para Cuba actualidad: origenesmadba@gmail.com

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