Podría pensarse que las reformas emprendidas por el general Raúl Castro llegarán hasta el poder legislativo y que se encamina hacia un estado de derecho.
martinoticias.com 04 de agosto de 2011
Foto: Reuters El derecho no es una entidad estática sino que es un cuerpo que se desarrolla con la sociedad misma y en la medida en que se producen cambios sociales, tiene que adecuarse.
Cuando se lee un reporte como “Los jóvenes juristas y los nuevos desafíos” publicado el miércoles por la periodista Olga Díaz Ruiz en el diario cubano Granma, podría pensarse que las reformas emprendidas por el general Raúl Castro llegarán hasta el poder legislativo y que se encamina hacia un estado de derecho, empujado por una nueva realidad social, pero parece que aún hay ciertos escollos difíciles de saltar.
“El Derecho como ciencia que norma y regula la sociedad, participa activamente de los procesos que atañen a un Estado para actuar eficazmente y ofrecer seguridad jurídica, ha afirmado Olga Díaz Ruiz, a propósito de un evento de jóvenes juristas realizado en La Habana.
Ello responde –según apunta Díaz Ruiz- a que “en estos momentos, Cuba desarrolla un necesario proceso de reordenamiento económico, que exige a su vez adecuar la normativa jurídica a las nuevas condiciones del país.
El reporte de Díaz Ruiz añade que Alex Chiang, asesor jurídico del grupo de Intercambio Científico Educacional, advirtió: "No podemos obviar que cualquier reforma que modifique la vida de los ciudadanos o las relaciones económicas y políticas de un Estado, deberá estar dispuesta en forma de un instrumento legal que permita su aplicación, salvaguardando siempre el principio de legalidad socialista que nos rige".
El abogado independiente cubano, Wilfredo Vallín, entrevistado por martinoticias.com, ha asegurado que el derecho no es una entidad estática sino que es un cuerpo que se desarrolla con la sociedad misma y en la medida en que se producen cambios sociales, tiene que adecuarse y normar las nuevas relaciones que surgen en la población y la ciudadanía.
Existe una ligazón estrecha entre derecho y política –ha agregado Vallín- y evidentemente en un país, la política es dictada por los centros de poder, y el derecho -hasta cierto punto- regula esas disposiciones de tipo político; pero una cosa es cuando el estado dicta normas que son de obligatorio cumplimiento para todo el país, incluyendo la cuestión legal, jurídica, y otra es cuando existe la independencia del poder judicial.
En Cuba hay un problema –ha reflexionado el jurista independiente-, y es que el poder judicial se subordina al poder ejecutivo, en el Consejo de Estado y en la Asamblea Nacional, es decir, no es autónomo, y ello implica que se subordina y cumple, ejecuta lo que le mandan sin que pueda discrepar.
La Asamblea Nacional del Poder Popular cubana es el único Parlamento del mundo que se reúne sólo dos veces al año en sesiones legislativas que duran apenas de 24 a 48 horas, y en el que, desde su fundación, ningún diputado ha propuesto un proyecto de ley.
La Asamblea Nacional cubana es, además, el único Parlamento en el que las leyes –normalmente propuestas por órganos superiores como el Consejo de Estado, el Consejo de Ministro o directamente del Buró Político del partido único- se aprueban por unanimidad.
Randy Arteaga, especialista en Legislación Financiera del Ministerio de Finanzas y Precios –según el despacho de Díaz Ruiz- insistió en que se hace imprescindible una actualización considerable de la política legislativa, y en la necesidad de que los jóvenes se preparen para enfrentar los desafíos actuales.
El abogado disidente René Gómez Manzano ha opinado, sin embargo, que en este tipo de régimen totalitario, como el cubano, el control que ejerce sobre la sociedad es tal que el estado de derecho no tiene cabida en él.
Para ellos –ha recalcado Manzano- inspirados en la doctrina marxista-leninista, rechazan, por definición, ese tipo de división de poderes, en pos de la unidad.
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